Por Hilda Palermo
El poncho es una parte de la vestimenta propia de los climas fríos, confeccionado de fibra animal (alpaca, llama, oveja), algunos muy coloridos e identificatorios de la región o del grupo humano que lo usa.
Es una prenda netamente andina, de origen pre-inca, que en algunas regiones es conocido como uncu y, ahora, su uso es generalizado debido a que es una muy buena prenda de abrigo.
Se conoce su vigencia desde que el Virrey Toledo, en 1610, impone la moda campesina en España, para su mejor uso, abren los lados del uncu y lo convierten en capa.
El poncho peruano, generalmente, es de color rojo con rayas negras, hecho en lana de oveja, con diseños de culturas ancestrales.
Sobre esta prenda se ha realizado una exposición en el Centro Cultural de la Cancillería peruana denominada “Ponchos del Libertador”, puesto que fue una prenda usada por los libertadores y por el ejército libertador al cruzar los Andes, era reconocido como símbolo de prestigio y poder.
El general San Martín fue obsequiado por el cacique Rojas, con el poncho pehuenche, Museo Histórico Nacional de Argentina, para cruzar los Andes, en la actualidad se ha tejido una reproducción en lana de ovino merino, teñida con tintes naturales. Su gusto por esta prenda llegó a oídos del Virrey La Serna, quién también le obsequió un poncho de alpaca bordado en oro y plata, durante la Conferencia de Punchauca, 2 de junio de 1821.
Simón Bolívar tampoco fue ajeno al uso de esta prenda, en 1825 un grupo de damas cuzqueñas le regaló un poncho con adornos de algodón y seda que se conserva en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, en Lima.
En una pintura de Daniel Hernández, sobre la capitulación de Ayacucho, se aprecia al Mariscal Miller, usando un poncho de vicuña y, sobre la mesa, en la cuál se firmó el documento, se aprecia también, otro poncho que se interpreta como signo de identidad local.
Las Tertulias de Juana Manuela 