
Sin duda que cuando llega la primavera, se siente en el ambiente un verdadero cambio perceptivo de renovación, esperanza y alegría. La semántica afirma que la primavera es una primera vista de algo, que se traduce como un ver con nuevos ojos, rever, renovarse, renacer, por ello la humanidad moderna adoptó el inicio de la Primavera como una oportunidad de cambio, de alcanzar la felicidad.
Vivaldi bautizó la Primavera al primer movimiento de Las cuatro estaciones, a una de sus más excelsas obras. Sandro Boticcelli la retrató magistralmente en los albores del Renacimiento, con su obra La primavera. Homero hizo emerger de la mitología griega a Perséfone, la causante del reverdecer la tierra, y el cristianismo logró imponer la primavera como la estación de la resurrección de Cristo.
Como verán grandes artistas sintieron deseos de comunicar sus percepciones frente a la Primavera y creo que todos sentimos en nuestros corazones, una alegría innata por vivenciarla, con la esperanza de que los cambios que se produzcan no solo sean externos, sino en nuestro interior.
¿Qué misterio envuelve a esta estación que eleva la expectativa de la humanidad?
Es preciso recordar que la bella primavera es entregada a la tierra por el invierno, que real y simbólicamente es en todo el mundo sinónimo de oscuridad, encierro y frío, por ello quizás sentimos la necesidad de salir del frío y del encierro, que hoy con la situación actual de pandemia se ha sentido mucho más.

En las culturas indígenas de América, la llegada del nuevo ciclo climático que hoy conocemos como primavera era celebrado durante días. El reverdecer de la tierra señalaba la llegada de las cosechas y con ellas el sustento de toda la sociedad.
La primavera está entonces ligada a lo sagrado y protegida por los guardianes de Dios para que al hombre no le falte el sustento.
El despertar a la vida es también el despertar a la pasión y la creatividad que ella conlleva. Decenas de artistas ofrendaron a la primavera sus mejores obras y más allá de los clásicos citados encontramos en las poesías de Gabriela Mistral (Doña primavera), Antonio Machado (La primavera besaba) y Gustavo Adolfo Bécquer (Volverán las oscuras golondrinas), y pinturas de Francisco Goya o Danes Jordi, verdaderos tributos a la estación del amor.
Para celebrar la primavera, socializamos un poema de nuestra amiga tertuliana, Claudia Villafañe Correa
PROPUESTA A MI JARDIN

Oye jardín que callas cuando paseo descalza
por tus senderos descuidados, que no protestas
aun cuando has perdido la belleza original.
Perdona a esta ingrata margarita deshojada,
que olvidó devolverte la savia y la sabiduría.
No hay excusas cuando de naturaleza se trata,
por eso me propongo terminar lo inconcluso,
alcanzar lo verdadero, desechar lo vano y comprender
que cuando quite las malezas se podrá volver a sembrar.
Quizás ya es hora de cultivar nuevas flores, nuevos frutos
Dar una mano de cal a la fachada, reparar la fuente
y colocar árboles de sombra que dejen traslucir el sol,
¡Que pase la luz por el jardín e ilumine mi casa,
la cuadra y el mundo entero!
Ojalá que a todos les llegue la Primavera a sus almas, y puedan sentir que siempre hay un momento de cambios que nos ayudan a crecer.
Fuentes consultadas:
https://www.infobae.com/2005/09/21/211833-el-significado-la-primavera/
