Peruana de pura cepa, Hilda Palermo

Siempre que me acuerdo de Perú, viene a mi memoria la presencia y la figura de mi querida amiga Ilda Palermo Cabrejos.
A ella la conocí hace muchos años, yo era muy joven y estaba en ese momento ocupando cargo en el área de Cultura de la Municipalidad de Salta, cuando estaba de intendente Alberto Alderete.
En esa época Hilda era la cónsul de Perú en Salta, tarea que cumplió siempre de manera impecable; no sólo promocionó Perú en diferentes ocasiones, sino que organizaba diversas actividades para mostrar su cultura, su gente, su geografía y sus valores; realmente nos hizo querer a Perú.
Despertaba en cada uno de nosotros como salteños, el deseo de conocer ese país, tan lleno de historia, de valores y de cultura.
Pero además Hilda cultivaba la amistad, cuando organizaba eventos, siempre tenía un elogio, algún comentario u aporte para hacernos, y eso hacía generar lazos de amistad con la gente con la que interactuaba en distintos estamentos, municipal, provincial, legislativo y consulares.
Tengo los mejores recuerdos de Hilda, y cuando ella deja Salta, seguimos viéndonos, cuando ella venía a visitar a su amiga Amelia Fernández de Posadas.
Era muy interesante conversar con ella acerca de sus viajes por el mundo, de esa mirada tan particular que tiene; crítica y conciliadora sobre los lugares del mundo, sus gobiernos, sus políticas y sus formas de ser.
Cuando me visitaba en mi oficina, tomábamos un café mientras charlábamos y por ahí también compartimos un vino o champagne.
Sin duda que Hilda es una mujer encantadora, preparada en su carrera diplomática y siempre abierta a aprender más.
En este momento especial de salud que estás transitando, quiero mandarte un abrazo gigantesco con toda la energía que necesites para que pronto te recuperes.
Con todo el cariño y un absoluto respeto, por tu persona, tu carrera, tu investidura.
Cariños desde Salta.

sergio bravo

Hilda querida,
Hablar con las amigas, cuando atraviesan por momentos difíciles en su existencia, implica siempre un dolor compartido. 
Eres de esas personas que no pasa nunca inadvertida, a pesar de tu sencillez, modestia y actitud reservada.  Recuerdo cuando en 1996 nos presentó el amigo común, Ramón ya fallecido, y trabamos una amistad conservada bajo las premisas del tiempo y la distancia.
Estabas muy activa en el servicio diplomático entonces y te gustaba venir a nuestra Isla, amén de tus funciones, y siempre recibía tus llamadas o la de los amigos cubanos más allegados con quienes compartías. 
Mujer de gran sensibilidad y dulzura siempre has estado interesada por el mundo político, de profesión y vocación, en el cual la cultura ocupa para tí un sitio muy importante por el cual estudiaste las Maestrías de  Historia y Museología, especialidades que te hacen una especialista de primer orden.
Pero te has hecho una periodista avezada con los artículos publicados en Las Tertulias de Juana Manuela en las que me embullaste a participar.
He revisado nuestra correspondencia y lamentablemente perdí por rotura de la computadora gran parte de mis tesoros archivados.  Quizás esos ahora me partieran narrarte algunas anécdotas de nuestras platicas o fotos.
Estabas cargada de trabajo y yo enredada activamente en mi ejercicio periodístico de un lado para otro, pero a ti no se te escapa detalle, si de halagar o cumplir con los amigos se trata.
Recuerdo una ocasión en que insistentemente me requeriste alguna de mis necesidades materiales…,y yo te contesté que unas pilas para la grabadora.  Y luego recibí dos cajas de pilas como para que escribiera una versión de El Quijote…, así eres.  Llena de detalles y felicitaciones en los aniversarios.
Peruana de pura cepa tu ciudad natal, Trujillo, está en el centro de tus orígenes y la familia ocupa tus pensamientos en los cuales tu hijo es un gran centro.  
Cuando en 2014 ingresé para operarme de la cadera, estabas en Cuba por esos días, y te apareciste en el Hospital la noche antes de mi intervención quirúrgica con una Virgen de Guadalupe montada al relieve en madera y metal, que desde entonces, preside la cabecera de la cama.
Ese acto me conmocionó tanto por la sorpresa ante mi devoción por la Patrona mexicana, como si lo hubieras adivinado,  y la necesidad de tenerla en aquel momento fue vital para sentirme con fuerzas.
Se que eres persona profundamente religiosa y de mucha fe y eso me tranquiliza. Tus amigos y amigas todos en este mundo rezamos hoy para que salgas adelante en este momento. 
Desde ese día, que guardo particularmente con mucho agradecimiento y cariños queda impreso ese divino gesto que te marca para siempre como una mujer muy especial y una gran adivinadora de los amigos en apuros.
Gracias Hilda por tu amistad, todos tus gestos de amor hacia Carlos y hacia mi, y por compartir parte de tus vivencias personales de trabajo y familiares a traves de la correspondencia.
Hoy te pedimos todos y todas la misma fe y fortaleza que posees, Mujer Especial. ¡Te queremos un montón!
Lupe

Guadalupe yajuar díaz