Honor y gloria al Gral. San Martín

“En el último rincón de la Tierra en que me halle estaré pronto a luchar por la libertad” San Martín

Sin duda que solo un grande pudo realizar la gesta del cruce de los Andes, movilizado por su sentido emancipatorio, que sólo se lograría con la independencia de América, la Patria Grande.

“Necesitamos pensar en grande: si no lo hacemos, nosotros tendremos la culpa”, le escribió San Martín al diputado por Mendoza Tomás Godoy Cruz dos meses antes de la declaración de la Independencia, en mayo de 1816. Habían transcurrido ya seis años desde la Revolución de Mayo “y los enemigos victoriosos por todos lados nos oprimen”, justificaba.

Tenía claro en ese momento que debíamos ser libres para poder, así, empezar a ser libres del yugo español, un pueblo de hombres y mujeres libres y no uno de súbditos insurgentes.

Un año después, en 1817, San Martín completaría una de las gestas más extraordinarias de la historia: el Cruce de los Andes. En pocos años, logró la liberación de Chile y preparó el ascenso hacia el Perú.

“Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra están cumplidas: hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobiernos”

San Martín

A manera de homenaje al Padre de la Patria, compartimos este poema de Alejandro Placé:

Disculpe mi general

Disculpe mi general
quiero pedirle perdón
lo hago de corazón
pero también con vergüenza.
Porque sé que es una afrenta
para usted, para la historia
porque le dio tanta gloria
a esta tierra en que nacimos,
y sin embargo seguimos
ensuciando su memoria.

Disculpe mi general
seguimos sin aprender
sólo sabemos hacer
lo contrario a sus ejemplos.
Parece que con el tiempo
se ha olvidado de verdad
lo que está bien y está mal
lo que enseñó con su vida,
si su gloria fue una guía
y un ejemplo pa imitar.

Los libros lo han contau
una a una sus proezas
y ni hablar de las maestras
dele y dele con su ejemplo
y así forjar los cimientos
bien fuertes pa construir
para siempre este país
el que usted soñó fundar
y sin embargo que mal
que insistimos en seguir.

Pasaron doscientos años
de aquellos gloriosos días
donde se jugó la vida
pa darnos la libertad.
Y hoy ausentes de lealtad
nos rodean los ladrones
delicuentes y traidores,
que se mueven por dinero
no se merecen el suelo
que les dieron sus mayores.

Y pensar que hace dos siglos
usted apostó por nosotros
con esos gauchos gloriosos
en Chacabuco y Maipú
fue hasta Chile y a Perú.
Por las cumbres de los Andes
convirtiendo en un gigante
al niño de Yapeyú.

Y aquí estoy de pilchas gauchas
las pilchas de sus soldados
esos gauchos que a su lado
nos dieron la libertad.
Y le digo la verdad
en nombre de mis paisanos
con dolor y avergonzado
¡disculpe mi general !