Por Carlos Maita

Un 3 de ABRIL de 1822, muere en Los Sauces, Rosario de la Frontera, CARMEN PUCH Vda. de Güemes, la esposa del prócer, a la edad de 25 años, a causa de una enfermedad pulmonar.
Al morir, quedan sus dos pequeños hijos al cuidado de don Domingo Puch, padre de Carmen, en Los Sauces. Ambos hijos de Güenes heredaron tierras en Rosario de la Frontera.

Margarita del Carmen Puch, esposa del héroe nacional Gral. don Martín Miguel de Güemes, nació en Salta el 21 de febrero de 1797. Sus padres fueron el Gral. Domingo Puch (oriundo de Vizcaya, España) y doña Dorotea de la Vega Velarde y Cámara, familia acaudalada afincada en territorio salteño que apoyó la causa patriota. Sus hermanos Dionisio y Manuel Puch también fueron célebres patriotas. Dionisio Puch fue el primero en publicar una biografía de Güemes en el Perú, y de él Juana Manuela Gorriti publicó una biografía.
Carmen fue formada y educada en el seno familiar, compartiendo su tiempo de niña en las diversas propiedades que poseía su familia, entre ellas las tierras de Miraflores y Los Sauces. La estancia de Los Sauces, en Rosario de la Frontera, era propiedad de su madre doña Dorotea Velarde, cuando esta fallece en 1815 queda en propiedad de su viudo don Domingo Puch.
Carmen Puch era una mujer hermosa y cultamente formada. Según el historiador salteño Bernardo Frías, Carmen
“…la mujer más bella de su tiempo (…) tenía tez blanca, cabello rubio y abundantemente crespo: sus ojos eran de color azul profundo, su estatura más bien baja y poseía una bondad tan elevada como su hermosura…”
Bernardo Frías
Según el historiador Bernardo González Arrili:
“¡La desconsolada! En una tragedia apenas tendría acción porque se desempeña sin coro, sin llantos, sin lamentos”.
Bernardo González Arrili
A los 18 años de edad casó con Martín Miguel de Güemes el 10 de julio de 1815. La unión fue bendecida por el vicario don Ignacio López y Ceballos y protocolizada por el notario don José Andrés Pinto. Sus padrinos fueron una pareja gaucha elegida por Güemes con el fin de fundar la igualdad de clases, esto es llamativo en una época signada por la división de clases sociales en el incipiente país.

Cabe destacar que entre ambos esposos existía un parentesco lejano, pues sus respectivas madres era una tía de la otra. Güemes, en tal caso, había desposado a su sobrina.
Tras seis años de intensos trajines guerreros, el matrimonio tuvo tres hijos, el primero fue Martín Gabriel del Milagro Güemes Puch, nacido el 15 de septiembre de 1816, el segundo fue Luis Güemes Puch (un hijo suyo fue un destacado médico argentino) e Ignacio, quien falleció tempranamente por problemas de embarazo de su madre a causa del ajetreo por los tiempos de lucha. En 1820, cuando el Gral. realista Ramírez Orozco invade Salta y busca tomar como rehenes a la eposa y a los hijos de Güemes, estos son trasladados a finca Los Sauces /Rosario de la Frontera) puestos a resguardo.
En la invasión española de 1821, dos tragedias se ensañaron con la familia Güemes-Puch, por un lado la muerte (pergeñada por la conspiración) de don Martín Miguel de Güemes, líder salteño y fiel patriota de la historia argentina, y el fallecimiento de su esposa nueve meses después, aparentemente afectada por la desolación y la pena que le provocó el deceso de su joven esposo y por una enfermedad pulmonar irreversible.

