Abel Mónico Saravia
“Pena grande la del toro
que lo llevan prisionero,
conduciéndolo a la muerte
lonjas de su mismo cuero”.
A. M. Saravia


En la narrativa de Abel Mónico Saravia las nociones de espacio, territorio y región configuran un corpus fundamental para definir la identidad cultural del grupo social protagonista.
Prólogo de silvana irigoyen
La historia se sitúa en el departamento de Anta (Salta), en las primeras décadas del siglo XX. En esas tierras indómitas del interior profundo donde no resultaba posible la aplicación de preceptos normativos, para que la paz social fuese posible.
“ (…)Las ricas zonas ganaderas de Salta y el Chaco eran bocado favorito de los maleantes que hacían el gran negocio en la Tablada de Tucumán, vendiendo las reses robadas, a precios sin competencia (…)”
En las zonas fronterizas de Salta, un grupo de hombres de campo transportan ilegalmente un conjunto de reses con el fin de obtener ganancias desmedidas.
«El abigeato se define como el hurto o robo de ganado o bestias, y es un delito punible y estipulado en muchos códigos legales de países ganaderos».
Antagonistas de esta historia, vemos en ellos cómo la ambición y el orgullo pueden conducirlos hacia un destino difícil de sortear.
Sin embargo será el narrador el que nos irá anoticiando acerca de las peripecias que vivirán en el camino quienes deseen buscar justicia por sus propios medios, enfrentándose a todo un sistema de corrupción, delito y avaricia.
El hecho de tomar los bienes ajenos era censurable en todos los aspectos. Sin embargo, en el cuento se expone una problemática social más compleja, que corroe los cimientos de la tierra amada: los cuatreros, eran la cara visible de un entretejido social que ponía al descubierto los flagelos de la corrupción, de las complicidades e injusticias.
Prólogo de silvana irigoyen
Don Abel Mónico Saravia nos presenta, en esta oportunidad, un relato breve, conciso e impactante que nos lleva a pensar en la esperanza, en el cambio social y en la unión, como ejes y únicos medios para sobrellevar lo que les toca afrontar a los personajes que buscan real y verdadera justicia.
“(…)En tal forma estaban organizados que su número superaba los ciento sesenta, según me dijeron, y contaban con la anuencia de algunos funcionarios inescrupulosos, a quienes compraban con sus regalos, cuando no con sus amenazas; y también de gente de las regiones asoladas: peones deshonestos que se vendían por un frasco de aguardiente y unas chirolas, informándoles el paradero de las haciendas, y el momento propicio para el robo(…)”
Abel Mónico, los cuatreros, p.10
Se trata entonces de aprender a mirar con otros ojos lo que acontece en la realidad y es, además, un llamado concreto a la acción: dado que el tiempo pasó, pero se siguen viviendo las mismas injusticias y el ciudadano común opta por hacer justicia por mano propia…¿Qué piensan ustedes?
Abel Mónico Saravia fue poeta, escritor, músico, abogado, amigo, gaucho. Apodado “Abicho” nació en Salta el 24 de Agosto de 1928. Estudió en los colegios Salesiano y Belgrano de Salta, graduándose como abogado y doctor en Leyes en la Universidad de La Plata. En el ámbito profesional se desempeñó como fiscal, llegando a ser Ministro de la Corte de Justicia de Salta, buscando siempre la Justicia. Un hacedor, a quién le llegó la muerte un 4 de febrero del 2008.

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Los cuatreros


Excelente abrebocas acerca del abigeato. Gracias por compartir este texto.
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Un placer!!
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