Entre conspiraciones y desencantos…

Por Argentina Mónico

Un 4 de marzo de 1811 muere en alta mar el doctor Mariano Moreno mientras se dirigía a Inglaterra en misión diplomática. Tenía 32 años y viajaba a bordo de la fragata Fame, junto con sus dos secretarios: su hermano Manuel y Tomás Guido

Dijo al partir: “Me voy, pero la cola que dejo será larga”.

M. Moreno

Se descompuso, comenzó a sentir ataques de vértigo, náuseas o vómitos, traducía el libro El viaje del joven Anacarsis. Pero se sentía peor. No había médicos y sólo un botiquín, con pocos fármacos; los más usados. Restaba componerse hasta llegar a puerto.

“El accidente mortal, que cortó esta vida, fue causado por una dosis excesiva de emético (4 gramos de antimonio tartarizado), que le administró el capitán en un vaso de agua, una tarde que lo halló solo y postrado en su gabinete. Es circunstancia grave haber sorprendido al paciente con que era una medicina ligera y restaurante, sin expresar cual, ni avisar o consultar a la comitiva antes de presentársela…»

Manuel Moreno (hermano)

Lo llamativo del suceso es que fue envuelto en una bolsa de lona, cosida, con una piedra adentro y envuelto con una bandera inglesa, la única que había, para luego ser tirado al mar.

“Su cuerpo fue puesto en la mar a las 5 de aquella misma tarde, después de haberle tributado las demostraciones compatibles con nuestra situación. La Bandera Inglesa à media asta, y las descargas de fusilería anunciaron à las otras fragatas del comboy, la desgracia sucedida en la nuestra, y el cadáver estuvo expuesto todo aquel dia sobre la cubierta, envuelto también en la Bandera Inglesa”.

Manuel Moreno

Tras su muerte, se tejieron hipótesis sobre un asesinato y algunos señalan que fue el primer crímen político que quedó impune, ya que nunca se investigó.

«Viva mi Patria aunque yo perezca«, dijo antes de morir

Mariano Moreno

Otra rareza es que su mujer, Guadalupe Cuenca, a pocas horas de la partida de Mariano Moreno recibió en una encomienda anónima un abanico de luto, un velo y un par de guantes negros, con una nota que decía: 

“Estimada señora, como sé que va a ser viuda, me tomo la confianza de remitir estos artículos que pronto corresponderán a su estado”.

Mariano Moreno nació en Bs. As. el 23 de setiembre de 1778, se doctoró en teología y derecho, y fue el autor del famoso escrito La representación de los hacendados, en defensa de la libertad de comercio.

En 1804, Moreno se enamoró de una joven de Charcas, María Guadalupe Cuenca, quien estaba destinada por su madre a ser monja, pero el amor por Moreno aumentó sus argumentos para negarse a la reclusión del convento. Se casaron a poco de conocerse y un año después, nació Marianito.

La situación de los Moreno en Chuquisaca se estaba tornando complicada. Entre 1803 y 1804, Moreno había hecho su práctica jurídica en el estudio de Agustín Gascón, asumiendo la defensa de varios aborígenes contra los abusos de sus patrones. En sus alegatos inculpó al intendente de Cochabamba y al alcalde de Chayanta. Las presiones aumentaron y Moreno decidió regresar a Buenos Aires con su familia.

A poco de llegar, a mediados de 1805, comenzó a ejercer su profesión de abogado y fue nombrado Relator de la Audiencia y asesor del Cabildo de Buenos Aires.

Al constituirse la Primera Junta fue elegido como secretario y el 7 de junio de 1810 sacó el primero número de la Gazeta de Buenos Ayres.

Su interna con Cornelio Saavedra y la negativa a la ampliación de la Primera Junta en la llamada Junta Grande con la convocatoria de representantes del resto del Virreinato del Río de la Plata, precipitaron su salida. A fines del siglo XIX apareció la copia de un documento cuya autoría se atribuye a Moreno: el Plan de Operaciones, que detalla la hoja de ruta política y militar de la Revolución.

En ese plan presentado en agosto a la Junta señalaba al auditorio que no debían “escandalizarse por el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda costa. Para conseguir el ideal revolucionario hace falta recurrir a medios muy radicales”.

Moreno proponía promover una insurrección en la Banda Oriental y el Sur del Brasil, seguir fingiendo lealtad a Fernando VII para ganar tiempo, y garantizar la neutralidad o el apoyo de Inglaterra y Portugal, expropiar las riquezas de los españoles y destinar esos fondos para crear ingenios y fábricas, y así fortalecer la navegación.

“la conducta más cruel y sanguinaria con los enemigos” para lograr el objetivo final: la independencia absoluta.

Mariano Moreno

Moreno encarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo, se proponían cambios económicos y sociales más profundos.

“El gobierno antiguo nos había condenado a vegetar en la oscuridad y abatimiento, pero como la naturaleza nos ha criado para grandes cosas, hemos empezado a obrarlas, limpiando el terreno de tanto mandón ignorante”.

Mariano Moreno

Debido al enfrentamiento con Saavedra, Moreno renunció a su cargo en la Junta. A los pocos días le confiaron la misión de ir a Inglaterra en calidad de Ministro Plenipotenciario, del cuál nunca regresó.

Sin duda que en todos los gobiernos se evidencian traiciones y conspiraciones políticas, y cuando las ideas no concuerdan con lo reglado suceden estas situaciones, pero la Patria no se vende, y es así que Mariano Moreno fiel a sus convicciones utilizó la pluma para defender sus ideas, creando La Gazeta que decía en uno de sus primeros números:

«El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Seremos respetables a las naciones extranjeras, no por riquezas, que excitarán su codicia; no por el número de tropas, que en muchos años no podrán igualar las de Europa; lo seremos solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso».

Mariano Moreno

Ojalá volvamos a ser un pueblo sobrio y laborioso, que sepa defender sus fronteras e intereses contra cualquier mezquindad política, y podamos ser una Argentina pujante, como lo fuimos alguna vez.

Fuentes:

El perfil

El historiador

Chajarí

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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