Por Jorge Triviño Rincón

Uno de los más famosos cuentos infantiles, y que me han sorprendido enormemente desde niño, por el contenido tan particular, tan lleno de aventuras y belleza narrativa, además de gran imaginación y contenido espiritual, ha sido el cuento Pinocchio.
Pinocchio, es una novela de carácter infantil. Su autor fue el periodista Carlo Lorenzini, nacido 1826 y fallecido en el año 1890. Su pseudónimo adoptado, fue Carlo Collodi. Fue, además, librero, y posiblemente perteneció a la masonería. La novela, de 36 capítulos, se publicó por entregas en un periódico italiano, el que después se ha publicado de manera resumida como un cuento.

Storia di un Burattino, fue el nombre inicial con el cual fue conocido. La palabra burattino, es marioneta, o títere.
Narra las aventuras de una marioneta llamada Pinocchio. Hasta hoy, no se encuentra el significado etimológico del nombre de esta marioneta.

El maestro constructor, Geppetto, a quien en lenguaje oculto, llaman el átomo maestro, que radica en el ápice del corazón, también denominado Athanatos o inmortal.
Él construye a Pinocchio según las siguientes indicaciones:
La marioneta debe ser construida de materia que ríe; Él —Pinocchio—, debe saber bailar en forma de espiral y dar saltos mortales en el espacio y debe manejar la espada.
La materia que ríe, significa que debe tener capacidad de sentir. La connotación que se le da, es que debe tener a capacidad de reaccionar positivamente frente a las circunstancias, de manera positiva. En cuanto a saber bailar en espiral y dar saltos mortales en el espacio; debe evolucionar y adquirir consciencia de sí mismo, y con respecto al manejo de la espada—; utilizar su voluntad de manera consciente, además la espada también representa el manejo consciente del verbo o lenguaje.
Geppetto que es el constructor, sufre una decepción, ya que Pinocchio se escapa, desconectándose de su creador, y hallando al Grillo, quien representa la Consciencia de Sí Mismo, y a su vez a la Intuición o Voz Interior que le guiará en determinados momentos cuando lo necesita.

Posteriormente, él, se quema un pie, sin darse cuenta, pues aún carece de sensibilidad; desconectándose de la naturaleza y no pudiendo avanzar. Sin embargo, de nuevo Geppetto lo restaura.

En sus aventuras, tiene contacto con un Titiritero, que representa La Mente; pero, hay un dato muy importante: El Titiritero come fuego; es decir, posee una mente superior y el fuego de la caridad o sentido de belleza y armonía.
Un día, Pinocchio, decide rebelarse contra él y es compensado con cinco monedas de oro. Las cinco monedas, son los cinco sentidos de los cuales estamos dotados Actualmente.

Estos cinco sentidos tienen varios enemigos: El Zorro y El Gato. Ambos representan la Ilusión y la Malicia, quienes lo despojan de los cinco sentidos, pues lo obligan a enterrarlos en tierra para que germinen; lo cual es realmente falso. Los cinco sentidos son necesarios para avanzar en el sendero.
Uno de los personajes más valiosos, llega a su vida: La Serpiente. Ella es la Energía Creadora, quien le asegura que es un tonto y se ríe de él.

Otro de los protagonistas principales, es El Hada. En todos los cuentos infantiles, es un ser de gran hermosura y es quien guía a los héroes en circunstancias difíciles, en momentos en que necesitan una ayuda. La palabra Hada, es de carácter femenino, contrario a El Hado—, El Destino—, que siempre es funesto. Sin la menor duda, representa lo que en la religión Hinduista El Dharma —El aspecto positivo del Karma— que viene en auxilio del buscador.
Un Perro persigue a nuestra marioneta; sin embargo, se convierte en su amigo. El perro ladrándonos e intentando mordernos, simboliza La Ley, que nos azuza para que cambiemos de rumbo y sigamos el camino correcto.
Ya Casi al final de la obra, un Caracol gigante le abre una puerta, y es por poco tiempo un ser humano; sin embargo, esta situación es pasajera. Por un momento vislumbra la realidad. Contempla su verdadero Ser; pero la mente lo traiciona de nuevo es convertido en un burro. Se encuentra en un estado de inconsciencia, y lamenta cuanto ha hecho. Ese hecho es trascendente, pues sabe que ha obrado mal y se ha dejado guiar de su pensamiento, y por ello se encuentra encerrado en esa piel dura y tosca; comprendiendo su lamentable estado y sin poder retornar. Sin embargo va al Mar, al escapar, despojándose de esa piel. El Mar, es la Consciencia Universal y navegando llega a ser devorado por un Tiburón Ballena.
Ambos, salen desde el interior del cuerpo de la Ballena. Posteriormente, se encuentra de nuevo con todos los personajes del cuento, pero ya no les pone atención. En ese instante, se convierte en un Niño de Verdad.
Esta historia, tan trascendente como magistral, nos enseña el camino de vuelta a la senda espiritual mediante las dificultades que debemos sortear para ser sensoconscientes; es decir: tener consciencia y sensibilidad en justa proporción.
Es necesario resaltar, que Pinocchio miente en muchas ocasiones y que su nariz se le crece desproporcionadamente. El autor, también enseña que la mentira nos afecta indefectiblemente.
«Las mentiras, hijo mío, se conocen en seguida, porque las hay de dos clases: las mentiras que tienen las piernas cortas, y las que tienen la nariz larga. Las tuyas, por lo visto, son de las que tienen la nariz larga.»
Geppetto – Capítulo VII
También en el Capítulo XVII, nos alerta sobre la maldad y sobre los beneficios de la virtud:
«Cuando los muchachos se convierten de malos a buenos, tienen la virtud de dar otro aspecto nuevo y mejor a su familia y a todo lo que los rodea.»
Capítulo XVII
Y ya para terminar, estas palabras de Pinocchio: «¡Qué cómico resultaba yo cuando era un muñeco! ¡Y qué contento estoy ahora de haberme transformado en un chico como es debido!»
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