Por Argentina Mónico

Cerramos un nuevo año, con mucho movimiento, podemos decir que ha sido un año colmado de desafíos y logros. Lo importante es que nunca perdimos nuestro horizonte que es, trabajar por nuestra cultura.
Comenzamos el año pisando fuerte, según el dicho, ya que recibimos el premio Macacha Güemes, otorgado por el Consejo Deliberante, en manos del concejal Pablo López, por nuestra labor cultural, y eso sin duda fue un aliciente.

Nuestro primer evento cultural en el mes de la mujer fue «Urdimbre de mujer» un homenaje a las mujeres artistas en diferentes disciplinas, el cuál se desarrolló en el Centro Cultural América, con toda la magia que ese espacio cultural tiene, así que fue realmente un momento inolvidable con el arte.

En materia editorial, fuimos sumando más autores, y con ello nuevas obras de diferentes géneros, llegando a superar las 200 publicaciones, que considerando que somos una editorial con sólo 6 años de exeriencias librera, es sin duda un muy buen resultado. Además pudimos asociarnos a la Cámara Argentina del Libro, abriéndose nuevas puertas, en materia de alianzas, difusión y contactos.

Al hablar de alianzas ha sido muy significativo, el vínculo que logramos concretar con Artes Gráficas Crivelli, porque no sólo mejoramos la calidad de nuestras obras, sino que encontramos una amiga en Silvana Crivelli, quién desde su expertéz, supo brindarnos consejos valiosos sobre el rubro.

En materia de proyectos, fuimos beneficiados por el Ministerio de Cultura de Nación, desde el programa de Fomento al libro, para hacer realidad el sueño de que la revista Las Tertulias, pudiera salir en formato papel, así que presentamos en el marco de la XIII Feria provincial del libro de Salta, los primeros dos números, y aprovechamos este espacio para socializar el 3er número.
En lo que respecta a eventos, realizamos diversas actividades culturales, no solo presentaciones de libros, sino también eventos musicales: Homenajeando y Tierra adentro; talleres para niños: Rimaditos y las aventuras de Taquito, y también se pudo desarrollar el taller de escritura «Sumergidos en palabras», que culminó con la publicación de la Antología de Almas: En la hora más serena, coordinada por Adriana Cigno.


Y en materia de infraestructura y desarrollo humano, pudimos ampliar el espacio de Juana Manuela para comodidad de los amigos tertulianos, y para dar apertura al «café literario» que aún está en proceso de maduración. También adquirimos nuevas máquinas y sobre todo ampliamos nuestro equipo de trabajo, incorporándose Daniela Fernández como correctora, Melisa Rodríguez como diseñadora y Máximo Ramos como administrador de redes.
Y para el cierre, desarrollamos una campaña navideña, para que escriban cartas a personas que se encuentran en contextos de encierro como: cárceles, hogares de niños, hospitales y hogares de ancianos; recibiendo cartas de dos escuelas: Escuela Nuestra Señora de la Asunción de Salta, Capital, y la Escuela Murialdo de Rosario de la Frontera, sumándose también escritores de Buenos Aires, Entre Ríos, Tucumán y Capital.




Ha sido muy significativa esta acción, porque nos ha permitido abrir un horizonte de trabajo solidario para el 2024. Nos comprometimos a desarrollar talleres literarios con los niños de los hogares y el hospital, como así también con los adultos mayores, porque ciertamente están ávidos de trabajar desde las letras.
Les comparto un poema de la escritora y narradora Amanda Juárez:
Los soles de Borges
¿Quién te dijo
que Jorge Luis Borges no veía?
El vio más de aquel
que mira y no ve…
¡Cuánto viste!
Maestro sin tus ojos
enséñame a ver sin mirar
tu que viste las conciencias
en los hombres…
La pobreza que posee… la riqueza,
de algunas almas que el poder
no les alcanza y usan armas
y se olvidan de la fe.
¿Acaso Dios? No quiso que tú vieras
el rostro triste
del niño que mendiga
la migajita del amor
para comer…
¿Tampoco quiso que tú vieras?
La secuelas de la guerra en la tierra
y la esperanza que no entiende los por qué…
¡Quiero un mundo de personas todas ciegas!
¡Quiero los soles de Borges para ver!
¡Ayúdanos! Maestro, aquí en la tierra
para salir de la ceguera y crecer…
¡Oh! Poeta tu mundo fue de las letras
no había números en tu agenda
dividiendo alguna cuenta,
sólo viviste de poesía
para ver…
yo siento que respiras
en tus libros y que asombras
cada día más … “tu ver sin ver”…
Para finalizar les agradezco su amistad, y es momento de dar la vuelta a una nueva hoja en el libro, para recibir con esperanza un nuevo año.
¡Les deseamos lo mejor para el 2024 y que nos encuentre hermanados en la difusión de nuestra cultura latinoamericana!

