Soberanía

Por José Cantero Verni

Diagonales | Soberanía, soberbia y latrocinio
Suena el clarín de la guerra
su canto de libertad,
con la bandera gloriosa
a orillas del Paraná. 

Los piratas y corsarios
la patria quieren tomar,
desplegando la codicia,
la soberbia y la crueldad. 

Negra bandera del odio
hacen al viento flamear,
con ojos de calavera
de muerte y oscuridad. 

Un lamento de penurias
de tristeza y soledad,
con el filo de sus garras
dejan siempre donde van. 

Los soldados de la patria
esperándolos están,
como tigres al acecho
con coraje sin igual. 

Lucio Norberto Mansilla
el heroico General,
manda tocar a la banda
nuestro himno nacional. 

Retumba el himno cantando
en el viento sin cesar,
con la bandera Argentina
a orillas del Paraná. 

LUCIO MANSILLA: 

Ahí vienen los invasores
que nos quieren doblegar,
no saben que aquí tan solo
valientes encontrarán. 

Que en las aguas de este río
por la patria nada más,
lucharemos sin descanso
con orgullo y dignidad. 

Les mostraremos el temple,
coraje firme y tenaz,
que tenemos en la sangre
para dar y regalar. 

Que traigan todas sus armas
y que se vengan nomás,
que estos lobos hambrientos
por aquí no pasarán. 

RAMÓN RODRÍGUEZ: 

Estamos listos Señor
pa´ luchar en la batalla,
pa´ defender cada metro
de la patria soberana. 

El corazón nos enciende
con todo un volcán en llamas,
que bulle en el corazón
ardiente como la lava. 

Tenemos para esos gringos
todo el furor de la patria,
el filo de la hidalguía
en la punta de las lanzas. 

Así que vengan nomás
con sus enormes fragatas,
que aquí tenemos cañones
en la sangre y en el alma. 

RELATOR: 

Hoy es veinte de Noviembre
cadenas cruzan el río,
son los brazos de la tierra
gallardos que están unidos.  

Las velas al horizonte
pone proa el enemigo,
con cañones y fusiles
soberbios del egoísmo. 

Bandera de calaveras
profunda de los abismos,
paño de muerte que traen
de infiernos desconocidos. 

Es la bandera que cuelgan
en sus mástiles malditos,
esa bandera que siembra
la muerte por los caminos. 

El yugo quiere ponernos,
yugo de hambre y de frío,
el yugo que llevan siempre
sus corazones sombríos. 

No saben que en Obligado
en esa vuelta del río,
chocarán con la bravura
unidos a un solo grito. 

Ese grito de la patria
soberano e infinito,
ese grito corajudo
de soldados argentinos. 

LUCIO MANSILLA:

A prepararnos soldados
con honor, con hidalguía,
que estos viles invasores
se van a venir encima. 

Alisten ya los fusiles
que aquí en la sangre palpita,
el fervor del patriotismo
con la pólvora encendida. 

Don Juan Bautista Thorne
apunte las baterías,
pa´ defender este suelo
de nuestra soberanía. 

JUAN BAUTISTA THORNE:

Ya están los cañones listos
pa´ retumbar como el trueno,
pa´ frenar a las fragatas
en medio del entrevero. 

Ya están los cañones listos
con su mensaje de fuego,
con ese valor intacto
que viene del sentimiento. 

General estos cañones
tienen de chispa al aliento,
y el obús con que se cargan
la fuerza de todo un pueblo. 

RELATOR:

A orillas del Paraná
en la vuelta de Obligado,
esperan al enemigo
Mansilla con sus soldados. 

Montan guardia frente al río
con corazones hidalgos,
con ese amor por la tierra
de pasión y de entusiasmo. 

Con el furor en las venas,
con las armas en las manos,
y ese arrojo sin medidas
que palpita en todos lados. 

A orillas del Paraná
alza la patria su canto,
con voz de soberanía
que porta celeste y blanco. 

SOBERANÍA: 

Soy la sangre de esta tierra,
yo soy la soberanía,
en el alma de mis hijos
soy el surco y la semilla. 

Yo soy el cóndor que vuela
allá en la montaña altiva,
el viento que corre libre
en las pampas infinitas.

Yo soy ese fuego eterno
ese lucero que brilla,
en los ojos de la patria
sin distancias, ni medidas. 

Del monte tengo el empuje
poderoso que cautiva,
el aliento infatigable
de coraje y gallardía. 

Yo soy la flor de los valles
que engalana y que palpita,
en cada pecho encendido
de las Provincias Unidas. 

Soy espíritu de lucha
esa sublime energía,
que va al galope tendido
sin las riendas, ni la cincha. 

