En la voz de Juana Manuela

Por Argentina Mónico

Juana Manuela Gorriti es reconocida como la primer novelista sudamericana y una de las iniciadoras de la literatura fantástica argentina. Acerca de ella, escribe Leonor Fleming (investigadora salteña, doctora en Letras por la Universidad Complutense de Madrid): «Juana Manuela Gorriti fue una mujer de avanzada y una visionaria, una luchadora que no desertó ni de la vida ni de la escritura»

Voy a ponerme en la voz de Juana Manuela Gorriti, porque tuve la desdicha de asistir a un evento en homenaje a la mujer, donde entre las homenajeadas estaba la querida Juana Manuela, y en voz de un historiador reconocido en el medio, se hizo alusión a su figura con total desprestigio, trayendo a colación una serie de rumores de amoríos que se le endilgan (en clara consonancia con panelistas de programas de chimentos y de la prensa amarilla). El disertante aludía jocosamente a las habilidades viriles que tenía Belzú, quien fuera marido de Juana Manuela, acompañando su comentario con gestos soeces.

¡Y a veces los gestos valen más que las palabras!

Comentó, también, que en una ocasión Belzú estaba enojado con ella porque no sabía cocinar y que seguramente gracias a sus amigas, pudo hacer el libro de la Cocina Ecléctica, que tanto renombre ha tenido en América y también en Europa, por ser el primer libro de cocina latinoamericana.

Solo mencionó como un dato menor, que era una intelectual y que gracias a las Tertulias literarias se hizo famosa en Perú.

Era tal la indignación que sentí, que me retiré del salón, y por respeto al auditorio que parecía divertirse, no quise intervenir, pero me pareció oportuno escribir este artículo, para interpelar e indagar sobre miradas y perspectivas en relación a la mujer, justamente en el mes de la mujer.

Juana Manuela fue una librepensadora que asumió los riesgos de sus decisiones; defendió la libertad e independencia de la mujer en el transcurso del siglo XIX, en cuyo contexto sociocultural todo le era adverso. En su modo de ver el mundo, eligió los ingredientes de la cultura sudamericana para cocinar sus historias al rescoldo de su imperativo de mujer que no se sometió a los mandatos de una sociedad machista y asumió el costo.

Cuando hablamos de personalidades destacadas en la historia, como es el caso de Juana Manuela Gorriti, siempre se pone por encima de todo, aquello por la que ha sido reconocida a lo largo del tiempo, y no por los errores que pudieran haber cometido, porque su obra transciende a cualquier otro hecho.

Juana Manuela Gorriti, no sólo era una intelectual sino una mujer patriota que supo batallar con su pluma y su gestión cultural, colaborando a la gesta independentista desde sus tertulias literarias; espacio donde no se perdía el tiempo, sino que además de disfrutar del arte, se abordaban temáticas candentes de la época que daban pie a intervenciones sociales posteriores.

Para situar los hechos, en la época en que nació Juana Manuela Gorriti (1816), se educaba y formaba a la mujer para la vida familiar, los quehaceres del hogar, y también en el arte de cocinar. En el ámbito intelectual eran los hombres los que tenían el protagonismo, sin embargo, Juana Manuela, además de aportar a las letras con su pluma, tuvo la capacidad de generar espacios para la difusión del conocimiento, y el diálogo interactivo sobre los acontecimientos históricos y políticos de su tiempo. Esto validó el reconocimiento en el proceso de la Historia.

Con respecto a la familia Gorriti, que vivía en La Frontera, en dos estancias ubicadas en Horcones y Miraflores, cabe resaltar que prestaba especial atención en preparar a sus hijos en la formación de valores y en el acceso a todo tipo de saberes, sobre todo los que tenían relación con las actividades diarias del campo. Como familia solían compartir con los lugareños, diversas actividades cotidianas de la ruralidad que desarrollaban destrezas y habilidades no sólo en los hijos varones, sino también en las hijas mujeres. En oposición a mandatos de la época, las jovencitas de la familia Gorriti no sólo aprendieron el arte de la cocina, sino también tenían conocimientos acerca del cuidado de animales, del funcionamiento de un tambo, sabían ordeñar las vacas, asistir las caballerizas, y es en ese ambiente donde se forjó Juana Manuela, es así que en uno de sus obras señala:

«La que escribe nación en la frontera de Tucumán y en el recinto de un campamento. Pasé los primeros años de mi infancia en la soledad de los campos, donde mi padre, coronel en el ejército patriota, había juzgado necesario relegar su familia, pués, las ciudades eran entonces, el teatro de la guerra.

