Por Daniela Leiva Seisdedos

¿La educación en Argentina reciben reconocimiento social? Los problemas urgentes que tenemos los argentinos siempre desplaza a lo primordial que es la educación. Las preocupaciones de los argentinos giran en torno a estas premisas: inflación, desempleo e inseguridad y ¿la educación?
En Argentina en educación lo alarmante no son los números, sino la falta de inversión educativa sufrida en el sistema educativo, que se relaciona con las escasas posibilidades de desarrollo de la población estudiantil a futuro, traducido en incertidumbre. En un mundo en crisis la solución es fortalecer la educación. La mejora en este aspecto no debe ser dubitativa o considerarlo en contexto de gastos económicos.
La mejora es cuanto más o menos libre quieren que seamos los seres humanos para que el derecho humano a estudiar sea un verdadero derecho vivo, no la expresión de la letra muerta de una convención; es el momento de preguntarnos si vamos por buen camino. Parece que no, educación tiene una función innovadora, garantía de cambio.

Queda clara la necesidad social de que existan profesionales que se dediquen a ciertas tareas. Un día son expertos en drones, al siguiente en meteorología, al otro en física cuántica y finalmente, en educación, pero una cosa es clara siempre hablan de hacer cosas que ellos no han hecho nunca. No hay profesionales de la educación fuera de ella.
La educación se encuentra debilitada, no de manera coyuntural, sino estructural. Los gobiernos tienen falta de fe en que la educación cambiará el mundo o no creen en el capital fundamental de la vida que es, la educación como un recurso vital que tienen las comunidades para su desarrollo. Actualmente los padres están olvidando a los docentes, por ende, hacia los alumnos y dejando por fuera a lo pedagógico e institucional, quieren que estén en la escuela por eso se está pensando en una solución fragmentada para darle calidad a la educación que de ninguna manera resolverá la cuestión.
El ejercicio de la educación no es solo lo que pueda enseñarse, sino lo que se puede construir con ella como conocimiento colectivo; si falla la educación, la crisis se expande irremediablemente y la pobreza corre por todo el mundo a menos educación más pobreza, menos libertad, más brecha económica. Mejor educación es mejor calidad de vida porque se desarrollan más las sociedades.
Estudiar es una acción material, que requiere de un gasto material, intelectual, requiere de transporte, alimentación, infraestructura, condiciones. Los docentes muchas veces decimos que al educar a cada uno de nuestros alumnos se nos presenta un mundo, ¿verdad?, entonces tenemos el universo en nuestras manos, nuestros alumnos son como arcillas en nuestras manos
¡Que responsabilidad! ¿no?. ¡Qué desafío!
El tema educativa cobra importancia cuando sucede alguna tragedia, no salimos bien en las pruebas PISA, o conflicto salarial, que deriva en paro o la violencia escolar. Más allá de los discursos demagógicos el futuro es la educación y sus mecanismos de garantía, son una buena política educativa. El tema más trascendente para nuestro presente y futuro como país no concita la atención que se merece en la resolución de los problemas endémicos educativos que tenemos.

El derecho a la educación debe entenderse también como derecho de todos los alumnos que tienen que aprender con éxito, al margen de su origen o condiciones socioeconómicas, culturales o de índole personal. Es necesario tener una política educativa para poder hacer una creciente inversión en infraestructura y equipamiento, sin uso político partidario. La educación no debe ser una propaganda política cada vez que votamos.
A veces en el tema educativo abundan en muchos países el asistencialismo que se convierte en una particularidad muy presente y difundida, estableciendo una relación de dependencia que atenta contra la dignidad individual en la escuela, esto lleva a un adoctrinamiento que encadena a los alumnos a las escuelas y que mejor que empezar por la educación, por lo tanto buscaremos seres que lean y escriban pero que se les limite la capacidad de pensar por sí mismos y sepan pescar por sí mismos.
Hay que aportar nuevas ideas en educación y tener el coraje para desafiar lo obsoleto. La educación pone en el centro a la persona, hay cada vez más esperanzas de que las cosas van a mejorar.
El derecho a la educación no debe ser una promesa incumplida luego de las campañas políticas ya es hora de que nos pongamos todos de pie y que la verdadera Democracia llegue a todos porque para que exista la democracia debe existir una educación para todos.

