LA PATRIA, “UN IMÁN DE ATRACCIÓN IRRESISTIBLE”

(Homenaje a Juana Manuela Gorriti en un nuevo aniversario de su muerte)

Por Raquel Espinosa

 Juana Manuela Gorriti nació en Horcones, al Sur de la provincia de Salta (Argentina), en 1816 y murió en Buenos Aires el 6 de noviembre de 1892.  Primera novelista argentina y una de las primeras de América con su obra La Quena de 1842. Escribió gran parte de su producción en tierra peruana, donde también se desempeñó como educadora y como gestora de las famosas “veladas literarias en Lima”, en su casa de la antigua calle Urrutia. Fue condecorada por el gobierno del Perú con la “Medalla del 2 de mayo” al más alto valor militar por su actuación en El Combate de El Callao.

La peregrinación como destino y el deseo de volver al paraíso perdido es un tema recurrente en su obra, valga como ejemplo Peregrinaciones de un alma triste, texto incorporado en Panoramas de la vida.

En este relato Laura, la protagonista, cuenta una historia luego de reponerse de su largo viaje. La narradora señala que estuvo enferma y obligada, por ese motivo, a permanecer encerrada en su habitación. Para salvarse de su cruel destino decide fugarse. Laura huye del médico, de su familia, de la ciudad de Lima, de sus recuerdos, de los dolores, tal vez, de sí misma.

Sale de su ámbito privado -su habitación, su casa- hacia el espacio público que le está vedado. Para lograr su plan debe cambiar de apariencia.

Ella decide “engalanarse”: “echar al viento una larga cola; inflar mi flacura con ahuecadas sobrefaldas… Luego… un velo, a la vez sombroso y transparente…un poco de esfuerzo para enderezar el cuerpo, y usted con toda su ciencia, no reconocería a su enferma.” 

En esta cita se mencionan “las ahuecadas sobrefaldas” y “el velo” que evocan la emblemática saya y el manto de las tapadas limeñas. Transformada por la magia del disfraz Laura abre la puerta de su casa y con asombroso sigilo se dirige a la Estación del Callao y se aleja de Lima. Sus ropas de “mujer tapada” le sirven de protección, le otorgan seguridad y le dan nueva identidad. La enferma dependiente ha logrado su autonomía. En cada escala que el buque hace siente que ha recuperado la salud y la libertad. La dama que ha salido de Lima no solo cambió su forma exterior; ha sufrido una profunda transformación interior.

El nuevo trayecto de su viaje lo realiza por tierra y llega, por fin, a su tierra natal, “la patria”. Entra a Salta. La protagonista llega de noche y la primera imagen de la ciudad se le ofrece como una ciudad-tapada:

“¡Oh! Hermosa patria, ¡Cuántos años de vida diera por contemplarte, aunque solo fuera un momento, y como entonces te apareciste a mí, lejana y velada por la noche…!”

La ciudad, como una masa de sombra, se va haciendo visible a medida que la peregrina se aproxima a ella y como si cayeran al suelo lentamente sus velos, deja entrever muros, torres, cúpulas, el río Arias, las calles anchas y rectas, la luz roja del petróleo que las ilumina y el tañido de las campanas.

La ciudad, tal como la mujer tapada, seduce a quien la observa y va mostrando en forma sucesiva sus encantos para despertar los sentidos y avivar la imaginación. Pero Laura recuerda que para preservar su salud debe estar en permanente cambio, en movimiento continuo. 

Por tal motivo, tal como huyó de Lima debe huir pronto de Salta. Atraviesa otras regiones de Argentina e incursiona en Asunción del Paraguay, Montevideo, Río de Janeiro, Iquitos y finalmente regresa a la capital del Perú. Las descripciones idílicas del viaje que refieren a hermosos paisajes mutan. En el relato se imponen los horrores de las guerras, las injusticias, la esclavitud, los peligros y el pesimismo.

 

En estas “peregrinaciones de un alma triste” se condensa el derrotero histórico e institucional de Argentina y Sudamérica desde sus orígenes hasta la actualidad. 

El territorio recorrido se parece más al infierno que a su soñado paraíso. En su viaje de regreso Laura inicia una larga navegación con destino a Lima, donde seguirá buscando el objeto de su deseo: la patria soñada, la utopía que la desvela, la que para ella es “un imán de atracción irresistible”.