Crecí entre los rebaños, sin otra sociedad que los pastores y los soldados de mi padre. (…)»

J.M. Gorriti (1892). Lo íntimo.

Esta experiencia fue vital para la escritora porque abrevó de ese tiempo de luchas políticas e infortunios familiares para indagar en las palabras y dejar plasmada en su obra literaria un testimonio de los acontecimientos históricos y sociales con una pluma personalísima y vigorosa. Además, aporta descripciones extraordinarias de espacios geográficos que solo puede detallar con tanta solvencia, quien mucho anduvo y observó con detenimiento.

Por eso,volviendo al disertante en cuestión, ¿acaso poner en entredicho sus habilidades culinarias no estaría demostrando, más bien, una mirada parcializada, incompleta y hasta tendenciosa sobre el ser y el hacer de Juana Manuela? ¿No será que esta lectura tan sesgada de una mujer denota una falta total de perspectiva humana (y de género) para interpretarla con tal pequeñez?

En lo íntimo (1892), Abelardo Gamarra, amigo de Juana Manuela señala:

«(…) Y es que ésta mujer sabía tan bien meditar en su bufete de escritora, como ponerse el delantal y lucir en todos los ramos de las más exquisita cocina. (…)»

Lo íntimo (1892).

Es así que su libro Cocina ecléctica (1890), no fue producida gracias a sus amigas que le pasaron recetas, como señaló este historiador, porque este libro es un verdadero «recorrido geográfico gastronómico donde el plato funciona como bandera» según María Gabriela Mizraje, en su trabajo «La escritura velada»:

«En Cocina ecléctica se guarda en verdad una receta literaria: cómo agotar las posibilidades de la femineidad en la escritura, la marca temática que constituye una decisión formal, lícita de imitaciones, como lo prueba Emilia Pardo Bazán. A aquel texto puede acercársele modernamente la potenciación de la metáfora que ostenta. La cocina literaria de Juana Manuela Gorriti es, en efecto, ecléctica. Porque si las recetas recorren una geografía heterodoxa y proceden de diferentes manos, el circuito de lecturas, tradiciones y apuestas que cruza las decisiones literarias de Gorriti reconoce, por lo menos, las filiaciones indígenas y española, lo gauchesco y lo norteamericano, los gustos de Paris, de Italia, de Alemania. Gorriti mezcla en citas y referencias, en emulaciones e inhumaciones estos derroteros textuales de la cultura universal que le han acercado el doctor general -su padre-, el canónigo, el coronel, el otro doctor, la biblioteca de los franciscanos; Juana Manuela no ignora a Poe ni a George Sand, a La Rochefoucald ni al canto quichua, a José Hernández, a Ricardo Palma o a Emile Zola. Mujer de su tiempo, intelectual al día del circuito posible por estos puertos del Atlántico, dedica, difunde, alude y construye tales cruces.»(…)

M.g. Mizraje – La escritura velada

Y ciertamente era una intelectual muy formada, que tenía la habilidad de relatar los sucesos que acontecían con magia sublime, en algunos casos poniéndose en el lugar de los personajes para narrar; pero de ninguna manera era una mujer frívola, siempre luchó por sus ideales patrios, con la firme convicción de que su condición de mujer no frenaba sus metas.

Y como señala Mizraje: «Juana Manuela supo de más de un secreto literario: no fue una escritora inocente, careció del candor que en cambio sí tenían muchas de las mujeres asistentes a su tertulia. Estuvo entrenada en crítica, en arte, en historia. Supo de las encrucijadas políticas y de las determinaciones económicas. (…) Supo que el fin de siglo sacudiría las luces de toda la inmigración agazapada y que la inminencia política cambiaría algunos derroteros de la patria. Supo que el dandysmo achataba los méritos de la gesta patriótica de la Independencia y que los ponchos empezaban a caer allá donde se henchían las capas. Supo de la diferencia entre ser patricio terrateniente y ser aristócrata. Y supo, finalmente, que su apellido sufría un último destierro».

Será en el exilio, cuando sus tierras son confiscadas, que Los Gorriti deben sortear obstáculos económicos, y es así como señala el escritor e investigador Carlos Maita que: «Es en esta etapa de ostracismo que la familia salteña comienza a vender comidas en las proximidades de la plaza de Tarija, iniciándose entonces «la empanada salteña» cuyo origen se liga con Juana Manuela Gorriti.»

