Por Argentina Mónico

Hoy se celebra el Día del Trabajador en muchas partes del mundo en homenaje a aquellos que el 1º de mayo de 1886, en Chicago, Estados Unidos, hicieron una huelga para exigir que, efectivamente, se cumpla con una ley que fijaba el máximo de la jornada laboral en ocho horas. La manifestación fue reprimida por la policía, por lo que hubo dos muertos y varios heridos.
Al cabo de unos días, el 4 de ese mes, se hizo otra revuelta y, esta vez, al reclamo inicial se le sumaron los acontecimientos del primer mitin. Ese día en las calles de la ciudad estadounidense, la violencia fue brutal y ocho de los 325 guardias de la fuerza policial que estaban allí murieron por un petardo que se lanzó en un episodio confuso. Ante esto, la represión se elevó y la policía disparó contra los manifestantes. Hubo alrededor de ochenta muertos y doscientos heridos.

Esta es una fecha importante para reflexionar sobre los momentos que se viven actualmente en nuestro país y en el mundo, donde todo pareciera estar a contramano del sentido común; inmersos en una vorágine de tareas que nos consume el escaso tiempo libre en ocupaciones secundarias, descuidando lo primordial: la familia, los amigos y el ocio productivo: como es simplemente disfrutar del paisaje, escribir, cantar, bailar y estar con los seres queridos.
En honor a los trabajadores, traemos un poema de José Cantero Verni, nuestro destacado poeta salteño.
«DÍA DEL TRABAJADOR»
José cantero verni
Celebremos todos juntos, este día inolvidable
este día de festejos al compás del corazón,
este día tan inmenso por el bien del que trabaja,
el sostén de tantas casas siempre dando lo mejor.
Hoy primero, mes de Mayo, entonemos este grito
defendiendo los derechos con intensa devoción,
y pidamos el respeto de mujeres y de hombres
que se alzan por millones, trabajando sol a sol.
Para ustedes este canto, los que ponen en la mesa
este pan de bendiciones del esfuerzo y el sudor,
que se agiten los colores del valor y el entusiasmo
con las manos del trabajo, grande y fiel trabajador.

Fuentes:
