Por Emilia Baigorria

Un día de Agosto de 1892 vio nacer a Idea Vilariño en Uruguay. Su origen fue una familia de clase media, muy culta, su padre poeta y su madre conocedora de la literatura europea.
Trabajó como Profesora de Literatura en la enseñanza media y Literatura uruguaya.
Comenzó muy joven a recorrer el camino literario.

Recibió premios nacionales e internacionales. Su primera obra poética, La suplicante, fue editada en 1945 solo con su nombre.
La salud de Idea era muy frágil, padecía asma y una enfermedad a la piel.
Esta situación y la muerte de sus padres y hermano signaron su vida y su palabra poética.
Su producción literaria y su personalidad motivaron el documental Idea con dirección de Mario Jacob.

Tambièn fue una de las creadoras de las revistas literarias Clinamen y Nùmero participando en otras como Marcha, La Opiniòn, Texto Crìtico.
Integró la llamada Generación del 45 junto a Onetti, Benedetti, Alfredo Gravia y otros.
Sus obras fueron traducidas al italiano, portuguès y alemàn.

También compuso letras de canciones musicalizadas por grandes como Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti y Los Olimareños.
Su primer libro fue La Suplicante publicado en 1.945, después siguieron Cielo Cielo, Nocturnos, Poemas de amor, Pobre Mundo.
Los poemas de Idea Vilariño desprenden poesía desde cada una de las palabras y trasuntan la profundidad de sus sentimientos.
Es creadora de un estilo particular, único.
La crítica también contó con su incursión acercándose a la obra de diversos autores como Antonio Machado o Herrera y Reissig.
Su poesía es visceral, deja al descubierto sus sentimientos y la pesadumbre que la recorre.
Idea Vilariño falleció en Montevideo, el 28 de abril de 2009, a los 88 años de edad. La lectura de sus poemas resignifican el placer estético y el encuentro con la palabra profunda y exquisita. Algunos de sus poemas se ofrecen para acercarse a su poética.
Desnudez total

Ya en desnudez total
extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos
flor a flor,
ser a ser,
aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto.
La angustia ha devenido
apenas un sabor,
el dolor ya no cabe,
la tristeza no alcanza.
Una forma durando sin sentido,
un color,
un estar por estar
y una espera insensata.
Ya en desnudez total
sabiduría
definitiva, única y helada.
Luz a luz
ser a ser,
casi en amiba,
forma, sed, duración,
luz rechazada.