Por Hilda Palermo
“Cuánto agradezco a U. las noticias que
me da en sus cartas. Sin ellas nada de la vida
social íntima habría de saber. Y para quien
está lejos, que agradable saber tienen los más
insignificantes relatos.” Carta a Ricardo Palma de J.M. Gorriti.
Escribo estas líneas como contribución a los homenajes realizados a Juana Manuela Gorriti con motivo de su natalicio.
Su vinculación con el Perú es muy fuerte, ella vivió en Arequipa y en Lima y, en ambas ciudades, desarrolló una impresionante carrera literaria para una mujer de la época.
Las Veladas literarias en Lima, se realizaban en su casa, donde congregaba a intelectuales de la época como Mercedes Cabello de Carbonera, Rosa Mercedes Riglos de Orbegoso, Teresa González de Fanning, Ricardo Palma, Numa Pompilio Llona, Arnaldo Márquez, Abelardo Gamarra etc., siendo uno de los acontecimientos culturales más importantes como publica el diario El Comercio de Lima, de 10 de agosto de 1876.
Juana Manuela reunía todo el material de las tertulias con la intención de publicar una serie de libros, solamente alcanzó a publicar uno sobre las diez primeras tertulias. Tuvo que regresar a la Argentina.
Ricardo Palma, una de las más grandes figuras de la literatura americana, peruano, escritor romántico, poseedor de un humor muy fino, galante, prolífico, su obra es muy vasta, además fue político, fue Senador de la República, fue Director de la Biblioteca Nacional en la época de la reconstrucción del local después de la guerra con Chile, y como esta institución había sido saqueada, Palma solicitó libros a todo los países amigos, ese hecho le originó el sobrenombre de El bibliotecario Mendigo.
A principios de 1859, Palma empieza a escribir pequeños cuentos sobre hechos de la vida cotidiana limeña, convirtiéndose en sus famosas Tradiciones Peruanas, publicándose en 1872 en forma de serie, hasta llegar a seis volúmenes. Luego de las Tradiciones Peruanas escribe tradiciones en Salsa Verde, 18 relatos que fueron publicados en 1973 para evitar la censura por su lenguaje procaz y provocador.
Con Juana Manuela empieza una amistad que luego se convertiría en una complicidad literaria, suscitándose un intercambio de cartas entre Lima y Buenos Aires, donde ya residía la escritora argentina. Esta amistad duró casi cuarenta años, empezando en Lima, alrededor de 1850 y, a pesar de las circunstancias de vida de cada uno de ellos, fue muy estrecha, pertenecían a los mismos círculos literarios.
Juana Manuela empezó a publicar en Lima, sus relatos románticos, sentimentales y dramáticos, muy de acuerdo al sentimiento de las mujeres de la época; ejemplo, La quena, diario El Comercio de Lima, 1851, o El guante negro.
En 1874, editó El Álbum, y junto a Numa Pompilio Llona, en ese mismo año, editó La alborada, un semanario para toda la familia que abarcaba todos los temas.
Existe un trabajo de Graciela Batticuore: Juana Manuela Gorriti. Cincuenta y tres cartas inéditas a Ricardo Palma. Fragmentos de lo íntimo, Buenos Aires-Lima (1882-1891), publicado por la Universidad San Martín de Porre, Lima (2004), que es el compendio de la época, la post guerra peruano – chilena por parte de Palma y los cambios permanentes de un Buenos Aires abierto al mundo, además de conocer el pensamiento y el sentir de estos dos personajes de la literatura americana.
Las Tertulias de Juana Manuela 