Papas increíbles: las andinas

Por Mary Dib Ashur

En el artículo de hoy vamos a conocer las bondades de la papa andina, dado que este fin de semana en Salta, en el Alfarcito se realiza la Feria de la Papa andina.

En primer lugar voy a destacar que no se trata de papas muy grandes,  en cuanto a sus  dimensiones; pero sí en lo que a su condición nutricional refiere.

Estos tamaños los ocasionan las frías temperaturas a las que las someten  durante su crecimiento, las alturas donde se desarrollan, no les permiten lograr un tamaño más grande.

De allí que, a simple vista, puedan pasar por “papines”. Sin embargo, lejos están de serlo: los papines son una variedad de papa tradicional cosechada en su primer estadio de crecimiento; mientras que el reducido tamaño de las papas andinas tiene que ver con su propia naturaleza, esto les permiten una mayor  concentración de gran cantidad de minerales propios de la tierra en la que son cultivadas, como ser calcio y potasio.

Así, el sabor de las papas andinas  tiene un dejo  terroso y hasta algo dulzón, dependiendo de su variedad,  papas con gusto a papa, y fácilmente digeribles.

El origen de la  papa (según datos arqueológicos sobre el tema) fue cultivado  por primera vez entre los años 8001 y 5000 a. C., en una región que comprendería lo que hoy es el sur de Perú​​ y el noroeste del Altiplano boliviano al norte del Lago Titicaca. Desde entonces se ha extendido por todo el mundo y se ha convertido en un alimento básico en la gran mayoría de países del mundo.

La variedad es enorme, están las: Azul, Blanca, Collareja, Colorada, Malgacha, Moradita, Negra Ojosa, Oca, Sallama, Sani, Santa María, Runa, Tuni, y la variedad sigue.

Todas ellas, son también cultivadas en el noroeste argentino, dignas sobrevivientes por su valor nutricional y su resistencia a sequías, heladas y cuanta plaga se suscitara.

Son muy rendidoras, las papas andinas demandan bajos costos de producción y sobradas pruebas han dado de su adaptabilidad a las no tan amables condiciones ambientales, en las que se han cultivado y multiplicado.

 De hecho, la papa, en todas sus versiones, es uno de los cultivos hortícolas más importantes de la Argentina, alcanzando un nivel de consumo masivo que va más allá de las fronteras nacionales

La historia que la papa andina ya tiene su propia fiesta, en El Alfarcito: paraje situado a la vera de la RN 51, en la llamada Quebrada del Toro, Provincia de Salta, donde  el padre Sigfrido Moroder -más conocido como padre Chifri- ha desarrollado, entre otras obras una planta empaquetadora de papa andina.

En el Alfarcito, cada mes de julio, es el lugar donde las  familias de los departamentos vecinos, comunidades originarias, turistas y, por supuesto, productores rurales se dan cita para celebrar su cosecha.

La papa andina fue reconocida por la Cámara de Diputados de la Nación como alimento de interés nacional. Fue en reconocimiento al proyecto “Tesoros de la Biodiversidad Andina: las papas nativas y su valor para la humanidad”, impulsado en el año 2013.

Les recomiendo NO DEJEN DE VISITAR el ALFARCITO, un lugar increíble donde la naturaleza nos regala toda su belleza, y la mano del hombre nos muestra que si queremos, todo se puede, allí se construyeron escuelas con calefacción de paneles solares, dando un calor acogedor a sus maestros y alumnos.

SUGERENCIAS:

Estas variedades de papas NO SE PELAN, se lavan muy bien, de ser posible usar un cepillo, y así directamente a la cocción elegida.

Su preparación depende de la variedad que elegimos, por ejemplo:

Papa OCA esta variedad es la que tiene forma de gusanito, sus colores, pueden ser amarillentos o rojizos, su sabor es dulce –casi como la batata- para mi gusto la preparo al horno o en sartén, dorándola, mientras se cocina se va dando vuelta, siempre sobre una poquito de manteca o aceite. Si la ponemos un rato al sol, se pone más dulce. Pruébenla con un roció de miel….

Papa LISA es la de tamaño chiquito de varios colores, se les da un hervor, se aplastan un poquito, y se incorporan a una salsa boloñesa, se deja cocinar un rato más, se acompaña con arroz blanco y seco.

Las de tamaños más GRANDES de color marrón, morado o rojizo, son ideales para ñoquis o puré donde se necesita que este ingrediente no sea acuoso. Quedan también muy bien en un puchero.

Hay otras medianas- de diversos colores- que quedan muy bien como guarnición de carnes, por ejemplo.

Se preparan de la siguiente manera: darles un hervor, retirarlas del agua hirviendo, condimentarlas con pimentón, orégano ají molido, romero, pimienta y sal (estos condimentos son al gusto), rociar con aceite, y dorarlas al horno o en un sartén.

A disfrutarlas, buen provecho…..

5 comentarios sobre “Papas increíbles: las andinas

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