Soy el himno de la patria
inmensa llama que aviva,
el alma y los corazones
ardientes de la Argentina. 

RELATOR:

A un solo grito Mansilla
al lado de la bandera,
con voz firme y decidida
a los soldados arenga. 

Abren fuego las fragatas
siniestras y traicioneras,
sus cañonazos de muerte
con enconada violencia. 

Responden las baterías
con la pólvora en las venas,
las baterías patriotas
dispuestas para la guerra. 

Ramón Rodríguez al frente
con sables y bayonetas,
esperan el desembarco
para entrar en la contienda. 

Don Juan Bautista Thorne
a puro aliento y sin tregua,
responde los cañonazos
desatando una tormenta. 

Con ambición desmedida
la escuadra Anglo Francesa,
vomita su artillería
con sus garfios de soberbia. 

Los patriotas con la sangre
con increíble entereza,
le ponen pecho a las balas
sin dar respiro, ni tregua.

LUCIO MANSILLA:

A la carga mis soldados
con la sangre y con las armas,
que la vida hay que dejar
en defensa de la patria. 

Ataquemos todos juntos
con fusiles y con lanzas,
demostremos el coraje,
el fervor y las agallas. 

Defendamos los colores
la bandera soberana,
cada metro de esta tierra
que llevamos en el alma. 

RAMÓN RODRÍGUEZ: 

Aquí estamos General
con agallas lucharemos,
a morir y sin descanso
hasta el último resuello. 

Ni la muerte detendrá
este inmenso sentimiento,
el amor por esta patria
que retumba aquí en el pecho. 

SOBERANÍA:

Aquí estoy con mis soldados
con ardiente decisión,
combatiendo en la trinchera
al pie siempre del cañón. 

Para darles esa fuerza
la confianza y el valor,
el torrente de mi savia
con el trueno de mi voz. 

Ese espíritu infinito
que es volcán en erupción,
los laureles de la gloria
de mi eterno pabellón. 

Ese canto que se escucha
con clarines de emoción,
con el brillo majestuoso
refulgente como el sol. 

Aquí estoy con mis soldados
combatiendo con valor,
con mi gracia soberana
la que enciende el corazón. 

RELATOR:

Los patriotas con enjundia
con arrojo denodado,
sin cuartel a la trinchera
la defienden palmo a palmo. 

Ya Mansilla con sus hombres
firme aguanta el desembarco,
enfrentando al enemigo
con coraje y a sablazos. 

Los malditos invasores
con sus garras de corsarios,
chocan frente a la muralla
de este suelo soberano. 

Aún en número inferior
los patriotas a destajo,
ponen todo su furor
combatiendo sin descanso. 

Los soldados con Mansilla,
luchan todos sin desmayo,
sobre el río Paraná
en la vuelta de Obligado. 

JUAN BAUTISTA THORNE:

Por la patria y la bandera
lucharemos sin cuartel,
entregando nuestra sangre,
nuestra vida y nuestra piel. 

Mis soldados, mis valientes,
nos juremos de vencer,
que ni el filo de la muerte
nos despoje este querer.

SOBERANÍA:

Es mi amor el sentimiento
de la misma libertad,
esa huella que en mis venas
me da voz e identidad. 

Son mis armas la hidalguía
la más noble lealtad,
la plegaria que se alza
soberana y sin igual. 

Hoy es veinte de Noviembre
que ya nadie olvidará,
todo un símbolo de gloria
en la historia nacional. 

Que con sangre en Obligado
de Los Andes hasta el mar,
el clarín del heroísmo
para siempre cantará. 

LUCIO MANSILLA:

A vencer es la consigna
o a morir por esta patria,
de evitar que el enemigo
nos doblegue con sus garras. 

Defendamos la frontera,
todos juntos y a la carga,
con el grito de la vida
que retumba en las entrañas. 

Adelante mis soldados
que este suelo nos reclama,
de pelear hasta vencer
o morir en la batalla. 

RELATOR:

En la vuelta de Obligado
pelea la soberanía,
desafiando a los cañones
de las naves enemigas.

Luchando a brazo partido
con el valor de consigna,
esa medalla en el pecho
que luce siempre encendida. 

Pelea con esa euforia
tan increíble y tan digna,
ese estandarte de gloria
que en este suelo palpita. 

En la vuelta de Obligado
ensangrentada y herida,
la patria muestra su estirpe
contra el cañón siempre erguida. 

Adelante y a la carga
la bella soberanía,
se levanta victoriosa
con el nombre de Argentina. 

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

2 comentarios sobre “Soberanía

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