Por Argentina Mónico

Para analizar las crisis de valores que vivimos hoy, es importante también analizar una época de nuestra historia argentina, la Belle Époque, donde nuestro país figuraba como una de las potencias del mundo, y el campo era nuestra fuente de riqueza, que con la apertura de los mercados extranjeros, el desarrollo de los puertos y el ferrocarril, posibilitaba un movimiento de capitales tanto de las provincias como de Bs. As., como bien describe James Bryce en su visita a Bs. As. en 1916:
«Buenos Aires es algo entre Paris y New York, uno se siente allí más cerca de Europa como en ninguna parte de Sudamérica.
Villanueva J. Boletín de lecturas sociales y económicas. UCA. Nro. 35. La Economía en la era dorada de Argentina.
Pero además del crecimiento económico, ésto también pudo ser posible por la inmigración, que permitió fomentar la cultura del trabajo, con la instalación de inmigrantes en diferentes lugares del territorio argentino, muchos de ellos despoblados. Y la visión del inmigrante, trajo aparejada también la socialización de saberes técnicos – tecnológicos, que dieron origen a diferentes sectores productivos.

Desde el punto de vista educativo, durante la presidencia de Roca (1880 – 1886), se celebró el 1° Congreso Pedagógico Nacional, se impulsó la Ley 1420 de Educación, iniciativa del expresidente Domingo Faustino Sarmiento, por entonces director del Consejo Nacional de Educación, quien consideraba que la Educación es la principal herramienta democratizante de una sociedad, estableciendo la educación primaria obligatoria, gratuita y laica.
También se realizó el primer Censo Escolar Nacional, que permitió recabar datos exactos sobre la población en edad escolar, índices de alfabetización y condiciones de los establecimientos educativos existentes, afin de desarrollar políticas educativas basadas:
- Obligar el acceso a la educación básica de la población argentina.
- Reducir los niveles de analfabetismo nacional.
- Utilizar estos recursos como un instrumental hábil para el afianzamiento de la democracia.
- Otorgar a las universidades autonomía en diversas cuestiones, a través de la promulgación de la Ley Avellaneda.
Considerando estos aspectos, sin duda podemos señalar que la Educación permitió acompañar el proceso de mejora en las condiciones de vida de la sociedad argentina, sustentada en los valores sociales de Equidad, Libertad, Respeto, Inclusión y Responsabilidad.
Hemos transcurrido mas de un siglo desde aquella época (Belle Époque) y se supone que con el avance de los años, el ser humano crece en conocimientos, capacidades y habilidades, permitiéndole mejorar su calidad de vida, y por ende el desarrollo de la sociedad en general.
Pero es evidente que esta lógica de crecimiento, de maduración, de tiempo transcurrido, no indica realmente un desarrollo desde un sentido ético y moral; porque hoy podríamos decir que el avance científico y tecnológico es realmente grandioso, que las creaciones humanas son impresionantes, prueba de ello, es la realidad virtual, como espacios digitales, donde nos sumergimos simulando espacios como si realmente fueran reales, donde interactuamos, y sin duda esto es producto del ingenio humano y su evolución.
¿Pero en qué estamos fallando si hemos crecido en saberes y habilidades?
El problema está centrado en el valor que le damos a las cosas y a los saberes, hemos construído un mundo, sin sustento moral. ¿Pero cómo es posible esto?
El valor moral se entiende como el conjunto de normas, creencias, valores y costumbres subjetivas que dirigen o guían la conducta de grupos de personas en la sociedad, desde un sentido de bien.
Pero resulta que hoy hemos perdido la formación en valores, trabajados en las familias y fortalecidos en la escuela. Ya que hoy las familias tienen poco tiempo para educar a sus niños, por distintas razones, y son las pantallas que los educan, las que generan nuevas maneras de ver la realidad, su realidad.

Desde esa nueva realidad, la realidad virtual, se generan nuevos hábitos, nuevos comportamientos, nuevos valores, que desde la escuela no son trabajados, quizás por desconocimiento del mundo virtual, o porque simplemente seguimos pensando que las familias son las encargadas de la formación en valores.
Pero sabemos que es en la Escuela, donde los niños socializan con otros, y pueden comprender el sentido del Respeto, la Tolerancia, la Lealtad, la Equidad, entre otros. Además desde la formación de las tradiciones que hacen al ser argentino, se trabajan en el contexto escolar, las fechas patrias solo como un disfraz de cartelera escolar, porque los niños no saben porqué se festeja en días diferentes a los estudiados, todo se corre desde un sentido turístico, sin respetar su historia.
¿Pero será que estamos educando en valores?

