Por Lucila Moro

Dicen que se viene otra ola… Obvio que no hablo de Foot o de Messi.
Pero de esa nueva enfermedad descubierta en 2019 y que se transformó en una pandemia, también comercial.
¿Por qué no informan lo que sí podemos hacer para sanarnos? Es muy obvio que no nos quieren sanos o inmunes porque si no, ya estaríamos todos en familia o de compra en los shoppings o viajando por el mundo … como antes

¿Por qué no elegimos cada uno, a fin de ayudar al colectivo médico y a nuestros hermanos, haciéndonos responsables, de lo que nos sana?
Primero tendríamos que ampliar el conocimiento de los propios médicos o estrategias más alternativas u holísticas…, las que no cuestan tanto y no enriquecen a nadie pero si curan.
Sabiendo aparte que somos cada uno, nuestro mejor médico, porque conocemos bien nuestro cuerpo o a lo minimo se lo supone.

¿O has visto a alguna hora que se le hayan explicado a la población que cada uno tiene la capacidad de reforzar naturalmente su sistema inmunológico en pocos días (los más pequeños), o en pocas semanas los adultos?
¿Por qué creen sino que no se involucran, los canales informativos, con plataformas y profesionales de salud que hablen de prevención, como nutricionistas, toda la medicina complementaria y alternativa que pueden realizar un inmenso trabajo de información y prevención al público; y a la vez aligerar el trabajo de los médicos y sanitarios que están en el frente?
Y, está clara la respuesta, no trabajan para informar, sino para controlar y manipular. Se gana mucho mas plata de esa manera y ademas intentan convencernos que es la unica solución.
¿Por qué no hablar de la importancia de la calidad de nuestros pensamientos y de la conexión entre la mente, las emociones, el cuerpo y el espíritu?

Según la medicina china o ayurvedica o japonesa es asi desde miles de años y funciona.
¿Por qué lo que cura y nos armoniza está prohibido? Los abrazos, las risas, el pensar crítica y libremente, la confianza, la toma de consciencia profunda para hallar las causas de estas olas (modos de producción divergentes, aire, aguas, tierras, reinos y humanos envenenados, egocentrados, cosificados).
¿Por qué todos los canales emiten mensajes de miedo, se normaliza el ver al otro como un peligro (peor que verlo como a un enemigo), instalando el distanciamiento, el enfriamiento de la sociedad?

Está probado que es el miedo que nos enferma. El miedo a enfermarse. Círculo vicioso pero que garantiza a ciertas personas un gran beneficio.
¿Por qué no decirle a la gente que comer basura, como productos industriales, «trabajados» y refinados, son venenos que destruyen nuestras defensas? ¿Por qué entonces se exacerban las prácticas «productivas» de la muerte? ¿Se te olvidó que las crisis son su «éxito»? Son las mismas corporaciones que envenenan las que traen las soluciones.
¿Por qué no elegimos más la reflexión, la meditación, introspección, calma, para tener una visión clara de a lo que nos enfrentamos?
¿Por qué no hablan de que la eficacia de nuestro sistema inmunológico depende estrechamente de la calidad de nuestra flora intestinal y, por lo tanto, de la calidad de lo que comemos. Comer sano, como frutas y verduras, locales y de temporada son la mejor manera de sanarnos, alinearnos.
¿Por qué no explicar que por ejemplo un ayuno intermitente controlado fortalece el sistema inmunológico en tan solo 3 días?
Que una correcta respiración tiene la capacidad de reducir niveles altos en producción de cortisol, hormona reguladora de tus niveles de estrés. Mientras por el contrario, se hace temer RESPIRAR. ¿No lo percibes?
¿Por qué no tomar baños de sol consciente, fuente de energía vivificadora? El principal alimento. ¿Por qué no hablar de los beneficios de una ducha fría o un baño en el mar, que en pocos días aumenta el nivel de algunos linfocitos T?
¿Por qué no explicar que plantas como la equinacia, el astrágalo, el saúco, la rosa canina, la artemisa… en sus formas concentradas y correctas, aumentan las defensas inmunes en pocas semanas?
¿Por qué no hablar de la eficacia de los aceites esenciales antivirales?
Por qué no hablar de cómo una sana actividad física, deportiva bien controlada, activa las hormonas de la alegría y el bienestar? Sin tapabocas, claro…
¿Por qué no hablar de la fortaleza del amor y la compañía, que curan mucho más que el aislamiento y la desconfianza?
¿Por qué no hablar del bienestar inmediato que nos da caminar o estar en la naturaleza?
Por qué no explicar que el miedo es inmunosupresor? Y genera más que nada: enfermedad, debilidad, ansiedad, sufrimiento. Porque nos necesitan «indefensos«, como autómatas.
¿Por qué no comenzar a informar nosotros, entendiendo que el sistema, el paradigma, jamás lo hará?
Porque simplemente y tristemente los mismos médicos no respetan su juramento: «Primum non nocere «
¿Y por qué NO hacerlo a consciencia… entendiendo?

Sólo enseñaron a usar alcohol, ponerse una mascarilla, tapabocas, y a estar encerrados, a tener miedo, obedeciendo como zombies y distraídos en su realidad.
Aliméntate bien y alcalinízate… reflexiona, usa este tiempo para sanar, transmutar todo lo que no vimos, entendimos… gran experimento o experiencia, gran amenaza u oportunidad.
Se corren los velos y cada uno se sitúa sólo, bien alimentado esta distopía o alumbrando, sembrando un mundo deseable, más humano que reverencia la vida.
Tomate unos minutos para reflexionar, solo tenemos un cuerpo y una vida que nadie puede vivirla por ti, solo tu mismo.

