«Tiempo de Milagro»

Por Argentina Mónico

Salta se viste de fiesta cuando inicia setiembre y comienzan los festejos al Señor y la Virgen del Milagro, nuestros patronos que nos protegen y son el símbolo de la Fe de los peregrinos.

El peregrinar forma parte de nuestra vida espiritual, ya que desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, estamos “peregrinando”, en la búsqueda constante de la verdad y de la felicidad. Según esta concepción, cada uno busca su felicidad, y sabe que para alcanzarla existe un Dios que lo apoya en su diario caminar.

Un peregrino busca lo sobrenatural en un lugar preciso diferente al de su realidad cotidiana, ya que deja sus afectos, su trabajo, su casa, sus amigos para ir al encuentro con un Dios Vivo.

Este viaje, no es solo interior sino que implica también el trasladarnos físicamente, como una ofrenda que se realiza a ese Dios, caminando con otros peregrinos hacia lugares en los que entran en contacto con lo sagrado, es una práctica común de todas las religiones y culturas.

Comenzar a peregrinar es ponerse en camino para luego detenernos en “el encuentro con Cristo.”

Una peregrinacion es un llamado a caminar con otros, ofecer nuestro sacrificio de distancias, dolores y tiempos, para sumarnos a un ofrecimiento que gratifica y sana, cuando logramos llegar a nuestra meta final: encontrarnos con Cristo.

Es un caminar que emprendemos como peregrinos y regresamos como hermanos, ya que durante esta travesía comprendemos que un peregrino es aquel que ha encontrado a Dios, y ya no puede permanecer indiferente al otro.

Este es un tiempo fuerte en el que Dios llenará de amor nuestros corazones y vendará suavemente nuestras heridas, por ello todos los años, se van sumando peregrinos, algunos lo harán caminando, otros ofrecerán ayudas de alimentos o remedios para el peregrino, y también están los que darán una palabra de aliento, a quienes ofrecen el sacrificio de caminar. Pero todos persiguen un mismo sentido, el de poder ofrecer a Dios algo personal, como agradecimiento de estar vivos.

Y la Virgen del Milagro como mediadora ante nuestro Señor del Milagro, también intercede con su amor, para que podamos encontrar el verdadero sentido de la peregrinación.

Te pedimos Señor y Virgen del Milagro, que no nos abandones, que protejas nuestra Patria y a todos los países del mundo, que la verdad, la paz y la justicia sea el camino para hacer un mundo mejor.

EL PEREGRINO DEL MILAGRO

Pon tus manos en las mías peregrino, llévame al cielo
de tus arrugas, muéstrame el hogar de tus fríos,
donde el viento es un cuchillo cuando apura.

Lléname con el aire de tu altura y con la luz de tus ojos,
para mirar como miras a los otros:
con esa sombra de escarcha,
con ese nublo de penas que te come de a poco.
Préstame tus manos peregrino, y te diré al momento
como carpen la tierra, y como imploran el sustento.

Y de ese vaso de oro que hoy llevas adentro
beberé el vino milagroso, desenterrado para este tiempo.
Deja que me arrime peregrino, a tu dulzura riente,
y que me arrodille a las llagas de tus pies, y a las espinas
de tu frente.

Porque tú eres mi verdadero rey, el que viene de lejos, el que
la gente quiere ver, el que trae sus tesoros entre harapos
y desconsuelos, sin más custodios que alguno y otro perro.

Deja que me arrodille, mi rey, y beba de tu vaso de oro
el vino milagroso de la fe.

Carlos Alfredo Boidi

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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