Por José de Guardia de Ponté, gentileza de Aníbal Aguirre
La Copla es una composición poética de arte menor que cuenta con cuatro versos, decidora en forma sencilla, que expresa fuertemente el sentir y el pensamiento del pueblo y que está destinada por lo general a ser cantada.
La palabra deviene del latín: COPULA que significa “ENLACE”, es en definitiva la combinación de versos que conforman una estrofa. Unidas las estrofas pueden componer la letra de una canción popular.
Su origen es muy antiguo, se remonta a la Andalucía Árabe del siglo doce donde los campesinos del pueblo componían temas musicales para las festividades de la cosecha, estas canciones dieron por origen luego al romance sefardí de judíos y castellanos para luego en épocas de navidad componer villancicos, por fuerza de los monjes cristianos, en honor al niño Jesús.
Tiempo después la copla será adoptada por gallegos y portugueses y será la composición poética que dará letra a los ritmos ancestrales de esos pueblos.
Con la conquista la copla llega a América y dará origen a diferentes composiciones musicales populares desde México hasta el sur de Argentina y Chile. Del “fandango” derivará en “son huasteco” y el “huapango”. En Ecuador, Colombia y Venezuela será Joropo, Merengue, Vals Venezolano. Luego más al sur será Marinera, Chilena y Zamacueca. En el norte argentino será Baguala, Vidala y Vidalita y llegará hasta la pampa en forma de Milonga.
En Salta se hizo carne y en los carnavales y resuena, hoy más que nunca, al son de la “caja chayera”, si bien la copla pudo afincarse en todo américa, pero es en Salta donde está más viva y vigente que en cualquier otra lugar en el mundo, muchos… hasta piensan que la copla es salteña, en ella se resume todo el quehacer del patrimonio cultural folklórico, su profundidad musical y su alma, que está muy dentro del hombre de cobre.
La baguala es una íntima necesidad que sale del corazón ya que es parte de todos los sentimientos del pueblo. Alegrías y tristeza se entremezclan y afloran en los tiempos del carnaval.
El gaucho del valle con sus románticas zambas, el nostálgico y legendario cantor de la puna y el hombre de la selva, han adoptado a la copla y han confirmado a Salta como tierra de poetas y cantores, como no podía ser menos, por sus extraordinarias tradiciones. Un afán preservacionista y renovador al mismo tiempo. Siendo la cultura una herencia celosamente custodiada. Se la amplía con el estudio y se la manifiesta en creaciones y expresiones de arte de valores positivos.
No te metas cardenal
En medio de la lorada,
Porque te van a sacar
La flor más colorada.
Soy como el algarrobo
Pura flor, pura espina,
Parece que nada valgo
Pero doy flores y vida.
Flor de los ceibales
Florcita colorada,
Sangre de los gauchos
Que han peleao por la PATRIA.
Asociación de cultores de la copla
Las Tertulias de Juana Manuela 