TERESA GONZÁLEZ GARCÍA, UNA POETA TELÚRICA

Por Jorge Triviño Rincón

A treinta minutos de la ciudad de Manizales se encuentra un pueblo, en medio de una montaña, con sus casas de bahareque, en su mayoría, habitado por gente sencilla y tranquila; además de ser laboriosa. El pueblo se llama Neira, denominada, además, La perla del roble.

Caminar por algunas de sus calles empedradas nos causa cierta nostalgia, pero también alegría. Allí tuvo su cuna la poeta Teresa Gonzalez García, quien se ha mudado a la ciudad de Manizales.

Tuvimos ocasión de conocernos en la Corporación Centro de Escritores de Caldas (COCECAL) a la cual pertenecimos.

Por esa época, junio del año 2016, nos reuníamos a hablar de poesía, de pintura y de arte en general, y allí tuve ocasión de compartir con ella algunas producciones literarias, y con un grupo selecto de creadores.

Ella había sido incluida en una antología de Musa Levis de poesía contemporánea, y publicado, además, el libro: Viajera de la vida, del amor y de la muerte, y también participado en un encuentro regional de poetas en el municipio de Supía.

Su palabra es muy particular, pues en ella la voz se hace grave cuando denuncia los horrores de la guerra. Quizá la sensibilidad que tiene es la que le ha permitido, desde lo más profundo de su corazón, avizorar y denunciar, pues sus versos son manifestaciones del dolor que le embarga, al contemplar los horrores de la guerra. A veces siento que toda esa carga emocional, Teresa, la ha tenido acumulada y que, como un volcán en erupción, ha debido sacarla al exterior como lava ardiente, que quema y nos hace sentir —a nosotros sus lectores— el dolor tan abrumador que percibe.

Su libro Viajera universal denota la tragedia que es la guerra, y también, la esperanza de un nuevo amanecer. De él, transcribo algunos poemas. Este primero, es una plegaria:

El silencio del crimen
Música húmeda
del viento y soledad.
Pupilas de cementerio y trigo.
Silencio de luna, de piedra,
de mariposa de bosque,
de gargantas temerosas,
inundadas de palabras
calladas por el miedo.
Silencio urbano en el bullicio
silencio rural construido
de armas de sangre,
por donde se desploma
la luz de la niñez,
la gloria de la historia
y se cierran los canales del progreso.
Todo se anega
de cómplices silencios
con ojos de fuego,
con dedos de plomo,
con pies enlutados
por la muerte
sembrada debajo de la tierra.
Necesitamos el silencio de la guerra
y el grito de la paz.

Teresa González García

Este poema —en este momento tan difícil de nuestro país— es un grito que me recuerda la pintura sobre la guerra española de Pablo Ruiz PicassoGuernica, y las obras de Guayasamín, tan llenas de dolor, de clamor, de angustia.

Y como si Teresa González adivinara estos instantes tan dolorosos que estamos viviendo y que nos ponen a meditar muy seriamente nuestro papel, y si hemos sido conscientes de la angustia de nuestros congéneres en Colombia. Estos versos trozan nuestra alma y tocan las fibras más íntimas y lo más profundo de nuestra psique. Como dice el adagio popular, nos duele “hasta los tuétanos.”

Y como para que no quede duda, estos poemas que siguen y muestran la sensibilidad de la poeta frente a la guerra y el dolor, que punza como miles de alfileres:

Vientos de guerra
Vamos caminando
sobre las huellas
de las lágrimas del pueblo,
sobre la historia
del horror,
detrás de las sombras
de la luz
de la esperanza;
con la tristeza dibujada
en los ojos
de la desigualdad;
con la voz apagada.
El río gime,
huye desparramando
las flechas de la muerte
entre los oscuros bosques.
Testigo mudo
arrastrando la noche,
la soledad,
la furia de la sangre,
deshaciendo
el llanto
de la guerra.

