Evanescente transparencia

Por Salomé González Vega

“¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú”
(Gustavo Adolfo Béquer).


La decisión de comenzar un texto que reflexione en torno a la poesía y al quehacer poético con célebres palabras del romántico español obedece a una nostálgica arbitrariedad personal, pues fue de la mano de su pluma que en mi adolescencia, la poesía empezó a encontrarme.

Hoy, después de muchos años de lectura y formación académica y autodidacta en letras, considero que tal vez quienes se encuentren más cercanos a lo que llamo una evanescente transparencia podrían ser Roberto Juarroz y Macedonio Fernandez. Aquella Evanescente transparencia, que se acerca a un “rumor de silencios”, a un intangible material hecho de sueños, deseos, pensamientos y sentimientos, a una voz atravesada por la diafanidad de ecos ajenos, constituye la existencia humana y al lenguaje poético.

Así, Macedonio invita a pensar:

“(…) la metafísica del poeta es la naturaleza de la conciencia en su aptitud de recepción activa del acontecer o contingencia”(1271) . También dice que “el arte literario o Belarte de la palabra (…) debe aspirar a obtener en el lector únicamente aquellos estados de ánimo que ni la Vida ni otra Belarte puedan suscitar…”(2432) .

Claro está, no es la intención generar aquí una suerte de manual de instrucciones para leer o escribir poesía, sino compartir palabras que evocaron en mí lo poético.

Dice la gran escritora argentina Liliana Bodoc que entre los primeros gestos de amor de la humanidad se encuentran compartir un pan y compartir un cuento; me apropio de estos términos con el atrevimiento quizás de resignificar el vocablo cuento y poder abarcar con él las palabras del filósofo argentino.


Como había mencionado anteriormente, la poesía de Roberto Juarroz también marcó mis modos de acontecer la realidad en términos poéticos (no sé habitar la realidad de otra forma, a decir verdad). Así, nos dice:

“(…)
El oficio de la palabra,
más allá de la pequeña miseria
y la pequeña ternura de designar esto o aquello,
es un acto de amor: crear presencia.

El oficio de la palabra
es la posibilidad de que el mundo diga al mundo,
la posibilidad de que el mundo diga al hombre.

La palabra: ese cuerpo hacia todo.
La palabra: esos ojos abiertos.” (189)3

La poesía de Juarroz suscita la reflexión sobre todo lo que sucede dentro y fuera de los límites de la palabra y del pensamiento evocando nuevas formas de pensar el propio pensar:


“20
Barrer de vez en cuando el pensamiento
hasta dejarlo como un patio vacío,
para que allí dibujen sus piruetas
los acróbatas del olvido.
(…)
Y no importará de dónde venga.
El pensar debe ser siempre otra cosa,
por ejemplo, la imagen de una imagen sin sombra
en un patio vacío” (221)4

Quizás el quehacer poético vaya por esos caminos. Por zonas en las que los límites de lo real, del pensamiento, de los sentimientos, de las palabras y los silencios se cuestionen o se resignifiquen.

Jorge Luis Borges afirmaba que todo lo que nos sucede puede ser transformado en símbolo, por lo tanto todo puede ser profundizado, ahondando, cuestionado desde una consciencia y una sensibilidad dispuestas a dejarse interpelar por lo desconocido, lo huidizo y fugaz de lo poético.

Arenas movedizas que buscan decir sin someterse a la arbitrariedad del signo, terrenos que con sus asperezas, tersuras y rugosidades se constituyen en tierra fértil para tejer puentes entre lo dicho y lo callado, sombras y luces que recuperen, reanimen o esbocen siquiera antiguos sonidos del dolor, la dicha, la muerte, la vida…todo ello, quizás, pueda acercarse a la poesía…

Evanescente se mueve por allí, acontece como una tenue y huidiza transparencia que se acerca al lenguaje desde una intuición: todo puede ser vivido de forma poética. Entonces, una de las voces presentes en el poemario intenta decir:

Procesos

En este encuentro azaroso
que multiplica las horas,
desplaza sus alas la palabra
intentando esquivar
la exigencia de la forma y lo rígido del signo.
Sin detenerse,
busca sortear las malas jugadas de la sintaxis
intentando fluir
entre el juego y el error,
entre cada sonido y su insinuación,
entre la posibilidad infinita de su viaje
y los ecos que insisten siempre
en el término impostado y obediente.
Y si el camino llegara a truncarse,
imposibilitado por la seriedad gramatical
y temores ambiguos,
siempre habrá un lugar en el silencio
que guarda y da cobijo a la semilla
para que siga respirando (acaso tímidamente).
En algún momento y lugar
la semilla encontrará tierra fértil
donde, como un soplo en la espuma de los días,
suscite el poema
y abra una puerta más al mundo.

Evanescente, como Ausencias. Entre silencios de luz y sombras, apuesta a la palabra poética intentando “desarmar los significados para que susciten algún sonido y hasta la sombra de su silencio”. Busca ser, al igual que su autora, existencia “que no designe ni afirme y que sí perpetúe la pregunta y eternice el
cuestionamiento”
. Busca ser evanescente transparencia.

¿Quién soy? un espíritu inquieto nacido en Salta. Sigo formándome en música y letras porque me apasiona. Soy profesora en letras y me desempeño como docente en nivel secundario y terciario. Disfruto escuchando y haciendo música, tocando instrumentos como teclado, guitarra y percusión. Amo la danza, leer literatura y  filosofía. Dedico mucho tiempo a meditar y pensar. La poesía es una forma de vida. Llevo publicados dos poemarios Ausencias. Entre silencios de luz y sombras (2023)  y Evanescente (2024). Actualmente  estoy trabajando en escritura de narrativa y poesía; planificando talleres, encuentros literarios y ciclos de lectura.

Fuentes:

  1. “Poema de poesía del pensar” en Relato, cuentos, poemas y misceláneas. Fernandez,Macedonio (2021) Editorial: Corregidor. ↩︎
  2. “Para una teoría del arte” en Teorías. Fernández, Macedonio (2021) Editorial: Corregidor. ↩︎
  3. Poema 40 en Sexta poesía vertical. Juarroz, Roberto (2012) Editorial: Cátedra. ↩︎
  4. Poema 20 en Octava poesía vertical. Juarroz, Roberto (2012) Editorial: Cátedra. ↩︎

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

2 comentarios sobre “Evanescente transparencia

  1. Reflexiono desde tus palabras en paisajes que brillan y se desmoronan entre la sismicidad del tiempo, me has llevado a tus senderos tras la curiosidad de mis propias búsquedas. Agradecido estoy. Tus maestros escritores cuando los lees y cuando los he leído me llevan en rutas paralelas donde nos hacemos apropiaciones desde la conciencia que intenta llenar sus vacíos para abrirle campo a nuevos vacíos.

    Le gusta a 1 persona

Replica a Juana Manuela Cancelar la respuesta