San Francisco Solano

San Francisco Solano nació en Montilla (Diócesis de Córdoba) en marzo de 1549. Francisco fue el hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez. Creció en un hogar cristiano y comenzó su educación con los padres de la Compañía de Jesús, los jesuitas de su ciudad, entrando luego en la Orden de San Francisco a los 20 años. Cursó Filosofía y Teología en el convento de Loreto de Sevilla, ordenándose sacerdote en 1576. 

En 1589, emprende viaje a Sudamérica a fin de evangelizar a los aborígenes del nuevo mundo. Después de un accidentado viaje al Virreinato del Perú, con naufragio y peligro de perecer en el trayecto, llega a las llanuras del Tucumán (Argentina); en la zona permanece hasta mediados de 1595, como misionero, recorriendo los territorios del Tucumán hasta el Chaco Paraguayo y Uruguay. Tenía el don de lenguas y llegó a adquirir las de los nativos a los que fue a predicar.

Fray Francisco llegaba a las tribus más guerreras e indómitas y, aunque al principio lo recibían al son de batalla, después de predicarles por unos minutos con un crucifijo en la mano, conseguía que todos empezaran a escucharle con un corazón dócil y que se hicieran bautizar por centenares y miles.

El Padre Solano tenía una hermosa voz y sabía tocar muy bien el violín y la guitarra, siendo nombrado por la Iglesia Católica, Patrono del Folclore Nacional.

Su obsesión por la pobreza era tal que en su celda, tan solo tenía un camastro, una colcha, una cruz, una silla y mesa, un candil y la Biblia junto con algunos otros libros, como todos los frailes. Era el primero en todo y jamás ordenó una cosa que no hiciera él antes.

Según los historiadores, en 1604 volvió a Lima (Perú) donde pasó sus últimos días. El 14 de junio de 1610, señalan los relatos, que varios pájaros se posaron en su ventana y sonaron misteriosamente las campanas de la iglesia de Loreto.

San Francisco murió el día de San Buenaventura. Su proceso de canonización se abrió a los 15 días y lo canonizaron el 27 de diciembre de 1726. Se conmemora el 24 de julio el Día de San Francisco Solano, por ser la fecha en que comenzó a investigarse su vida y su vasta obra que incluye cientos de milagros.

¡Ay, San Francisco Solano!

¡Te pido guarde mi voz!

para cantar con el alma

a mi pueblo de El Galpón.

Zamba para Galpón de Abel Mónico Saravia y Paulino Romero

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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