Antología Vivir la muerte

Por Argentina Mónico

El sabado 12 del corriente año, se realizó la premiación de las obras seleccionadas del Concurso literario «Vivir la muerte«, que fuera organizado por nuestra Editorial, a pedido del Cementerio y Crematorio Parque de la Divina Misericordia, en virtud de cumplirse 30 años de servicio en la ciudad de Salta, Capital.

El evento se realizó en el predio del Parque, y para la ocasión no nos acercamos a despedir a nadie, sino a homenajear a quienes se animaron a escribir sobre un tema tan difícil como es la MUERTE; dado que en el imaginario social, se la visualiza desde la pena, la angustia o la desazón; pero los autores mostraron su creatividad e ingenio para brindar una diversidad de interpretaciones, tanto desde sus relatos como en las poesías.

La convocatoria tuvo gran repercusión, participaron 45 autores de diferentes puntos del país, Entre Ríos, Tucumán, Córdoba, Buenos Aires, La Rioja, Santiago del Estero, Río Negro, San Juan, Jujuy y Salta, evidenciándose obras de alta calidad literaria, por lo que no ha sido fácil la selección. De este total, sólo 24 autores fueron seleccionados y nos pareció importante socializar las obras desde este espacio.

El Jurado evaluador estuvo conformado por tres escritores salteños: : Vecca Preetz, escritora salteña, que tiene una gran producción literaria en poemas, cuentos y microcuentos, pero que se ha especializado en narrativa de suspenso. José de Guardia de Ponté, escritor salteño de destacada actuación cultural, ya que es director general de COFAM y presidente del COFFAR. Además, es Socio Fundador y presidente actual de la Academia del Folklore de Salta. Tiene una variedad de publicaciones. Gustavo Rubens Agüero, escritor salteño, Profesor de Letras, con una destacada actuación en el ámbito literario. Ha recibido diversos premios y ha publicado un sinnúmero de libros, tanto en prosa como en poesía. Coordina el grupo literario El Imaginero.

Antes de la premiación, el Presidente de la Empresa El Mirador S.A., Santiago Del Pin, dirigió unas palabras en nombre del Cementerio y Crematorio Parque de la Divina Misericordia.

Ahora sí compartimos una de las obras seleccionadas en la categoría de Relatos, del escritor Luis Carán:

Escultor, Escritor y Actor. Nació en El Galpón, Salta. Estudió arquitectura en la U.N.T. y paralelamente estudió escultura y teatro.
Para teatro escribió “La pasión en El Galpón” y “…se hace camino al andar” con Jorge Scanavino. “La pasión en Tafí del Valle” con Jorge Scanavino y Ricardo Salim. “Three voices” con Mourad Ali. “Cásate con confianza” con Idangel Betancourt y Cecilia Sutti. “Hey There”. “Ligero de equipaje, play Vilches”. “Lo mejor del amor” y “Romance de las siete A”.

Por la vereda

En mitad de una palabra cruza la calle en un nuevo ensayo de huída, estas ganas de no verlo más.
La libertad alcanza hasta la vereda de enfrente. Un maniquí le presta la ilusión de una noche de fiesta, de esas en las que sueña que es otra, pero no se divierte.
Oye la frenada, el impacto seco, los gritos. Siente la sangre en torbellino, pero sigue intacta, a pesar de todo, y los gritos del conductor “se cruzó sin mirar, yo no tengo la culpa”. Siempre fue tan impulsivo… que suena a un justo final.
Revive el momento en que los habían presentado, el noviazgo formal y corto, demasiado corto. Si lo hubiera conocido mejor…
La boda en la capilla del pueblo, tres hijos en tres años, el ascenso y el traslado, las discusiones, la vida en Salta, el barrio Castañares, más discusiones, la bonanza económica, la mudanza al centro, los primeros engaños, los chicos en el Belgrano, las ausencias prolongadas, por trabajo, la casa de Tres Cerritos, los chicos en la
Católica.
Alguien llama a una inútil ambulancia que ya no importa cuánto se demore.
El hartazgo y más peleas, los chicos ya se fueron de casa y no sé por qué sigo aguantándolo. Ha programado cada día la huida, la vuelta al pueblo, a la casa familiar, mi casa, aunque él la despreciara por pueblerina y esas ganas de que hubiera sido distinto, todo distinto.
Y ahora el hombre muerto en la calle, la cabeza partida, destrozada.
Debe volverse, devolverse a la realidad. Se proyecta de negro, le gusta la idea, siente que el negro puede ser su color de la suerte, negro, como el auto que lo arrolló, claro, no tantos abalorios como los del vestido del maniquí.

Aún duda si girar a la derecha o la izquierda, ensaya un mohín, busca el mejor perfil.
Una mano la toma firme del brazo, “que fría sos, matan a un tipo a tu espalda y ni siquiera te das vuelta a mirar”.
Se alejan del brazo por la vereda, de regreso al hogar.

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

2 comentarios sobre “Antología Vivir la muerte

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