Bendita Primavera

Comenzamos a transitar una nueva estación del año, donde la naturaleza nos brinda su energía para nutrirnos de nuevas esperanzas para transitar el devenir diario.

Nuestros escritores suman sus deseos de nuevas vibras a través del arte maravilloso de la escritura.

Comenzamos el año con el verano que marca cuánto fuego y pasión hay en tu espíritu de lucha y perseverancia, el otoños invade nuestras veredas, las plazas y nuestras calle con una alfombra multicolor que nos recuerdan que no somos inmortales, sino, aves de paso que vuelan por el aire hasta que Dios te dice, debes aterrizar, al igual que las hojas, dejar el lugar a nuevos retoños que vienen a cumplir tu misión, el invierno nos marca el tiempo de abrigarnos a nosotros mismos para renacer con mayor fuerza, en una raíz con sabia nueva, encarnada, casi, en una resurrección a una vida nueva, con la esperanza de ser el engranaje para que se cumpla la voluntad del Creador, y la primavera es el florecer de nuestras siembras, es el capullo que que se abre para entregarnos su aroma y su belleza en un camino, cargado de rosas o espinas pero, es la vida misma, que puede ser maravillosa, si permites que Dios, te ayude con la carga. Sé tu como la primavera, perfuma todo a tu alrededor, no mates las esperanzas de tu familia, ni pierdas la fe en el Señor.

Feliz Primavera.

Nicolás corbalán

DESPUÉS DE LA PESTE Y EL ÁRBOL DEL AMOR, Por Carlos Boidi

Ya es el tiempo de los loros anunciando la primavera . Llegan en carcajadas de vuelo, en estridente abanico como un malón escondido por el invierno. Llegan cortando el cielo con la oxidada tijera de su ronco griterío. Ebrios de altura y luz , temblando en verdes llamaradas sin sosiego. Si parecen reyes venidos desde lejos, habladores de mil lenguas, conquistadores de otro tiempo, devotos trovadores amantes del fruto rojo. Encandilados, solemnes, llegan para amontonarse en el gran árbol del amor. Y el hombre: esto que soy, esto que somos, apenas una tristeza alzada en su pequeña estatura de tierra y asombro, apenas una lágrima de fuego bajo el gran árbol, es solo un brillo, un sentimiento vago , un hurgar en lo sabio, una razón disconforme, una emanación en lo alto. Yo los miro cuando llegan y me alegra renacer, cómo si de pronto se borrara todo un dolor de cuarentenas y tristes despedidas y otra vez creciera la eterna esperanza nueva .

Carlos boidi

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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