Por Olivier Pascalin

Quisiera ser un reno de Papá Noel; Imagínense el viaje!
El despegue; volar sin esfuerzo casi como un águila sin serlo.
¿Serán los renos los animales tótems del Papa Noel?
Los tótems de animales son verdaderos maestros espirituales. Te traen su sabiduría ancestral, te ofrecen perspectivas únicas y te ayudan a navegar por el paisaje cambiante de tu vida.
El águila puede enseñarte a ver las cosas desde arriba, a tener una visión general; el ciervo puede mostrarte la gentileza del amor y la compasión; el lobo puede enseñarte los valores de la familia y la lealtad.



Aprender a trabajar con tu Tótem Animal significa aprender a respetarte a ti mismo, honrar tu camino y reconocer la sabiduría que llevas dentro.
Es una relación de confianza, respeto mutuo, amor y gratitud.
La interacción con tu Tótem Animal no se limita a la meditación o la visualización. Puedes invocarlo en tu vida diaria, pedirle consejo durante decisiones importantes, buscar su apoyo en momentos de crisis o simplemente expresar tu gratitud por su presencia en tu vida, pero el Tótem Animal no es tu único guía espiritual…
La tierra no sería nada sin el cielo.
Y así mismo nuestro mundo tangible está siempre en diálogo con las esferas angelicales. La palabra «ángel» proviene del griego «angelos» que significa «mensajero», los ángeles son por tanto estos seres divinos, estos mensajeros de amor y de luz, que nos guían, protégenos y ayúdanos a recordar quiénes somos realmente.
Cada ángel lleva dentro de él una frecuencia, una energía única, un rayo de luz que resuena con ciertos aspectos de nuestro ser.
Los Arcángeles, por ejemplo, son los más cercanos a nosotros. Están ahí para guiarnos, protegernos y ayudarnos en nuestra búsqueda de la realización.

Entre ellos, encontramos figuras tan conocidas como el Arcángel Miguel, guardián de la justicia y la verdad, el Arcángel Gabriel, mensajero de la claridad y la pureza, o el Arcángel Rafael, sanador y guía de nuestro bien físico y emocional. Pero más allá de los arcángeles , existen legiones de ángeles, ángeles guardianes que son asignados a cada alma humana desde su nacimiento.
Tu ángel de la guarda es tu aliado más cercano, un amigo que nunca te dejará, que te conoce íntimamente y que trabaja constantemente por tu mayor bien. Para establecer una conexión con tus ángeles, primero debes cultivar un estado de apertura y receptividad. Los ángeles suelen hablar a través de signos sutiles, coincidencias, sueños, sensaciones corporales o pensamientos espontáneos.

Usan el lenguaje de la intuición, la voz silenciosa del corazón. ¡A menudo los escucho! Y recuerda, la comunicación con los ángeles no es un monólogo, sino un diálogo.
Comparte tus miedos, tus esperanzas, tus sueños con ellos.
Hazles preguntas, pídeles consejos o simplemente expresa tu agradecimiento por su presencia.
El encuentro con tus guías celestiales es una aventura del alma, un viaje de luz, una danza con el Infinito. Así que, querido aventurero, extiende tu mano, abre tu corazón, levanta tu espíritu. Conéctate con tus guías, comunícate con ellos, baila con ellos.
Nunca estás solo en tu viaje. Estás rodeado de amor, luz y sabiduría.
