Ballenas jorobadas

Por Hilda Palermo

¿Creen que solamente cantan las sirenas? No, también cantan las ballenas, por eso la prensa internacional ha informado del tercer congreso Mundial sobre las ballenas jorobadas que se realizó en Santo Domingo, República Dominicana, justamente cuando en la Bahía de Samaná, se podían apreciar a numerosas de ellas alumbrando a sus crías. Esta vez el tema del congreso fue el canto de las ballenas y su interpretación, temas que aún falta mucho por estudiarlos.

Sus cantos o gemidos no dejan de inquietar a los científicos, porque no todas cantan igual, tiene acentos regionales; las ballenas del Atlántico cantan de manera distinta a las del Pacífico. Los machos cantan las canciones más largas, pueden durar hasta 20 minutos; hasta hoy los estudiosos no han podido precisar si estos sonidos son para atraer a las hembras, conflictos con otros machos o lo que se llama la ecolocalización para encontrar comida. En los años 2000 se logra entender que las interacciones entre los machos permitían definir su territorio, identificarse y comunicar su fortaleza a las hembras, según el científico francés Olivier Adam, de la Universidad de La Sorbonne.

También se producen registros en los cantos que se van modificando cada cierto tiempo, por lo menos cada 15 años o, raras veces, el registro dura una sola temporada.

Lo que aún no se ha podido determinar es la individualidad de cada canto, identificar la voz y el sujeto, establecimiento de jerarquías, mensajes, etc.

Después de un estudio muy exhaustivo, se ha determinado que las ballenas jorobadas emiten vocalizaciones con frecuencias regulares, frases de 4, 5 o 6 vocalizaciones en bucle durante 15 a 20 minutos, en un determinado territorio sonoro y se pueden oír hasta una distancia de 20 km. Estos cetáceos suelen ser muy solitarios, pero son amigables con otras especies de ballenas o delfines.

La vida de las ballenas jorobadas aún tiene aspectos desconocidos, cómo pueden estar sin comer varios días, se sabe cuándo llegan, pero no cuando se retiran; todavía queda mucho por estudiar y mucho por cantar.