Por Emilia Baigorria
“Allí donde el aire cambia el color de las cosas; donde se
ventila la vida como si fuera un murmullo; como si fuera un
puro murmullo de la vida…”
Pedro Páramo, Juan Rulfo


“Puro murmullo” es el nombre del último libro de poesía de Rosa Machado, poeta salteña, habitante de este tiempo, de continua producción literaria.
Su palabra ha transitado la poesía en libros como en su nuevo libro titulado «La fraternidad de los cocodrilos sonrientes«, conformado por 40 poemas y editado por «Cuadernos del Duende». La poeta en diálogo con el diario El Tribuno expresó:
La fraternidad de los cocodrilos sonrientes» es un libro de poemas que me exigió un camino diferente, en mis otros libros buscaba un camino hacia lo positivo; en cambio, en este no, me dejé llevar por el impulso de la lengua. Suelo demorarme en la forma, en la voluntad con que se mueven las palabras, en las figuras, en las metáforas, le doy vueltas hasta encontrarla, necesito de otras miradas. Al componer un libro voy actualizando el material que voy juntando. Mis escritos son siempre verídicos de alguna manera porque escribo sobre experiencias vividas. El contenido gira en torno a los aconteceres y las relaciones que me acercaron a ellos. Algunos no me encuentran, sienten que soy otra, traté de sostener la esperanza»
Rosa machado – entrevista en el diario el tribuno
El más reciente libro ofrecido a los lectores se titula Puro murmullo, expresión tomada de una de las páginas de Pedro Páramo, la emblemática obra de Juan Rulfo, expresión que inaugura este acercamiento a la obra de la autora, como epígrafe.
El trabajo literario de Rosa Machado es una pieza literaria que despliega su vuelo alto buscando ese “silencioso bullicio” con el que inaugura su canto a la vida, canto que reposa su esperanza en la naturaleza, con Los geranios dadores de fuerza mientras el mundo continúa creando soledades y laberintos sin resolver:


Sin embargo
con fuerza florecen los geranios.
que no es vano
La canción solitaria
y la pena rayando el cielo.
La esperanza se protege en La gloria de Narciso
En un par de veranos
los narcisos florecen nuevamente
en Nectario
Canastas con manjares cargaba mi abuela
Salíamos con la intención de ver cosas
naturales
en Tejer el mundo
Primitivos deudores de la intemperie,
Los pájaros convocan al bosque.
La bandada se adueña del aire,
Seres fantásticos latiendo en la transparencia.
En Una tregua:
Desoír los rencores olvidemos la rabia.
Que haya una tregua
con el resentimiento.
Trabajar por el árbol
que sin raíz no existe.
La raíz está ahí,
nos hizo de barro triste
pero sus ramas brillan,
ahí gorjean los pájaros.
La luz borda
el encaje de las hojas
y se puede leer
la inteligencia de las flores.
Es Puro murmullo un universo donde la vida cotidiana está presente con personajes que dejaron su sello en la memoria, tal como Pandora del Tucumán:
En la bolsa raída
atesora huayruros para la abundancia,
cuando descansa de la batalla
la abre, para comprobar
la multiplicación de las semillas.
Tantas veces la abre, que sus caricias tejen
Una pátina dorada.
Y la multitud, poema donde resuenan los murmullos de la muchedumbre anónima, indiferente a pesar de ser sus integrantes hermanos en la orfandad; es un canto a esa especie de mestizaje entre murmullo-ciudad inmóvil; murmullo, lugar adormecido o soñoliento donde se teme que el otro se apropie de sus secretos e interrumpa su vida propia en el aire y la ciudad inmóvil con su actividad cotidiana e impostergable.
Hombres y mujeres cruzan la calle.
Bebieron leche de madre y circulan juntos.
Son la muchedumbre.
En este ir y venir mamífero, van
Asidos a la mano tibia del más pájaro.
Ante el semáforo, la manada,
camina sin detenerse, anónima y mortal.
Huye largos senderos, busca nuevos destinos.
La inocencia salvaje cruza sin mirar la calle.
Rosa Machado juega con el lenguaje desde formas estéticas propias, ella misma lo dice “La poesía resiste/ porque el desorden no la afecta”.
La musicalidad atraviesa sinuosa por todo el poema deteniéndose en Delicada susurro, en Instantáneas personales, en Corazón resiliente donde la reflexión y el dolor construyen unicidad; en Su aire de coplera, en Inés, universo abierto de vuelo ausente. Es el mismo paso que intenta darse prisa en La multitud, pero la lentitud es más fuerte porque el anonimato en el gentío detiene la urgencia del caminante.
Y está el padre, de 95 años, de vida larga y valiente en Larga vida la de mi padre.
Y la maternidad que florece en “hebra dorada” desde El niño me fue dado.
En este poemario Puro murmullo, la autora eleva su canto desde los lugares simples, comunes, en búsqueda de “nuevos destinos”.
Rescatando siempre lo cotidiano, Rosa Machado ha publicado otros libros como La sonrisa descalza donde centra la temática en la diversidad cultural.
Consciente y reflexiva de la inmensidad que existe entre la ciudad ruidosa y la serenidad de su cotidianeidad aspira que el arte sea el oxígeno que nos falta y diseña la utopía de borrar las diferencias que tanto duelen pronunciando como un murmullo “que el arte abra espacios de libertad”
Es Rosa Machado una poeta esencial y como profetisa nos avisa, como dice Raquel Guzmán en la contratapa de Puro Murmullo, “… de qué modo el mundo donde vivimos está hecho de sonidos secretos e inquietantes que nos atraviesan”.

Fuente consultada:
- EDI-Salta. https: //www.edisalta.ar
- Machado R. (2023) Puro murmullo, Editorial El Demiurgo: Salta.
- El Tribuno