En su relato «Carmen Puch», Juana Manuela Gorriti dice que Margarita del Carmen Puch se encontraba en la hacienda de los Gorriti, en Horcones, Rosario de la Frontera, con sus dos pequeños hijos cuando su padre, el General Domingo Puch, le trajo la fatídica noticia de la muerte de su esposo, acaecida en las proximidades del invierno.
Y da una versión diferente sobre el lugar de muerte de Carmen, cuenta que fue en Horcones, que tras la ingrata novedad que la diera su padre, Carmen cayó en un desmayo de dos horas. Y luego de un tiempo se cortó la cabellera ondulada, se envolvió en un velo negro, y se reclinó en el ángulo más oscuro de su habitación. Así pasó varios días sin hacerle caso a nadie, ni al padre (Domingo Puch) a quien quería mucho, ni a sus hermanos, ni a sus hijos a quienes amaba (su madre doña Dorotea había muerto años antes). Sumida en una profunda depresión, se cortó las largas trenzas rubias, se negó a comer y más tarde pidió que la vistieran de novia. Juana Manuela dice que así falleció en Horcones, Rosario de la Frontera, hacienda de los Gorriti, por donde, en abril y mayo de 1821, Güemes había pasado a enfrentarse en armas con Bernabé Aráoz en Tucumán.
La romántica versión de la muerte de Carmen Puch ofrecida por Juana Manuela se popularizó a través de los años. El poeta salteño Julio César Luzatto escribió un romance (el N° XII de su famoso «Romancero a Güemes») donde expresa que Carmen falleció en Horcones.
“La Carmen está en La Isla, donde ha salido a curarse. Se va para Los Sauces porque no siente alivio alguno y dice quiere ir a morir al lado de su padre; el médico le da corto plazo”. (De una carta de doña Juana Torino a su hijastro).
Güemes Documentado
«Güemes Documentado» sostiene con respecto al deceso de Carmen Puch que «La fecha, 3 de abril de 1822, se halla inscripta en la urna funeraria que guarda los restos de doña Carmen. «Juana Manuela Gorriti hace una patética relación de la agonía y muerte de doña Carmen, en presencia de su dolorido padre. Advertimos nosotros que este hecho, aunque real en sí, no ocurrió ni el lugar (Orcones) ni en tan temprana fecha como da a entender la autora. Nuestro aserto se funda en el fragmento de carta recién transcripto y en la inscripción mencionada de la urna».
Carmen Puch fue sepultada en el Rosario, aquí sus restos mortales descansaron hasta el 14 de abril de 1887. Ese año, junto a los restos de su esposo, fueron trasladados al mausoleo que poseía su nuera y sobrina Adela Güemes de Güemes en Salta, propietaria de la casa donde nació la Escuela Normal rosarina en 1910. Güemes estuvo sepultado en la vieja catedral de Salta, sobre Mitre y Caseros, que se estaba derrumbando. Desde ese mausoleo los restos se trasladaron al Panteón de las Glorias del Norte de la actual Catedral.

La Carta de Carmen Puch a Güemes desde Los Sauces
La carta de Carmen Puch a su esposo el prócer dice, textual, lo siguiente:
“Mi idolatrado compañero de mi corazón: acabo de recibir tu apreciable en que me dices que me vaya a La Candelaria, no lo hago con brevedad por esperar alguna noticia de que se mueva el enemigo, por dos bomberos que tengo uno en el camino del río Blanco y el otro en El Carril. Ahora mismo he mandado a don Juan Rodríguez hasta donde está Gorriti a que le diga que en el momento que haya algún movimiento me haga un chasqui.
“El sobrescrito dice: Al señor coronel mayor don Martín Miguel de Güemes. Donde se halle”.
“El principal motivo de no irme es estar mi Luis muy enfermo con la garganta lleno de fuegos con unas calenturas que vuela, hoy me he pasado llorando todo el día por verlo tan malito. Ahora se me ha mejorado con una toma de magnesia. Lo ha hecho vomitar y evacuar mucho, aunque ha quedado muy caidito pero se la ha minorado la calentura. No creas que estas sean disculpas por no irme, pregúntale a mi tío cómo está mi Luis; no tengas cuidado de mí, estoy con seguridad.
“Mi vida, mi cielo, mi amor, por Dios cuídate mucho y no vayas a estar descuidado. Mi rico, cuándo será el día que tenga el gusto de verte y estrecharte en mis brazos y darte un millón de besos en mi jetita rica; recibe un millón de besos de tu rico Martín que cada día está más lleno de gracias y picardías y de tu Luis, mil cariños.
“Y el corazón más fino de tu afligida compañera que con ansias desea verte.
“Tu Carmen.
“P.D.
“Expresiones de Padre y hermanos.