Por lo expuesto no queda dudas, que Juana Manuela Gorriti sabía cocinar y conocía el arte de la cocina, donde no sólo se tiene en cuenta la receta, sino también el contexto donde se encuentran los ingredientes, las medidas que se utilizan en cada caso, los secretos que son enseñados de boca en boca, y el arte con que se deben preparar y servir los platos para halagar a los comenzales.

En relación los chismes sobre los amoríos y su relación con el Teniente Coronel Manuel Belzú, quién llegara a ser presidente de Bolivia.

Juana Manuela cuando lo conoce y se enamora tenía 15 años, y él ya era un adulto le llevaba 8 años, y si bien en esa época la adolescencia prácticamente no existía, se pasaba de la niñez a la adultez, en el caso de la mujer, a este tránsito lo marcaba el matrimonio.

Y Juana Manuela se enamoró de Manuel Belzú. Luego vino el casamiento y con ello también una vida que quizás no se imaginaba, porque quedó sola, en un lugar desconocido, tuvo que viajar por varias localidades de Bolivia, siguiendo a su marido. Ciertamente la situación para una joven niña que tuvo que enfrentar la guerra, lejos de su tierra natal. Pero como mujer educada en una familia patriota, el deber estaba por encima de todo, y es así que ya separada de Belzú, cuando le dicen que murió, va a su encuentro para vengar su muerte y darle sepultura, así relata en Panorama de la Vida:

«El 27 de marzo, dos días después de la fecha de la carta de Ud., Belzú, mi marido, el hombre que enlutó mi destino entero, vencedor de un combate en el que el pueblo derrotó al ejército, fue asesinado por el general que mandaba éste. Vinieron a decirme que Belzú había caído atravesadas las sienes de un balazo, y yo corrí en medio del combate; llegué hasta donde yacía el desventurado ya cadáver, lo levanté en mis brazos y en ellos lo llevé a casa: a ese hogar que él había abandonado tanto tiempo hacía! Con mis manos lavé su ensangrentado cuerpo, y acostándolo en su lecho mortuorio, lo velé y no me aparté de él hasta que lo coloqué en la tumba.

La misión de la esposa parecía ya acabada; mas he aquí el pueblo que me rodea y me pide más: me pide que lo vengue. Sí: lo vengaré con una noble y bella venganza, haciendo triunfar la causa del pueblo que era la suya».

J.M. Gorriti. Panoramas de la vida

Y así Juana Manuela, cumple con su misión de esposa, no por mandato, sino por reconocimiento del otro; por solidaridad va en busca del «hombre que enlutó su destino» y a «ese hogar que él había abandonado», enfatizando que ella cumple con su deber de asistir ante la muerte, aún frente al «incumplimiento de su esposo».

Al respecto María Gabriela Mizraje se refiere «Juana Manuela trae muerto al cuerpo que le fue infiel, devuelve a lo privado al hombre público y ensaya una escritura levemente naturalista (escuela que ella despreciaba especialmente en una mujer, como lo muestran sus comentarios a Mercedes Cabello). Belzú expulsado de sus días es recuperado en su literatura; lo destierra de su vida y lo entierra en la sepultura real y en la permanencia de los textos. Ese destierro (simbólico), como los otros, es aparentemente una consecuencia no buscada que el destino impone y una posibilidad de la nostalgia en la escritura. Destierro que responde a la política de los afectos.«

«Hay que darle la palabra al filósofo especializado en ética, capaz de dotar de contenido humano a la ciencia»

Juana Manuela Gorriti

Fuentes:

María Gabriela Mizraje. La escritura Velada. Universidad de Buenso Aires. Disponible en : http://lanic.utexas.edu/project/lasa95/gorriti.html

Juana Manuela Gorriti (obras completas). Editadas por Alicia Martorell. El mundo de los recuersdos, Oasis de la vida y Lo íntimo. Salta. 1999.

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

2 comentarios sobre “En la voz de Juana Manuela

  1. Bien hiciste querida amiga de alejarte de tal machismo mal ubicado y irespectuoso .Juana Manuela Gorriti no solo fue un ejemplo a seguir y con seguidores hasta hoy en dia si no ademas una fiel patriota y esposa dedicada a su familia.Son las mujeres que todavia hoy disturben al machismo comun y vulgar .Tuvo el honor de poder escribir una obra de teateo sobre esa gran mujer y fue edtrenada con exito en Salta la linda el año pasado con el papel de Juana Manuela Lucila Maria Victoria Moro acompañada musicalmente porcel famoso autor compositor y interprete Elias Saadi.
    Dr.Olivier Pascalin

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