Excilia Saldaña: voz cubana, voz profunda, voz de definiciones.

Por Emilia Baigorria

Excilia Saldaña nació en La Habana, Cuba en 1946, fue escritora, poeta, traductora y maestra, profesora de Historia y Literatura Infantil. Escribió más de veinte libros no solo de poemas sino también de narraciones.

Algunos de sus textos han sido adaptados para representaciones teatrales.

Entre sus obras se encuentran, El refranero de la víbora, Un testigo de la historia, Soñando y viajando, Flor para amar: apuntes sobre la mujer en la obra de Martí. De la Isla del Tesoro a la Isla de la Juventud, Bulgaria: el país de las rosas, La noche, Jícara de miel, La lechuza y el sijú; publicados en Editorial Gente Nueva.

Su obra Cantos para un mayito y una paloma recibió los premios Ismaelillo y La Rosa Blanca, ambos en La Habana.

Trabajó en Casa de las Américas, en la redacción de la Revista Santiago, editora en la Editorial Gente Nueva.

A través de sus leyendas y poesía intentaba redefinir la importancia de la mujer negra (de ascendencia afro cubana) en la literatura cubana.

Convocó a sus obras para que dialoguen Luis de Góngora, Sor Juana Inés de la Cruz, Nicolás Guillén, José Lezama Lima, entre otros evidenciando un estilo de rupturas y continuidades.

Desde su poesía Excilia reivindica la presencia de la mujer negra cubana. Estudiosos de su obra la consideran perteneciente al movimiento “negrismo” promovido y ocupado solo por hombres, quienes tenían una mirada erótica hacia la mujer. Luchó junto a otras poetisas para revertir ese concepto respondiendo con la palabra íntima y personal.

El Negrismo fue un movimiento exclusivamente masculino, de voz patriarcal en el cual la mujer negra y la mulata no tenían relevancia.

Su poesía ha contribuido notablemente a la tradición de escritoras y artistas afrohispanas.

La voz  poética de la autora se ubicó en la vanguardia literaria cubana.

Murió en 1999, a los 52 años.

La Noche

La noche es con toda razón la obra emblemática de Excilia Saldaña. En ella una niña y su abuela se relacionan en diálogo poético donde aparecen recuerdos, evocaciones de lugares, oficios, interpelaciones vestidas de mares o de cielos, interrogaciones y sobre todo filosofía.

Los diálogos son un encadenamiento de poesía, ternura y amor.

— ¿Qué es la noche, abuela?

—Es una doncella de dulce mirada, vestida de ébano, descalsa y cansada. Es negra y es bella.  Es sabia y callada. …

En potro muy negro de sueños cabalga y va a la laguna a mirarse la cara: ¡Qué cara tan negra le devuelve el agua, qué cara tan linda, qué envidia de cara!

—Quisieran las flores tener tu fragancia — le dice el rocío que a solas la ama —   …

—Si yo fuera flor, tu amor aceptara — le dice la Noche, y luego se escapa. Tímida se esconde en las ramas más altas.

El canto callado del viento que pasa, la duerme y la mima, la cubre y la guarda.     

– ¿Qué es la poesía, abuela? Quiero saberlo.

– No es el verso.

– ¿Qué no es, que tú lo sabes y yo quiero aprenderlo?

– Es el verso.

– ¡Que es y que no es!, ¡vaya misterio!

– La poesía es eso.

Las definiciones mantienen ese  estilo suave pero profundo:

– Una estrella es un suspiro, una flor; es un zafiro, una perla, un surtidor. Una estrella es una bella niña de luz, es traviesa y se querella, y a su abuela luego besa, como tú.

Un comentario en “Excilia Saldaña: voz cubana, voz profunda, voz de definiciones.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: