
«Ahora el aire es una mano dulce y azul, una palma de verano , una luz de sosiego que enturbia los ojos y se borra de a ratos con el regreso de tu imagen, como si volvieras de un lugar muy lejano. Yo creo que vienes como para acomodar algunas cosas olvidadas , y de paso baldear de nuevo esta infancia ahora escogida de maltratos y dolores. Yo creo que vuelves para alentarme otra vez al viaje umbilical , sobre un nuevo patio de viejas y conocidas baldosas que irás regando como antes, para formar el nuevo cielo que aún no conozco»
Carlos Boidi.