Por razones mayormente laborales, las familias no tienen tiempo para educar en valores y la Escuela poco hace, y ahora en tiempos de pandemia mucho menos. Pero lo grave es que hoy los niños están siendo educados por pantallas, que simulan ambientes de la vida cotidiana, donde aprenden un sistema de valores contrapuestos a los que se enseñan en la casa y en la escuela.
En la virtualidad, se desarrollan otros códigos, otros sistemas de valores, donde la Mentira es lo primero que se aprende para poder ingresar al ciberespacio. Aprenden a mentir para crearse una cuenta, que es sólo para mayores, ingresando a un mundo que les parece más atractivo que el real, donde el anonimato y la simulacion es moneda corriente.
Este nuevo sistemas de valores actúa de manera envolvente, en la formación de nuestros niños, adolescentes y también jóvenes, que consieran que todo vale, que todo es posible.
¿Pero qué relación existe con el desarrollo social y la formación de valores de los sujetos?
Los niños hoy representan el germen de nuestra sociedad, serán ellos los futuros ciudadanos que actúen mejorando o no nuestro contexto social. Pero además vemos hoy que estos sujetos, no encuentran en los adultos un espejo donde mirarse, un modelo a seguir; porque cada vez son menos las personas que defienden sus raices, que tienen en firme sus sistemas de valores, desde el Respeto, la Honestidad, la Libertad y el Amor al prójimo. Ellos aprenden desde la pantallas, que los adultos, también mienten, que pueden robar sin ser castigados, que pueden injuriar y faltar el respeto, porque no hay una justicia que los juzgue.
Sin duda vivimos en una sociedad en crisis de valores, donde al parecer todo vale y nada es juzgado.
Qué triste es ver que fuimos una gran potencia mundial, con tanta riqueza económica por delante, la Belle Époque quedó atrás, porque se dejó de pensar en conjunto, como sociedad que procura el bienestar de la Patria por encima de todo, donde el Trabajo, la Responsabilidad y la Justicia, fueron banderas que hace más de un siglo flamearon en alto, y nos hicieron ser una potencia mundial.
¿Será posible que como Sociedad reflexionemos para cambiar, y TODOS desde la Familia, la Escuela, el Estado, podamos encontrar caminos que trabajen en el crecimiento moral y ético de las personas, para afianzar nuestro ser argentino?


Excelente!
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Gracias Claudia ojalá la sociedad cambie🙏
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«La Educación permitió acompañar el proceso de mejora en las condiciones de vida de la sociedad argentina, sustentada en los valores sociales de Equidad, Libertad, Respeto, Inclusión y Responsabilidad», estos valores solo fueron válidos para ciertos sectores sociales de la sociedad argentina de la época, tales como la emergente clase terrateniente por un lado y el «gringo» inmigrante por otro; no debemos olvidar el avasallamiento y apropiación de las tierras en las campañas del desierto por parte de las tropas al mando del Gral Roca, a los efectos de ganar hectáreas para la explotación intensiva de los campos…. Si bien gracias al agro y a la mano de obra extranjera, se engrandeció la Argentina, otra hubiera sido nuestra historia si desde las Políticas Públicas y en particular la Educación en aquellos tiempos ya hubiera pensado al país con mayor inclusión del gaucho y el nativo. Tal vez se hubiera terminado con la cultura de los cacicazgos y caudillismos que atentan cada tanto en continuar promoviendo una cultura de la obsecuencia, y hoy tendríamos verdaderos ciudadanos más reflexivos y críticos, capaces de dar verdadera identidad al Gen Argentino.
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Muy buen análisis de la realidad social de esa época pero evidentemente el sentido de desarrollo, las políticas que impulsaron la economía externa y los medios de comunicación lograron hacer que el campo pudiera aportar con su riqueza natural. En cuanto la Educación se hizo el primer censo Nacional para ver el grado de analfabetismo incluyendo al criollo y también a los inmigrantes que trajeron la cultura del trabajo. En realidad el artículo estaba destinado a comparar una época de la historia donde el país figuraba como gran potencia mundial y hoy estamos como el cangrejo cada vez peor.
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