Microficciones y microcosmos

por Claudia Villafañe Correa

Entre todas las mujeres que escriben en Salta, una llamó mucho mi atención por la variedad de sus actividades y conocimientos, como así también por la seriedad con que toma su oficio de escritora e investigadora. Esta nota está dedicada a Raquel Guzmán, compiladora y autora del libro bien llamado “Y Eva decidió seguir hablando” donde reúne la poética de las mujeres del NOA.

También ha publicado diversos trabajos de autora y la revista digital ENCIUDARTE que es una plataforma donde se puede acceder a proyectos de investigación y producciones académicas sobre literatura y arte en contextos urbanos, con investigadores de la Universidad Nacional de Salta,

Pero lo que me atrae de Raquel es su ductilidad para escribir cuentos cortos. Lo hace desde la brevedad del espacio tiempo de las microficciones que son en si mismas lo que he dado en llamar microcosmos, donde la idea del cuento surge, se desarrolla y culmina de manera acotada y concisa, dejando al lector ensimismado en la pequeñez de la gran historia

Ante mis preguntas ella se define a si misma como una mujer común que tuvo una relación muy intensa con la lectura desde la infancia. Esa relación fue cambiando con el tiempo, pasando por distintas fases

¿Quién es está mujer polifacética?

– ¿Polifacética?- pregunta ante mi insistencia y responde:

Si eso se refiere a mi como estudiante y profesora de declamación, lectora y escribiente desde la escuela primaria, luego docente e investigadora en el área de la literatura, entonces tal vez lo sea. Sigo en el camino generando y colaborando con distintos proyectos de difusión de la literatura en distintos espacios.

¿Qué significa escribir?

Escribir es una forma de pensar, reflexionar sobre situaciones, circunstancias, ideas acerca del mundo. Es también bucear en el lenguaje, sus sonidos, sus posibilidades combinatorias, su capacidad expresiva y los límites que tiene para decir el mundo. En este sentido pienso que la escritura más que una representación de la realidad es una versión de esa realidad, una hipótesis, como dijo Umberto Eco. El lenguaje es otra materia y tiene su propia lógica. Tampoco me gusta la idea de que la escritura literaria sea un modo de expresión al modo de un discurso psicológico, en la escritura literaria hay un trabajo con sus propias técnicas y formas según el efecto que se busca y el tipo de obra que se quiere construir. El oficio de escribir aparece entonces como una tarea a la que hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, comenzando por el tiempo que hay que dedicar a la lectura, actividad fundante del oficio de escribir. Pero a la vez es un oficio que da mucho placer, como debe sentir el pintor frente a su obra, o el músico al ejecutar un instrumento o una actriz al componer un personaje. Sólo diferimos en el material que usamos. Hace un tiempo escuché que Walter Adet festejaba ruidosamente cuando después de días y noches de trabajo lograba construir el poema tan buscado.

¿Cuál es su mayor pasión literaria?

La literatura en sí misma es una pasión, quizás por haber frecuentado mucho más la poesía, podría decirse que es mi mayor centro de interés. Tanto leer poesía de distintos lugares y tiempos como procurar escribirla.

¿Cómo se escribe una microficción?

Llegué a la microficción a través de la poesía. Es por eso que el cuidado en la selección de las palabras, los signos, los silencios me parece que son fundamentales a la hora de construir una microficción. En el cuento breve pienso sobre todo en una suerte de pliegue donde se desdoblan dos campos de significación, uno que se puede leer en la superficie y otro que se sugiere. Por eso es que, a diferencia de algunos autores que ven al microrrelato como un género menor, pienso que exige un trabajo de orfebrería.

Tips para comenzar a escribir cuentos breves y brevísimos

1)No abreviar las lecturas, sino al contrario, multiplicarlas. 2) Domar el lenguaje, no domesticarlo. 3) Si se recurre a la experiencia como tema, tomar distancia. 4) Cincelar con paciencia y perseverancia.

Después de estas gentiles respuestas no me queda más que agradecer a Raquel Guzmán, por la generosidad de sus conocimientos, que han de permitirnos a los escritores y lectores, intentar reducir el universo en la brevedad de pocas palabras.

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