Éxodo jujeño

Por Argentina Mónico

Un día como hoy se recuerda el «Éxodo jujeño», una hazaña que sin duda marcó un hito en la historia independentista de nuestra Patria, por ello queremos traer a la memoria esa gesta, donde la población entera quizo sumar su esfuerzo en pos de nuestra Libertad.

En ese momento el General Manuel Belgrano estaba a cargo del Ejército del Norte, y había establecido su comando en San Salvador de Jujuy. Allí, recibió los restos de las fuerzas que regresaban de Huaqui: 800 hombres, sin armas ni recursos, afectados por el paludismo y desmoralizados.

Se puso entonces a reorganizar las fuerzas, y sobre todo dar ánimo a la población. Decidió crear diversas compañías, como la de Guías, la de Baqueanos, la de Cazadores y el Cuerpo de Castas, reordenando las tropas y equipando con 400 fusiles, que le fueron de gran utilidad para completar el armamento.

Para aumentar el fervor patriótico y recomponer su moral, hizo bendecir una bandera en la Catedral de la ciudad, en el marco de los festejos por el  segundo aniversario de la Revolución de Mayo.

En julio, llegaron informes de que fuerzas realistas al mando de Pío Tristán, avanzaba a través del Alto Perú hacia Humahuaca, por ello, Belgrano recibió la orden del Triunvirato de retroceder hasta Córdoba, donde el Ejército del Norte se uniría a las tropas rioplatenses. Y además se le ordenaba que destruyera cuanto pudiera ser útil al enemigo para dificultar sus marchas y recursos.

El 29 de julio de 1812, Belgrano dictó una orden dirigido a todo el pueblo de Jujuy, disponiendo la retirada y donde señalaba que había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles. 

Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reunirnos al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres, trayéndonos las armas de chispa, blanca y municiones que tengáis o podáis adquirir, y dando parte a la justicia de los que las tuvieren y permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no solo vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis. Hacendados: apresuraos a sacar vuestro ganado vacuno, caballares, mulares y lanares que haya en vuestras estancias, y al mismo tiempo vuestros charquis hacia el Tucumán, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas, declarándoos además si no lo hicieseis traidores a la Patria. Labradores: asegurad vuestras cosechas extrayéndolas para dicho punto, en la inteligencia de que no haciéndolo incurriréis en igual desgracia que aquellos. Comerciantes: no perdáis un momento en enfardelar vuestros efectos y remitirlos, e igualmente cuantos hubiere en vuestro poder de ajena pertenencia, pues no ejecutándolo sufriréis las penas que aquellos, y además serán quemados los efectos que se hallaren, sean en poder de quien fuere, y a quien pertenezcan.

belgrano, Cuartel general de Jujuy 29 de julio de 1812

Un mes después, el 23 de agosto de 1812, comenzó la movilización, en la que hombres y mujeres, ancianos y niños, ricos y pobres, movilizados por el sentido de libertad, acataron la orden del General.

”Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen». M. Belgrano

La población no dejó nada a su paso, movilizó su ganado, sacó sus pertenencias, y los cultivos fueron cosechados o quemados. Las casas fueron destruídas y los productos comerciales enviados a Tucumán, todo era desolación en el territorio de Jujuy.

Quema simbólica por el Éxodo jujeño

El pueblo entero se movilizó por el Camino de las Postas (hoy Ruta Nacional 34), a pie o en carretas, hasta Tucumán, donde el General Belgrano cometió su “desobediencia genial” y, alentado por el triunfo de la retaguardia al mando de Eustoquio Díaz Vélez sobre la vanguardia realista en el combate de Las Piedras, decidió presentar batalla a Pío Tristán en Tucumán.

Por el sacrificio realizado, el 25 de mayo de 1813, el General Belgrano donó al Cabildo de San Salvador de Jujuy una bandera, como premio y homenaje a ese pueblo que lo acompañó en el éxodo del 23 de agosto de 1812, y que posibilitó los triunfos de Las Piedras, Tucumán y Salta.

Su tela es de raso, consta de tres paños y lleva pintado el escudo de la Asamblea del Año XIII. A esta bandera se la conoce hoy como la Bandera Nacional de la Libertad Civil y, desde 2015, es un símbolo patrio.

Les socializo una poesía de nuestra amiga escritora Betty Mamaní, de Jujuy.

Fuentes:

Argentina.gob.ar

Elhistoriador

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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