Los caminos de la guerra
Por los caminos de los mares
y continentes de la tierra,
ondulan rostros
húmedos de lágrimas,
sollozantes,
agonizantes,
quebrados
por el fuego de la guerra.
Se ven huellas
de conversaciones heridas
en cada voz,
en cada mirada
castrada
por la desesperanza
que produce el aislamiento
de la guerra.
Hay un olor a sangre
apuñalando la risa
inocente de los pueblos.
Hay ciudades enteras
con el hambre colgada
en sus ventanas
y sus manos
cargadas de furia,
de soledad
y de vergüenza
por el poder
de la riqueza.
No quiero más
en los ojos de mi patria
el camino de la muerte
ni lágrimas de sangre.

Teresa González García

Esta composición poética, publicada en el libro de la poeta Teresa, es una premonición de esta situación vivida desde la pandemia de la covid-19, cuando dice:

Hay ciudades enteras
con el hambre colgada
en sus ventanas
y sus manos
cargadas de furia,
de soledad
y de vergüenza
por el poder
de la riqueza.

Teresa González García

Y me recuerda, en los tiempos de pandemia, los trapos rojos colgados de las ventanas de los pobres sin alimento, en las ciudades de nuestro país, y que hemos podido contemplar, sin dejar de sentir impotencia y angustia; pero este otro poema que cito a continuación, también parece ser una visión de cuanto ocurre en estos momentos en casi todas las ciudades de un país al que han vuelto los ojos de artistas, de políticos y de personas de todo el mundo:

Paradojas de ciudad
Diferentes tejidos de ciudad
se empina, se allanan,
se iluminan, se oscurecen,
proclaman el pasado,
evocan la esperanza y la derrota.
Enormes rascacielos
comparten el espacio con las nubes
y los planetas tiñen
de colores sus terrazas.
Un poco más abajo
hay ceniza de pesares
en todos los espacios:
las calles tienen huellas
de odio y de cuchillos,
se escuchan las voces
de todos y de nadie.
Los ojos del hambre
se levantan abatidos
en las noches
y en el día se desploman
con las gargantas anegadas
de sequedad de olvido,
desalentados por una atmósfera
de sombras y de sangre.
Ruedan por las calles
los sueños juveniles
entre risas, saltos y canciones.
Más allá
camina la muerte
en el tren del invierno
con bastones, ojos rotos
y lágrimas y adioses
emulando la velocidad
de los que aún palpitan
con la vida
y no sollozan
con la huida del tiempo,
ni llevan un cadáver en sus manos.
Al tiempo ondulan las calles
vertidas de argamasa y vidrio
y mueren los bosques y los ríos
y se ahogan en cemento
los ciudadanos del planeta.

Teresa González García
La poeta en compañía de otros escritores durante un encuentro regional.

Yo no sabría, si este poema —como todos los suyos — no denota una premonición de lo que habría de ocurrir en nuestro país en posteriores años; pues siempre me pareció su poesía atemporal. ¿De quién hablaba en sus poemas tan llenos de tristeza, de dolor y de angustia? ¿Habría vivido escenas tan patéticas y tan crueles? Debo reconocer, que, con el paso del tiempo, y con un reencuentro que tuve el día diecisiete de mayo del 2021, y al recorrer las líneas de sus poemarios, encuentro la respuesta a esta vate y poeta.

Definitivamente, el poeta es un adivino, pues penetra en los misterios y designios del Ser misterioso que está tras todos fenómenos. Como siempre, la mayoría solo ve la marioneta que realiza una acción, pero no puede vislumbrar las fibras del titiritero y mucho menos sus manos.

