Por Hilda Palermo

Hacen 112 años, un 25 de octubre de 1909, fallece en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, la escritora peruana Clorinda Matto de Turner, siendo su nombre completo Grimanesa Martina Matto Usandivaras de Turner.
Nacida en el Cuzco, el 11 de setiembre de 1854, en la provincia de Calca, era hija de Ramón Matto Torres y de Grimanesa Concepción Usandivaras Gáratte; por la línea materna tiene estrecha vinculación con Salta, siendo nieta de Juan José Usandivaras.
Su infancia transcurrió en el Cuzco donde aprendió a hablar quechua.
En 1871, contrae matrimonio con el médico británico Joseph Turner, yéndose a vivir a la ciudad de Tinta, en el Cuzco.
Después de 10 años de matrimonio queda viuda y pierde todo su patrimonio por la mala acción de abogados y jueces corruptos.

En 1876, funda la revista El Recreo donde publica artículos sobre educación, arte, ciencia y literatura, y con la que se hace conocida por la defensa del indígena y de la mujer. Esta revista también acogió artículos de Juana Manuela Gorriti, Ricardo Palma, Fernán Caballero, etc.
Por razones de salud, se traslada a Arequipa en 1876, dedicándose a la actividad literaria, participando de las tertulias de Juana Manuela llamadas “veladas literarias” que Clorinda las continuaría más tarde.
En Arequipa desarrolla casi toda su obra literaria, edita periódicos, escribe dramas como Himacc Suacc, traduce los Evangelios al quechua.
Luego de una exitosa estancia en esa ciudad, se traslada a Lima, uniéndose a algunos grupos literarios, logrando la dirección del “Perú ilustrado”, donde ella publica sus novelas cuyos temas son la exploración indígena, la conculcación de sus derechos y sus persecuciones.

Su novela más famosa, “Aves sin nido”, fue considerada muy controversial, el tema es el amor entre un hombre blanco y una chica indígena, que no sabían que eran medios hermanos, hijos del mismo cura, inaceptable para la sociedad de la época, originando que el arzobispo la excomulgara.

En 1895, se muda a Buenos Aires donde continúa con su actividad literaria, fundando la revista Búcaro americano y escribiendo en diarios argentinos.
Muere en Buenos Aires, en 1909, pero a pedido del Congreso de la República, sus restos son traídos al Perú en 1924, reposando desde entonces en el mausoleo de la familia Matto, en el cementerio Presbítero Maestro, en Lima.
¿Quién sabe si después de doblar la última página de este libro se conocerá la importancia de observar atentamente el personal de las autoridades, así eclesiásticas como civiles, que vayan a regir los destinos de los que viven en las apartadas poblaciones del interior del Perú?
¿Quién sabe si se reconocerá la necesidad del matrimonio de los curas como una exigencia social?
…
Amo con amor de ternura a la raza indígena, por lo mismo que he observado de cerca sus costumbres, encantadoras por su sencillez, y la abyección a que someten esa raza aquellos mandones de villorrio, que, si varían de nombre, no degeneran siquiera del epíteto de tiranos. No otra cosa son, en lo general, los curas, gobernadores, caciques y alcaldes..
Clorinda Mattos, Aves sin nido, p. 1
Para quienes quieran leer la obra Aves sin nido
