Teresa Leonardi Herrán “Cuando la memoria se planta”

Por Silvana Irigoyen

Desde el profundo pozo

Vimos cómo el brocal arriba acumulaba el cielo

Teresa Leonardi Herrán

Teresa Leonardi Herrán, o simplemente Kuky: eterna, infinita,  la de la lucha inclaudicable y la vehemente esperanza;  tan nuestra, tan de todos.  

Desde su tenaz solidaridad, seguramente continúa   esperando el Tiempo en alguna esquina insurrecta.

 Su silueta alta, delgada, esbelta,   irrumpe,audaz, combativa,  por la trinchera de un poema. Hizo de la hospitalidad, su travesía.

Militante de la vida, por  la Memoria, la Verdad y la Justicia, transitó al impulso sostenido de su lucha,   el horizonte histórico y nos ha mostrado que “memoria y política forman parte indiscernibles de las prácticas de un Estado democrático que entiende los derechos humanos en su acepción y alcances más amplios, sostenidos en el rescate de la historia social y política del pueblo” (tomo prestadas palabras de Susana Romano Sued.)

De la sangre vertida en Palomitas

nacen soles y banderas fraternas

nacen jóvenes bosques donde la ronda de los niños canta

 ¿Lobo estás? Y responde la vida con fervor de muchacha

 ¡Se ha ido para siempre!

Masacre en  Palomitas, Incesante Memoria.

La responsabilidad  para con el Otro es de tal compromiso,  que  pone su voz y su cuerpo en las calles,  por los ausentes que dejara la última dictadura cívico-militar en el país y por todos los expulsados del sistema. A través de sus palabras, “vemos”, “sentimos”, “ nos quebrantamos”.  Su poética interpela,  define, determina. Como sostiene Gilles Deleuze: “hay cierto tipo de aprendizaje que produce una conmoción y deja el alma perpleja; pone en juego nuestra sensibilidad, nuestra memoria, nuestro pensamiento”.

El 6 de julio de 1976, once detenidos fueron sacados de una unidad penal en Salta y asesinados en el paraje Palomitas a unos 50 km de la capital provincial

(…) Aquí cantó Celia la de los pechos llenos aún de leche

La última canción de cuna para el hijo arrancado de su seno

Aquí espació sus ojos claros Giorgina

que repartía su sonrisa y su salario

entre los condenados de la tierra

en este campo Pablo con los huesos quebrados

hincó su pobre rodilla para siempre

y las alas de Luis adolescente

qué afirmaron su odio a las cadenas

(…)Masacre en Palomitas I

Sin dudas, las agonías de Celia, de Giorgina, de Pablo y de Luis, irrumpen con extraordinario dolor, en el lector, y produce un hondo sacudimiento interior ; y esa afectación hace pensar. La poesía de Kuky obliga a salir de la mismidad (ese lugar de confort) para sentir en la piel el dolor del otro. Cambian miradas y perspectivas.

» No desesperen Madres dolorosas del mundo. Esta épica impura se hará ardiente memoria » T.L.H.

  Operación “Plomo Fundido”

1937, abril 27, Guernica es incendiada desde el cielo

2008, diciembre 27, se inicia en Palestina otra lluvia de fuego

Hijos de Shoá

(ese holocausto inscripto como mancha indeleble

en la piel de la historia)

¿Son ustedes ahora

los que en el aire cavan tumbas

para los niños

y renuevan el ciclo del hierro y la barbarie?

Desde la densidad de sus palabras,  desde las rupturas vitales , desde las  polisemias, y sus  latitudes simbólicas, Teresa Leonardi Herrán siempre alberga, recibe, abriga; es huésped del dolor de las madres del mundo; de tantas Hécubas y de tantas Antígonas que yacen a la intemperie, violentadas por una Justicia a «Plomo fundido». Y es justamente esta ética de la hospitalidad, que la define, la que ha guiado el rumbo para ensanchar la memoria y combatir la amnesia colectiva, devolviendo, así, el derecho inalienable de creer que otro mundo es posible.

El 26 de marzo de 2019, Kuky se volvió eternidad y se quedó para siempre entre nosotros.

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