Por Daniela Leiva Seisdedos

Cuando Clío, mi hija, era niña me molestaban dos preguntas: ¿Qué queres ser cuando seas grande? ¿Quién es tu novio?. Vivir a destiempo, una pésima opción de vida. ¿Dejamos que nuestros niños sean niños?
Lo que no me cierra es la abrupta adultización de chicos. La adultización de la infancia es un proceso mediante el cual se intenta generar en el niño conductas adultas con el objetivo de insertarlo en el mercado lo antes posible, a alguien hay que venderle un nuevo celu, los últimos jueguitos de compu; los niños son los nuevos consumidores y los adultos simplemente actúan como proveedores.

Los adultos ya hacemos demasiado por no ocuparnos de la la niñez en situación de calle que sufre los efectos de la pobreza; es galopante en Argentina y el mundo con el hambre, la disolución de las familias, la violencia y el abuso, etc.
La mente de los niños no está capacitada para ser un adulto. Nenes de cinco o seis años con ropa con calaveras. Ropa para nenes con las siguientes inscripciones “soy una diosa”, “lo único que importa soy yo”; “soy una pu..a”, ah si estas frases en un inglés muy culto. Niñas que se las invita a maquillarse, a hacerse la manicura, a vestirse como mayores. Montessori, afirmaba que el niño, en la etapa que va de cero a seis años, cuenta con una mente absorbente.
La niñez es la etapa del desarrollo humano que abarca desde el nacimiento hasta la entrada a la pubertad o adolescencia, momento que puede variar entre los 12 y 13 años según la persona, entonces ¿para que crecer de golpe?

Vivimos en una sociedad hiperconsumista pero la decisión de dejar esto está en nosotros que podemos dejar de ser esclavos de ella; todo no se puede comprar, todo no se puede copiar.
Plataformas para las sandalias de nuestras hijas de seis años y cuando queres comprar algo acorde escuchas esta frase “no señora eso no viene más, eso no se usa”. ¿Quiénes imponen las modas? ¿los nenes o los grandes? Cumpleañitos de siete años en un “Spa” con manos, crema para cutis y otras yerbas. Nenas de cinco o seis años bailando reguetón con posiciones muy sensuales cuando lo más normal es que estén bailando canciones de su momento. Animadores de fiestitas infantiles que para verse “modernos” les ponen videos que no son acordes ni con el lenguaje ni con las imágenes.

Adolescentes de quince años que piden prótesis mamarias como regalo de quince o un caño para el baile en vez de vals. Relaciones sexuales entre los jóvenes cada vez más jóvenes, sin saber las responsabilidades.
Los chicos no pueden crecer de acuerdo a los estereotipos que imponen las llamadas modas. Los padres tenemos que mantener una imagen de cada etapa de la vida de nuestros hijos; ella debe ser definida, estableciendo límites y enseñándoles a nuestros hijos que hay diferentes etapas en la vida. Valorar cada etapa, eso es saber vivir.
Todos nos quejamos de que la niñez es cada vez más corta porque los pequeños quieren hacerse grandes, ¿Ellos quieren hacerse grandes? y lo que pudo comenzar como un simple juego, tal vez se convierta en una gran preocupación.

Dura poco la niñez y demasiado la adolescencia, porque empiezan a adolecer de todo de límites, responsabilidades, etc..
Hay tiempo para todo, no se trata de una cuestión de gustos, cuando el gusto se da fuera de término pasa de ser a un ser ridículo del que todos se ríen. Los seres humanos no podemos ser atemporales, tenemos tiempo porque construimos historias y las historias tienen que tener enseñanzas para no seguir cometiendo errores. Tenemos que ser más responsables así sabremos qué mundo queremos para nosotros y nuestros hijos.
¿Los niños de hoy tienen tiempo de ser niños?

