Los primeros inmigrantes llegaron en 1825, por la gestión de un alemán llamado Karl Heine, que fue enviado a Europa por el gobierno argentino para atraer inmigrantes. La llegada no fue fácil: Heine logró reunir a 311 personas con las que navegó hacia América del Sur, pero al llegar a Montevideo, en plena guerra de Argentina con Brasil, el barco fue interceptado por la marina de guerra brasilera, y los migrantes permanecieron prisioneros en esa ciudad durante tres meses, hasta que consiguieron escapar hacía argentinas. Las autoridades dispusieron que los recién llegados fueran alojados en un edificio desocupado perteneciente a los jesuitas y ubicado en la Chacarita de los Colegiales.
A partir de 1878 comenzaron a arribar los Alemanes del Volga, que escapaban del hostigamiento y la persecución antisemita organizada por el nazismo. Muchos de ellos debieron ingresar en forma clandestina, ya que la inmigración al país estaba oficialmente cerrada.
Las familias que llegaron a nuestro país, se radicaron en las provincias de Buenos Aires, Misiones y Córdoba.
En esta última Provincia están ubicados la mayoría de los inmigrantes.
Buscaron para vivir localidades de las Sierras de Córdoba, como ser La Cumbrecita, lugar de ensueño, donde el cuidado de su naturaleza y sus calles son muy importantes. Podemos encontrar allí en medio de sus campos hongos de colores diversos, helechos y flores increíbles, sus calles no tienen pavimentos y está prohibido el tránsito vehicular.
La gastronomía del lugar tiene sabor alemán: picadas, pescados, cervezas, todo artesanal y exquisito.
Otra localidad con aspecto del país que vemos hoy, es Villa Gral. Belgrano, donde muchas de sus construcciones tienen aspecto alemán, sus negocios con vitrinas colmadas de licores, pastelería y chocolates artesanales, invitan a degustar esas deliciosas preparaciones.
En la localidad de Alta Gracia, donde también radican muchos alemanes, se realiza la fiesta anual de las COLESTIVIDADES.
La gastronomía alemana está influenciada por cada uno de los países con los que tiene frontera pero aun así, esta cocina tiene una gran selección de productos con los que elaboran sus platos más célebres. Desde las carnes, sobre todo procesadas en forma de embutido, hasta los pescados y la gran variedad de productos lácteos que tiene esta tierra, todo esto hace de la cocina alemana una buena opción para sorprender con sus recetas.
STRUDEL DE MANZANAS
Esta receta es simple, podemos prepararla con masa de hojaldre.
Ingredientes
- Masa de hojaldre
- 2 manzanas verdes
- 30 grs. de mantequilla
- 1 naranja
- 40 grs azúcar rubia o morena
- 40 grs de nueces
- 15 grs de piñones (opcional)
- 1 huevo
- Azúcar impalpable
- Canela molida
Preparación
La masa de hojaldre debe estar temperatura ambiente. Precalentar el horno. Descorazonar y pelar las manzanas. Cortar en trocitos. Colocar en un bols las manzanas y añadir: la canela, un chorro de jugo de naranja, mantequilla derretida, nueces en trocitos, azúcar y piñones. Mezclar todo.
Poner papel vegetal en el la fuente de horno y colocar el hojaldre y colocar el relleno en la masa y enrollar. Sellar y pintar con huevo batido la superficie. Hornear a 200º más o menos 20-25 minutos.
Sacar del horno, dejarlo reposar y espolvorear azúcar impalpable.
Las Tertulias de Juana Manuela 