«ROMANCE PARA FEDERICO»

Por José Cantero Verni

Están esperando a Lorca,
me dicen que está viniendo,
con dos caballos lunados
en un carruaje de sueños.

Me cuentan que Lorca trae
todo un paisaje de versos,
con jinetes de suspiros
debajo de los luceros.

Algunos piensan que a Lorca
lo acechan en los senderos,
y que no quieren que llegue
con sus poemas al pueblo.

Otros hablan que lo aguarda
pelotón de fusileros,
pero las balas a Lorca
nunca podrán detenerlo.

Algunos creen que es difícil
que pueda llegar a tiempo,
para expresar con su voz
las letras del sentimiento.

Pues Lorca sabe frotar
la gran lámpara del genio,
ese genio creador
que lleva encendido dentro.

Me dicen que Lorca viene,
que Lorca no tiene miedo,
y firme prosigue el rumbo
sin importar si está lejos.

Una paloma me cuenta
que lo ha visto por el cerro,
bajando la cuesta larga
por el camino del viento.

Y que una casada infiel
al pasar le ha dado un beso,
y que el poeta se puso
más colorado que un ceibo.

También me dice al oído
y al escuchar me sorprendo,
que viene Bernarda Alba
en el carruaje durmiendo.

Que va Antoñito Camborio
sobre el pescante en silencio,
con ese porte gitano,
gallardo de cuerpo entero.

Y que la luna, lunera
como un hechizo secreto,
nombra a Soledad Montoya
con el sentir del recuerdo.

Están esperando a Lorca
igual que un capullo abierto,
para que Lorca les pinte
los ojos de puro cielo.

Romances de su escritura
a Lorca lo están siguiendo,
con esa tinta que en sangre
azul se fue convirtiendo.

Algunos creen que la muerte
lo alcanzó sin miramientos,
pero no saben que Lorca,
jamás morirá, ni ha muerto.

Poeta vino a la vida
y poeta sigue siendo,
con esa fuerza invisible
inmensa de su talento.

Están esperando a Lorca
que llegue en cualquier momento,
y Lorca sin miedo alguno,
me dicen que está viniendo.

José Cantero Verni