Por Hilda Palermo
Halloween o Noche de Brujas, no es una tradición propia de nuestros países, es una imposición mercantil de la globalización que nada tiene que ver con nuestras costumbres, sin embargo, se ha extendido por todo el continente.
Aquí, en el Perú, el 31 de octubre, es el Día de la Canción Criolla, donde recordamos a nuestros mejores bardos, donde se hace música en calles y plazas del casco histórico, recordando aquellos valses de antaño y a sus intérpretes, al ritmo de guitarra y cajón.
Es una respuesta, según los estudiosos, a la corriente indigenista, a la migración campesina a la ciudad, es una fiesta que empieza con el SXX.
Oficialmente, desde 1944, se empieza a celebrar cada 31 de octubre como el Día de la Canción Criolla, idea de un operario del diario El Comercio de Lima, quién era amante de este género musical y quién no llegó a convencer al presidente de la República, Manuel Prado, que la música criolla debería tener su día festivo, el fue Juan Manuel Carral del Corral, quién fundó la primera asociación o centro musical del criollismo.
La justificación o contenido principal de esta determinación es que “el arte popular contribuye al afianzamiento de una conciencia nacionalista, por lo que conviene estimular sus manifestaciones”.
Pero, ¿qué es la canción criolla? Es un estilo de música de origen peruano, propio de la costa y tiene aires vieneses, españoles, africanos e indígenas, es una fusión de ritmos y armonías tomadas de música de otros países, que ha ido creando su propio estilo y combinando los sonidos netamente peruanos, usando instrumentos autóctonos.
Como instrumentos musicales podemos mencionar, además de la guitarra y cajón, las castañuelas, la quena, el violín, la guitarra criolla y el bajo, que le dan ese especial sonido y ritmo al vals criollo peruano.
¿Por qué criolla? Porque es el resultado de un mestizaje musical, igual que el mestizaje racial y cultural producido en América al unirse españoles con indígenas, es la fusión de la cultura musical.
Los valses criollos, en sus inicios, eran interpretados en los arrabales de la ciudad porque lo consideraban no apto para los grandes salones, igual sucedió con el tango argentino, pero este estilo se hizo muy popular en la radio de la Lima de 1920.
Con el tiempo, empezaron a surgir compositores y cantantes como Chabuca Granda o Eva Ayllón que elevaron de categoría a la canción criolla, llevándola a los grandes auditorios, llegando a ser considerada Patrimonio Cultural de la Nación, algunas de las más populares son: El Plebeyo, Cuando llora mi guitarra, La flor de la canela, Nuestro secreto, Regresa, Contigo Perú, etc.
La más grande fue Lucha Reyes, La Morena de Oro del Perú, quién fallece un 31 de octubre.
Una de las figuras más representativas del criollismo es Felipe Pinglo Alva, compositor de un profundo sentimiento social, las letras de sus canciones son denuncias de los cambios sociales de la época, los obreros, los campesinos, el trabajo infantil, la vida urbana y la rural.
Es así como celebramos los 31 de octubre de cada año.
Las Tertulias de Juana Manuela 