En la obra poética de Teresa González, también hay una voz de dolor por la pérdida de su amado; poemas que transmiten el profundo sufrimiento de su alma por la apresurada partida. He aquí, varios de ellos:

¿Para qué la espera?
Si no llevas mi neblina entre tus venas
¿para qué tu brisa
en mi desierto?
Si la luz de las estrellas
no cae entre las sombras de mi puerto,
¿para qué tus ojos en mi ocaso?
¿Para qué tu risa
si están ausentes tus besos en mi piel?
¿Para qué tus huellas
si no conoces mi camino?
¿Para qué tu palabra
si tu voz ausente no llega en la oscura soledad?
¿Para qué tus sueños
si no anida tu húmeda espiga
en el fondo de mi tierra?
¿Para qué tus manos de relámpagos,
cerradas de repente,
yo,
mendigo suplicante?
¿Para qué las sombras
de tu errante caminar
si no se enredan tus raíces
con mi esperanza?
¿Para qué el paraíso
si ya te has ido?

Teresa González García

Sin embargo, este viaje poético, estaría incompleto, si no insertáramos aquí, algunos poemas, llenos de agradecimiento y de felicidad.

Hombres
Los hombres son las estrellas
del corazón.
Están ahí con su voz
rodando por las venas
de mujer.
Son la envoltura
de las pasiones
más sublimes.
El dolor se desploma
frente a ellos.
El llanto se desvanece
con la suavidad
de un eco.
Son el germen
de los hijos
de la tierra.
Son el brazo
contra la soledad.
No hay inviernos
en sus ojos.
Tienen la magia
de inundar de paz
la casa que los ama.

Bibliografía

  • González García, Teresa. Viajera universal. Editorial Manigraf. Manizales. Septiembre de 2017.
  • González García, Teresa. Arden las venas de mujer. Editorial Manigraf. Manizales. Febrero de 2021.

Publicado por jorgeeliecertrivigno

BIOBIBLIOGRAFÍA Nacido el 27 de enero de 1958 en la ciudad de Manizales. Estudios de dibujo y pintura artística en Bellas Artes, Manizales. Escritor de literatura infantil y juvenil. Ganador de mención de honor y de recomendación editorial del Premio Andino y Panamá Enka de literatura infantil y juvenil, con la novela infantil: “Ricardo Caracol”. Obras disponibles en: www.lablaa.org del Banco de la República: “El canto de la cigarra” (Poesía infantil) y “Ricardo caracol” Otras obras: “Rosa la luciérnaga” Publicada en la Imprenta Departamental de Caldas en 1992. Ensayo de carácter espiritual. Se han publicado cuentos cada mes, desde mayo de 2015, hasta el 2016, en la revista literaria: “La letra errante” de México. Ensayos publicados en la revista digital: Tras la cola de rata. Pereira, Colombia: Juan Ramón Jiménez y la rosa, La imaginación creadora, Proceso de la imaginación creadora, Anima Mundi; Amado Nervo, la búsqueda de sí mismo, Ramón del Valle Inclán y la Gnosis, Semblanza de un amigo, Iván Cocherín el poeta; Barba Jacob, un corazón atribulado, El tesoro de los magos, Grandes enseñanzas en Blancanieves, La sabiduría oculta en las palabras, La verdad y la mentira, El amante del viento y de la rosa, El mayor engaño y el mayor olvido, Inexistencia del eslabón perdido, García Lorca: dramaturgo y poeta del encanto, Luis López del Mesa: gigante de América, El amor según la sabiduría, ¿Qué es poesía?, Amado Nervo: La búsqueda de sí mismo. “Apólogos” Colección Cumanday. Editorial Manigraf. Manizales, Caldas. Octubre de 2015. “Ronda de la vida” Libro de poemas infantiles. Octubre de 2016. Obras en colectivo: • Escritos en cuarentena, en el año 2020. Editorial Manigraf, Manizales, Caldas. • Medellín, Colombia. Voces literarias en el año 2020. • Voces literarias. Editorial Manigraf, Manizales, Caldas, en el año 2021 • Poemario Baja California del sur. México junio de 2021 • Antología Mariposas peregrinas. Editorial Ave azul. Ciudad de México. noviembre de 2021. • Ensayo La imaginación creadora. Junio de 2021. Editorial Magenta. • Ensayo La imaginación creadora, diciembre de 2021. Editorial The University Press of the South. Europa.

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