Bendito San Cayetano

Hoy 7 de agosto, se festeja el día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Gaetano (ese es su verdadero nombre) nació en Vicenza, norte de la actual Italia, en el siglo XV. Fue el último de los tres hijos del conde Gasparo di Thiene (un militar que murió en 1492) y de la condesa María Da Porto, quien más tarde se convertiría en terciaria dominica.

Gaetano no estaba fuera del círculo del poder de su familia, y en 1504 obtuvo el doble doctorado en derecho civil y canónico en la universidad; y en 1506, a los 25 años de edad y gracias a las relaciones de sus tíos, tuvo la oportunidad de ser nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese puesto ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia.

Su prestigio era tal y su devoción tan férrea que fue ordenado sacerdote gracias a una oportuna dispensa del Papa León X. En sólo cuatro días, del 27 al 30 de septiembre de 1516, Cayetano pasó por todos los grados del orden sagrado. Sin embargo, retrasó la celebración de la primera misa otros tres meses, hasta la Epifanía, quizás por ese sentimiento de insuficiencia para el ministerio eclesiástico que lo acompañó durante toda su vida.

A partir de entonces, la celebración de la misa se convirtió para él en una práctica diaria, algo por demás llamativo por aquella época, en la que los sacerdotes del clero secular solo oficiaban misa los domingos y fiestas de guardar.

El Espíritu de Cayetano era de piedad y de misericordia. Y era consciente de la decadencia absoluta del clero de su tiempo, al cual solo le importaba el poder y el dinero, y enmascaraban sus apetencias económicas con la ayuda que solicitaban para los pobres. Cayetano, ante esta realidad, fundará en Roma un grupo de sacerdotes reunidos en una comunidad que se llamará “Oratorio del divino amor”.

Cayetano relata que tuvo una experiencia mística en la basílica de Santa María la Mayor de Roma en la Navidad del año de 1517 durante la misa de Nochebuena: la Virgen María le ofreció al Niño Jesús para que lo tuviera en sus brazos. Él así lo refiere: 

“A la misma hora de su santísimo Parto, me acerqué al santo Pesebre (…) recibí de las propias manos de la santa doncella, mi protectora, que acababa de ser madre al recién nacido Infante, carne y envoltura del Verbo eterno. No comprendo aún como mi corazón no se derritió en aquel momento, señal es, creedlo, Madre, que este corazón mío es más duro que el diamante. ¡Paciencia! Espero pronto se ablande”.

Su cuerpo primero fue enterrado en el cementerio conventual y hoy es venerado en la cripta de la iglesia napolitana de S. Paolo Maggiore. Beatificado por el Papa Urbano VIII con un decreto del 8 de octubre. 1629, fue canonizado por decreto del Papa Clemente X el 12 de abril 1671.

Para leer mas sobre sus milagros pueden hacer clic acá.

Para recordarlo en su día, nuestra amiga tertuliana Nelly Mormina nos envió el siguiente poema:

Plegaria a San Cayetano

Glorioso San Cayetano,
«Padre de la providencia»,
hoy visitamos tu altar,
y nos llenamos de gozo,
tu presencia nos reúne,
para que no nos falte el pan,
y un trabajo digno y justo
a toda la humanidad.
Todos los necesitados,
te pedimos un favor:
ruega siempre por nosotros,
que no nos falte tu amor.
Que Argentina se levante,
que nunca nos falte el pan.
Glorioso San Cayetano
¡bendice siempre el hogar!
Que retornen los valores,
y en la familia el amor
que ayudemos al hermano
sin importar su color,
que seamos solidarios,
y no nos falte el perdón.
Y que siempre nos bendigas
y nos des un corazón,
grande y puro para todos,
¡con pan,trabajo y amor!

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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