Aromático y sabroso: el ajo

Por Mary Dib Ashur

En el artículo de hoy, veremos un poquito sobre una verdura, que está incorporada en la cocina internacional; aunque muchas personas evitan consumirlo por su aroma.

Originario de Asia, el ajo (Allium sativum) es una hortaliza que pertenece a la misma familia que las cebollas, las liliáceas, puerro etc.

En realidad, el ajo es una agrupación de pequeños bulbitos (dientes de ajo). Cuanto más tierno y nuevo es mucho mejor.

El ajo es mucho más que un condimento, es una verdura cargada de propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud (los compuestos sulfúricos y sus múltiples Fito nutrientes, le dieron esta fama). De ahí que lo de colgar ristras de ajos en las casas no sólo se hacía para espantar a los vampiros, sino porque ya en la Antigua Grecia, Hipócrates, padre de la medicina moderna, lo utilizaba para tratar distintas enfermedades. Su consumo habitual puede ayudar a hacer mejor la digestión, a absorber mejor los nutrientes de los alimentos, y también optimiza las funciones del páncreas y del hígado.

Informes encontrados en internet, nos muestran muchas propiedades que al consumirlo con frecuenta colaboran con nuestra salud.

Posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías. 28 gramos contienen 42 calorías, y mucha vitamina C, vitamina B6 y manganeso. .

El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína, esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas como trombosis o enfermedades de las arterias coronarias.

El ajo es sobre todo un excelente desintoxicante para nuestro organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar. El ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones hepáticas.

                                   

El ajo es uno de los pilares de la gastronomía. Recetas tradicionales empiezan con un «rehogamos ajo en aceite» ya sea para aportar un poco de sabor o para formar parte de la receta en cuestión. Aunque hay muchas otras recetas en las que el ajo es protagonista absoluto y en esas nos centramos hoy.

Se recomienda partir el diente de ajo a la mitad y retirar el centro que es como un brote…

Es posible que conozcas recetas como pollo al ajillo, gambas al ajillo, sopas de ajo o pan de ajo, entre otras. Pero no son las únicas en las que el ajo es protagonista y responsable máximo del sabor del plato.

PAPAS CON SALSA DE AJO

                                                          

INGREDIENTES

  • 1 kg de papas partidas en gajos
  •  Aceite vegetal cant. necesaria
  • Paprika o pimentón al gusto
  • Sal fina al gusto
  • 1 cabeza de ajo
  • ¾ tazas de aceite de oliva

PREPARACIÓN:

Calentar el aceite vegetal, incorporar las papas, cocinar hasta que estén suaves y tengan una costra dorada. Sacar del fuego, escurrir y sazonar con sal y paprika.

En un procesador de alimentos, poner los ajos picados y sal. Agregar el aceite de oliva en forma de hilo (es decir, de forma constante de poco en poco) mientras se mezcla todo, condimentar con jugo limón sal y pimienta. Cuando quede una salsa de consistencia espesa (parecida a una mayonesa) estará lista.

Servir las papas y cubrir con la mayonesa de ajo.

PESCADO AL AJILLO

                                                          

INGREDIENTES

  • 4 filete pescado al gusto
  • Aceite de oliva cant. Necesaria
  • Sal fina
  • Pimienta blanca al gusto
  • 4 dientes de ajo picado
  • ½ cucharadita de fécula de maíz
  • ½ taza de crema de leche
  • 1 ½ Cucharada de mostaza
  • ½ cucharadita de miel
  • ½ taza de caldo de pollo
  • 1 Cucharada de eneldo fresco picado

PREPARACION:

En un sartén, sellar en aceite de oliva los filetes de pescado, sazonados con sal y pimienta, hasta que se haga una costra dorada de cada lado. Sacar del fuego y reservar.

En un recipiente, mezclar la fécula de maíz con la crema para batir. Incorporar poco a poco la mostaza y la miel. En el mismo sartén donde se selló el salmón, rehogar el ajo a fuego medio. Cuando comience a tomar color, agregar el caldo de pollo.

Dejar hervir y reducir por 5 minutos antes de agregar lo demás. Mezclar la crema, mostaza, miel y fécula y agregarla al caldo de pollo en reducción. Cuando comience a hervir, sacar del fuego. Incorporar los filetes de pescado  al sartén con la salsa, agregar el eneldo fresco y servir. (podemos reemplazar el eneldo por perejil picado).

Acompañar con papas al natural, papas fritas, puré o arroz a gusto

POLLO CON AJO Y MIEL

INGREDIENTES

  • 6 muslos de pollo
  • 6 dientes de ajo
  • 2 cdas. de ajo en polvo
  • Sal, pimienta
  • 1 cda. de mantequilla,
  • 1 cda. de oliva
  • 5 cdas. de miel
  • ¼ taza de caldo de pollo
  • 2 cdas. de vinagre de manzana
  • 2 cdas. de salsa de soya
  • Puré de papas para acompañar
  • 1 cda. de perejil picado

PREPARACIÓN

Condimentar el pollo con sal, pimienta y ajo en polvo. Fundir la mantequilla en sartén bien caliente, agregar un toque de oliva y dorar los muslos de pollo por ambos lados y dejándolos medianamente cocidos. Bajar el fuego al mínimo, tapar la sartén y cocinarlo hasta que resulte cocido del todo (girandolo cada tanto para que sea pareja su cocción).

Retirar el pollo de la sartén, quitar si existiera el exceso de grasa y poner a dorar los dientes de ajo picados. Agregar la miel, el caldo y la salsa de soya. Levantar el fuego y continuar cocinando por 3 o 4 minutos más hasta que la salsa espese.

Servir sobre puré de papas, espolvorear con perejil picado.

SALSA DE AJO Y PEREJIL

                                                                                                                   

Una de las ventajas de preparar ajoperejil en casa es que podemos elegir sus ingredientes.

Lo ideal es elegir los ajos más frescos que encontremos y lo mismo con el perejil. También podemos ajustar las proporciones de ajo y perejil al gusto y contar con un ajoperejil a medida que necesitemos para usar en futuras recetas.

Las cantidades de los ingredientes son orientativas, más que el otro podemos usar cantidad iguales o usar un ingrediente más que el otro.

El paso más pesado del proceso es pelar los dientes de ajo, pero si los introducimos en un bote de cristal, cerramos y agitamos como si fuera una coctelera, las pieles se desprenderán por sí solas.

En cuanto al perejil, lo lavamos y secamos bien y nos quedamos solo con las hojas y los tallos más finos. Los tallos gruesos son ligeramente amargos, así que los desechamos.

Cómo hacer la Salsa de ajo, perejil, aceite y sal:

Pelar los dientes de ajo, trozar y quitar el germen para evitar que se repita. Retirar las hojas del tallo del perejil, lavarlas y secarlas.

Poner en el vaso de la batidora el ajo troceado, las hojas de perejil, el aceite de oliva y una pizca de sal y triturar bien. También se puede hacer la salsa de ajo y perejil con licuadora o a mano en un mortero.

Truco: También hay quien hace la salsa de perejil, ajo, aceite y vinagre añadiendo una cucharada de este último ingrediente.

                                                              

Para quienes les interesa conocer algo más sobre la cocina ecléctica, no duden en comunicarse conmigo, que con mucho gusto les haré llegar recetas, etc..

Mary dib Ashur

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