Por Mary Dib Ashur

Pensando en el tema de mi artículo de esta semana, pensé que hoy y en épocas de clases, las familias necesitan, especialmente a la hora de cenar, preparar platillos rápidos y con ingredientes que tengamos en casa.
Buscando algunos antecedentes sobre el tema, encontré el siguiente artículo en una página de internet, y lo comparto con mis lectoras y lectores.
La industrialización, los cambios sociales, económicos y tecnológicos cambiaron el ritmo de vida en el mundo. Atrás quedaron las largas horas en los fogones, los almuerzos con sobremesa, las cenas familiares, la comida casera hecha con productos locales…
El mundo de hoy es de horarios apretados, multiempleo, interminables esperas en el tránsito y un ritmo de vida tal que tener tiempo para cocinar e incluso para comer es a veces un lujo. Y ahí la comida rápida brilla con luz propia.
Y aunque suena a algo de los tiempos modernos, lo cierto es que en la Antigua Roma había puestos callejeros en los que se ofrecían panes planos con aceitunas y en el Oriente Medio, falafel. En Pompeya se servían sopas de procesos cortos de elaboración, papas y verduras, acompañadas con frutas.


Según algunos, el primer restaurante de comida rápida data de 1765 en París, donde un señor Bulanger abrió un local con el nombre Restaurants, donde se hacían platos rápidos de bajo precio.
Otros señalan que el primer sitio apareció en Estados Unidos en 1867; otros, en cambio, apuntan que a fines del siglo XIX en Berlín existía un sistema que operaba de forma muy parecida a la que usan las cadenas de comida rápida.
Fue justamente eso lo que adoptó un negocio en los Estados Unidos en 1902, denominado como el primer automat, un local que ofrecía comida detrás de una ventana de vidrio y una ranura para pagar.

Tuvo gran popularidad por su servicio y su eslogan de “Menos trabajo para mamá” y su éxito impulsó la aparición de las cadenas de comida rápida.
Hoy les comparto algunas de mis recetas rápidas, con ingredientes que normalmente tenemos en casa, o que son posibles de conseguir en negocios de barrios, por cierto también son saludables y de fácil preparación.
Para mí las tortillas en sartén fueron caballitos de batallas cuando tenía toda la familia en casa, se pueden preparar con saldos de comida del mediodía, como ser arroz, fideos, puchero, verduras cocidas, etc..

¿Como prepararlas con estos saldos? si es necesario picamos los ingredientes que tenemos cocidos, agregamos, cebolla, pimiento, ajo, todo bien picadito, podemos además usar, jamón cocido, salchichas etc., bien revuelto todo, condimentamos al gusto, incorporamos huevos batidos (cantidad necesaria según la preparación anterior).
Calentar una sartén lubricada previamente, volcamos lo preparado, ponemos el calor al mínimo, tapamos, y dejamos cocinar hasta que el huevo este seco, para no darla vuelta, colocar encima, queso rallado o queso blando, dejar derretir, retirar, servir en porciones según los comensales.
Si gusta acompañar, con tomates al orégano o ensaladas al gusto.

Con similar elaboración usaremos verduras, como: zapallitos, verdes, zuchinis, berenjenas, papas, coreanitos con papas, etc.
En primer lugar picar en trozos pequeños la verdura a elección, agregar, cebolla, pimiento, ajo, si gustan, en sartén con aceite, cant. necesaria, rehogamos las verduras (sin que se cocinen del todo), acomodamos bien, agregamos huevos batidos, si gustan podemos poner encima tomates en rodajas, dejamos cocinar, hasta que los huevos cuajen, al igual que la receta anterior, cubrimos la tortilla con queso.
Retirar, servir bien caliente. Podemos acompañar con ensaladas al gusto, o una feta de fiambre.

