Cuando seamos viejos…

Por Lucila Moro

El cuidado familiar va más allá de proporcionar necesidades físicas básicas. También implica asegurar a sus seres queridos ancianos que son una parte vital de la familia y que sus contribuciones a las celebraciones son apreciadas. Las festividades son una oportunidad ideal para mostrar su amor y respeto, especialmente para los adultos mayores en su familia.

¿Qué será de ti cuando seas viejo? ¿Acaso tú no llegarás a esa etapa y quisieras que tus hijos te cuiden? Recuerda todos los pañales que te cambiaron de bebé, el tiempo que estaban jugando, paseando…. Porque llegará el momento en que, pasados los años, la vida se pasa y sean tus hijos quienes te deben poner los pañales a ti.

Dicen que las arrugas, más que simples surcos producidos por la edad, son marcas llenas de sabiduría, experiencias y lecciones de las que todos deberíamos aprender. Y miro la piel fruncida, sus ojos hundidos y sus cejas pobladas de canas, y veo eso: el reflejo de una vida marcada por el paso del tiempo y el reclamo de que, ya por fin, merece descansar, ser mimado y atendido por los suyos, que ya le toca. ¡Y te toca a Ti!

Pues esto es real y es lo que ya se conoce como «fenómeno de los ancianos perdidos«. Muchos sufren Alzheimer y no recuerdan ni dónde viven, otros huyen de las casas de sus hijos donde son maltratados. Y mueren, sin más. También hay quienes abandonan a sus mayores en plena calle, induciéndoles a la mendicidad y quitándoles sus tarjetas y cualquier documentación que pueda hacer que las autoridades den con ellos. Y mueren, sin más. ¡Abandonados y exiliados!

¿Pero que mal tiene el ser viejo? ¿De qué se les culpa? ¿De una vida hecha y dedicada al otro? ¿Qué será de ti cuando seas viejo? ¿Acaso tú no llegarás a viejo….la rueda de la vida sigue la vuelta y seran tus hijos quienes te pongan los pañales a ti? Llamemoslo «Sindrome de la vejez«.

Como cualquier Síndrome fue un invento humano para intentar explicar algo que no entendemos ni sabemos de qué manera tomar conciencia y curar. Sugiero entonces eliminar primero de nuestro vocabulario y consecuentemente de nuestras actitudes diarias la palabra vejez. Si la palabra no existiera solo quedara una impresion de vivir algo bueno nuevo interesante que nos da gusto y no una enfermedad, un problema, una situacion desagradable. Veran que todo cambiaría.

Aceptar ese ciclo natural de la vida como el viento; el sol, la luna, la lluvia nos hara replantearnos y entender a todos como vivir nuestras vidas…