Santa Rosa de Lima, patrona del Perú, de América y de las Filipinas.

Por Hilda Palermo

Cada 30 de agosto, el Perú rinde homenaje a Santa Rosa de Lima, considerada la primera santa americana, perteneciente a la orden dominica, que dedicó su vida a la atención de niños y enfermos y a los más necesitados.

Poseedora de una belleza sin igual, desde los veinte años de edad mostró mucha piedad y una inmensa fe religiosa.

Isabel Flores de Oliva, nació en Lima en 1586 y falleció el 24 de agosto de 1617. A pesar de ser bautizada como Isabel, la llamaban Rosa y así es como se la conoce.

Perteneciendo a familia numerosa, 12 hermanos, el padre estableció su residencia en un poblado cerca de Lima, llamado Quives, dedicándose al refinamiento de la plata.

Desde muy pequeña manifestaba tener sueños donde se preocupaba por ayudar al prójimo, curar sus enfermedades y remediar sus miserias. Esto podría interpretarse como válido ya que ella veía el sufrimiento de los obreros de las minas, especialmente de los indios.

Tuvo una educación exquisita, sabía de arte, de música y bordaba muy bien lo que le permitía colaborar con el presupuesto de casa.

Su modelo de religiosa fue Santa Catalina de Siena, al igual que ella, hizo voto de castidad perpetua y se cortó el pelo, tomando el hábito de terciaria dominica en 1606, en la iglesia de Santo Domingo, en Lima.

Hacia 1615, Rosa construye una ermita en el jardín de su casa, de poco más de 2 metros, que aún se visita y se refugia a rezar y aplicarse penitencias muy severas, colocándose coronas de espinas bajo la toca de monja y clavando el pelo en la pared para no dormirse.

Ayunaba constantemente, cayendo en estado de éxtasis, esto llevó a la incomprensión de su familia, quienes la aislaron provocándole un enorme vacío, pero todo ello significó que su espiritualidad aumentara y que llegara a comunicarse con animales y plantas y que las conaciones que ella componía, eran cada vez más espirituales.

Se dice que llegó a desposarse con Jesucristo, matrimonio espiritual en la escala mística, el 26 de marzo de 1617 en la iglesia de Santo Domingo, donde uno de sus confesores le coloca el anillo como seña de unión eterna.

Sus últimos años lo pasa en la casa de Gonzalo de la Mata, contador del tribunal de la Santa Cruzada, donde al poco tiempo de su desposorio enferma de gravedad, falleciendo el 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad.

Su funeral y entierro fue apoteósico, el público abarrotaba calles, balcones y veredas por donde pasaba el carruaje.

El arzobispo de Lima, Bartolomé Lobo, inició de inmediato los trámites de beatificación y canonización, logrando que el Papa Clemente IX la beatificara en 1668 y al año siguiente, la declarara Patrona de Lima y del Perú. Clemente X la canoniza en 1671, después de declararla la Patrona de América, Filipinas y las Indias orientales.

Desde 1971, cada 30 de agosto, feriado nacional, el pueblo deposita en el pozo de los deseos, en el santuario, una carta con peticiones personales, muchas de ellas cumplidas, porque es una santa milagrosa. Algunas instituciones como la Policía Nacional del Perú la consideran su santa Patrona y Protectora.

Publicado por Juana Manuela

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