Por Hilda Palermo
El 24 de junio, solsticio de los Incas, fecha en la que en el Imperio Incaico se realizaba la ceremonia de adoración al dios Sol, se le ofrecían sacrificios y se le pedía por un nuevo año con mejores cosechas para el pueblo. Una festividad religiosa muy importante encabezada por el Inca y su séquito de nobles y guerreros que engalanaba la ciudad de Cuzco.
Era la fiesta más importante del Tahuantinsuyo, basada en la religión y en el culto al Sol, era tanta su importancia que el Virrey Toledo, en 1572, la prohibió por considerarla una fiesta pagana y contraria a la fe católica, sin embargo, el pueblo incaico la seguía celebrando a escondidas.
Los cronistas relatan que la última vez que el Inca participó fue en 1535, el mismo año que los conquistadores españoles fundaron la ciudad de Lima.
El Inti Raymi fue establecido por el Inca Pachacutec, en la década de 1430 AC, durante el solsticio del hemisferio sur.
Fue en 1944 que Faustino Espinoza, recuperó este tradicional evento con toda su fuerza ancestral y empezaron a recrearlo, convirtiéndose en la mayor festividad cultural del calendario peruano, siendo declarado Patrimonio Cultural de la Nación, el 3 de marzo del 2001.
Las celebraciones se realizan íntegramente en idioma quechua y se usan los vestidos recreados conforme los describieron los cronistas.
La noche del 23 de junio, el pueblo se reúne en la Plaza de Huacaypata, en la ciudad de Cuzco, en estricto recogimiento, a esperar la salida del sol, 24 de junio, el Inca, su familia y su séquito esperan, descalzos, los primeros rayos del sol.
Luego se inician las ofrendas que son dos vasijas de oro con un brebaje, saboreado por los más cercanos al Inca y luego derramado en unos conductos especiales que llegan hasta la casa del sol.
Luego se desplazan en procesión hasta la fortaleza de Sacsahuayman, donde el Inca presentará sus respetos al dios Inti y en donde se realizarán los sacrificios de camélidos.
Después, en agradecimiento, empiezan los cánticos y los bailes en honor de los Apus.
En la actualidad, es uno de los eventos que tiene mayor concurrencia de turistas extranjeros y locales, agotándose varios meses antes, las localidades para el espectáculo y, por supuesto, el alojamiento.
Las Tertulias de Juana Manuela 
Todo lo que afirma el autor es una ficcion. Es necesario hacer un analisis de texto y se van a dar cuenta. Nada de lo que dice el autor es comprobable , es solo una creacion mental para distraer a un publico avido de propuestas que no responden a la realidad. Nunca hubo reyes en Abya Yala. Ni Dioses esos son inventos, y creaciones de ños charlatanes.
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Antes que nada agradezco por su tiempo para hacer el comentario, pero le sugriría que recurriera a las fuentes, a la historia, a leer los cronistas, leer a Garcilaso y sus Comentarios reales, donde explica esta ceremonia. Hilda Palermo (Perú)
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