Antonio Berni: El mundo prometido a Juanito Laguna

Por Silvana Irigoyen

Un día como hoy nacía un gran artista Antonio Berni, a quién le rendimos un homenaje a través de su obra…

Nacido en la ciudad santafecina de Rosario, el 14 de mayo de 1905, desde muy joven demostró un fuerte interés por la pintura y artes plásticas. A los 15 años, realizó su primera exhibición con diecisiete óleos de paisajes y estudios de flores. Dos años después, repitió la hazaña con algunos cuadros de estilo impresionista en uno de los salones más importantes de la época: la Galería Witcomb de Buenos Aires. 

A Juanito Laguna lo veo y lo siento como el arquetipo que es; arquetipo de una realidad argentina y latinoamericana, lo siento como expresión de todos los Juanitos Laguna que existen. Para mí no es un individuo, una persona: es un personaje… En él están fundidos muchos chicos y adolescentes que yo he conocido, que han sido mis amigos, con los que he jugado en la calle».

Antonio Berni

Juanito Laguna nace a finales de los años 50 en uno de los barrios más miserables del arrabal bonaerense. Hijo de un peón de la metalurgia, Juanito crece entre la pobreza del bañado de Flores, mientras juega en las calles, aprende a leer o celebra la Navidad. Sin embargo, Juanito intuye que fuera de esa realidad que conoce existe otro mundo lleno de esperanza, por eso su mirada está habitada de horizontes.


Juanito es un chico pobre pero no un pobre chico. No es un vencido por las circunstancias sino un ser lleno de vida y esperanza, que supera su miseria circunstancial porque intuye vivir en un mundo cargado de porvenir”.

Antonio Berni

En sus construcciones y ambientes, Berni  muestra a Juanito Laguna celebrando la Navidad, aprendiendo a leer, remontando un barrilete, jugando, nadando en una laguna con su perro y llevándole la comida a su padre a la fábrica en la que trabaja. Su mundo está hecho a partir de retazos de tela, hojas de metal, latas aplastadas, contenedores plásticos, maderas, cartones y chatarra, desechos industriales que el artista ensambla magistralmente en construcciones extraordinarias.   

El origen de estas series de collage se remonta a un viaje por Santiago del Estero en  1960, en el que Antonio Berni experimentó en su propia piel, el dolor de la extrema pobreza. A su regreso, conmovido por esa penosa realidad, empezó a trabajar sobre el tema. Así surgió Juanito Laguna, un chico que vive en una villa miseria y sueña con un futuro mejor. Para Berni, los materiales de cada cuadro tenían un significado específico, por eso sus collages estaban construidos con todo lo que la ciudad descarta y la villa recoge: latas, papeles, chapitas, cartones. La serie muestra episodios en la vida de Juanito, un niño que integraba una familia de migrantes del interior profundo de Argentina que buscaban construir en  Buenos Aires  una vida sin  tantas carencias, pero terminan su travesía entre los desechos de la ciudad grande. El artista crea en cada obra, reveladoras postales de la pobreza en Latinoamérica que interpelan al espectador.

Las primeras villas de emergencia nacieron  por 1950, como resultado del proceso de urbanización alentado por la sustitución de importaciones y el impulso industrializador del primer peronismo. Estas villas estaban  pobladas, en general, por migrantes internos, la mayoría proveniente de zonas rurales del interior de Argentina ( especialmente del NOA y NEA, y en menor medida Cuyo),  que buscaban en las fábricas de las ciudades, nuevas oportunidades de vida. Eran sitios pensados como lugares transitorios, de emergencia. Las villas eran, sin dudas, las puertas de entrada a la ciudad, el lugar de paso al que debían resignarse antes de poder acceder el terrenito para edificar una vivienda. En un país industrializado, que todavía se enorgullecía de la movilidad social ascendente y con un mercado de trabajo aún capaz de absorber a nuevos empleados,  la villa funcionaba, al menos imaginariamente, como la escala hacia un lugar mejor.

Los compositores argentinos de 1960/70 se sumaron a la extraordinaria producción de Antonio Berni con creaciones memorables que perduraron en el cancionero popular argentino. Salta aportó obras de profundo contenido social y estético. Autores como Manuel Castilla y Gustavo Leguizamón; Jaime Davalos y Eduardo Falú; César Isella; Ariel Petrochelli aportaron bellas páginas sobre Juanito Laguna.

La navidad de Juanito Laguna de Castilla- Leguizamón
Juanito Laguna se salva de la inundacion. Davalos-Falú

Juanito Laguna es el rostro de la Argentina que nos duele; es el hambre, la desolación, la intemperie, el olvido. Pero también, es » el otro país» que aún esperamos. Ese país capaz de emerger de su propia ceniza, de sus orillas desahuciadas, de entre tanta basura acumulada. Ese país capaz de unir voluntades por un porvenir más justo, más fraterno, que  valore la vida humana, que respete la dignidad intrínseca a la persona humana, y que proteja los derechos inalienables de todos los que habiten su bendito suelo.

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