Por Daniela Leiva Seisdedos

¿Argentina es un país para pocos? ¿Será que nunca seremos un país tirando a normal?
¡Esto en un país normal no pasa! ¿lo escuchamos? ¿por qué no podemos aprovechar el potencial que tenemos? Meterse en política implica, como decía Max Weber, jugar con las armas del diablo.

El pensar distinto no es nunca la condición de la violencia. ¿Está mal que haya personas que piensen diferente? ¿No se trata de eso la democracia?
En 1921, Argentina era uno de los países más ricos del mundo, el PBI per cápita equivalía entonces al de Francia o Alemania.
¿Sabían que el único país americano más pobre desde hace un siglo es Argentina?
Más chicos pobres que no pobres, 18,8 millones de argentinos debajo de la línea de pobreza, unos 5 millones de indigentes que no logran comer todos los días en el conurbano bonaerense.
El índice de pobreza se ubicó en el 40,6% en el primer semestre del año 1,4 puntos porcentuales menos que el 42% del segundo semestre del año pasado y 3 décimas de punto por debajo del 40,9% del período enero-junio de 2020. En tanto el nivel de indigencia fue del 10,7% en el segundo semestre, frente al 10,5% de igual período del año pasado.
Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
No se garantiza el respeto a los derechos de personas, el asistencialismo hoy en Argentina tiene un doble grillete, del gobierno que da y del que recibe el dinero. Esta asistencia resta libertad, la ayuda no tiene que ser indefinidamente.

El asistencialismo es clientelar y esto se ve en la educación. Estos números dan la idea de que la pobreza estructural afecta, como mínimo, a la mitad del país, triste, muy triste porque estamos condenados.
La democracia de Argentina es de baja calidad porque la educación es de baja calidad. La adversidad educativa no es solo de esta pandemia esta la está acelerando, se acelera porque no sabemos a dónde vamos no hay un plan, hay parches sobre parches y gobernantes que año tras años piensan que la educación es un constante gasto.
¿Será que el problema de los argentinos es que tenemos un enorme complejo de inferioridad?
Así vivimos, día a día, humillados, ofendidos, llenos de bronca, y con una memoria muy selectiva para aceptar nuestros errores.

Somos una sociedad cada vez más violenta que naturaliza la idea de que es normal que nos tratemos mal por lo tanto nos jodemos.
Una solo idea básica hace falta, TOLERANCIA.
En la historia los malos momentos vienen, pero los buenos se construyen entre todos, entonces…
¿Qué esperamos los argentinos para salir de este mal momento?

