
La copla es una composición poética de cuatro versos de arte menor generalmente con rima asonante en los versos pares. El término se utiliza sobre todo para designar un tipo de estrofa y el tipo verso de tradición popular compuesta por tres o cuatro versos de arte menor, generalmente octosílabos, dispuestos en forma de romance o tirana, de seguidilla o de redondilla, con rima asonante o consonante.
El origen de la copla en nuestro territorio, se vincula a la llegada de los españoles, quienes al mezclarse con nuestra cultura, dió origen a estilos musicales como la baguala, la vidala y la tonada, según el lugar donde se cante.
Data probable de algunos cantares Inicié la búsqueda en La Quebrada, en noviembre de 1927 y hallé 1500 coplas en cuatro meses en: Humahuaca, Uquía, Huacalera, Tilcara y Maimara, recogí glosas, algunas muy interesantes como las dictadas por don Luis Napoleón Heredia, en la última villa nombrada. Este señor me recitó la que lleva el n.º 18 de este Cancionero y en ella se habla de estas Indias, lo cual indica su antigüedad, pues tal denominación daban los españoles a América, en la época colonial. También sabía Heredia la canción n.º 19 que probablemente fue traída a La Quebrada, por los misioneros, a fines del siglo XVII o a comienzos de la centuria posterior, pues es poesía conventual del mismo estilo de las popularizadas en España en los siglos XVI y XVII. Quizás fueron traídas por los jesuitas que temporariamente daban misiones por La Quebrada, en los siglos XVII y XVIII.
Cancionero popular de Jujuy
Esta mezcla cultural ocurrida entre diferentes sociedades que se encontraron, se vincularon, por fuerza o pacíficamente, compartieron un mismo espacio histórico y geográfico dentro del continente americano, y en particular en la región andina, provocando el surgimiento de copleros, quienes, mediante el empleo cotidiano de la voz en el desarrollo de sus tareas, con un timbre especial, un tipo de vestimenta y el acompañamiento rítmico producido por una caja (instrumento membráfono) permitieron una forma de interculturalidad corporal típica de la región andina, y en particular de nuestro noroeste argentino; tal es así que ese canto coplero dió origen a la baguala, vidala, tonada, o simplemente, canto coplero.
La baguala y la vidala son las únicas expresiones musicales propias del patrimonio cultural de las provincias del noroeste argentino, habiendo una gran variedad de tonadas según la zona. Normalmente son cuartetas octosilábicas, eventualmente son versos de pie quebrado (siete y cinco u ocho y cinco), redondilla que rima el segundo verso con el cuarto consonantemente, por lo general.
En nuestra provincia existen cuatro tipos de bagualas: chaqueña, vallista, serrana y del Valle de Lerma.
Existe una Asociación de Cultores de la Copla, cuyo uno de sus referentes es nuestro amigo Aníbal Aguirre, quien nos envió unas coplas escritas por Jade Cari Cruz:
LO I VISTO AL AGUIRRE
Por pedido del Cantero
al Aguirre mi puesto a buscar,
al Aguirre lo i encontrao
en la puerta de un bar.
La mirada turbia
la camisa sin botones,
siguro las chinitas
me lo tenían a los tirones.
Yo sin preguntarle nada
ha entrao en explicaciones,
me gusta este boliche
por el son de los acordeones.
Soy cliente de hace tiempo
del bar los infectaos,
ya no vuelve Medina
dicen que ya es finao.
Aquí la gente es guena
hasta tragos te invitan,
y si te llegas ha morir
te recuerdan con musiquita.
Cuando ha muerto Lisardo
también el Crecencio,
vieran que respetuosos
hecho minuto de silencio.
Al final me reconocio,
vos sos la Jade Cari Cruz,
la mocita bonitilla
amichada con un avestruz.
Arañando las paredes
no se dejao acompañar,
cantando una copla
se perdío en la oscuridá.
Habitante ahura jujeño
visitantes de los antros,
a la noche a los tumbos
lo confunden con un espanto.
Ya saben dónde encontrarlo,
en el bar los infectaos,
donde sucumbe el valiente
por los vinos que se ha tomao.
Escuchemos el canto de una coplera iruyana Rosita Herrera: