COLECTIVIDAD JAPONESA EN NUESTRO PAIS

Por Mary Dib Ashur

Desde los Años 1900, ciudadanos japoneses arribaron a nuestro país, para radicarse aquí, dándonos a conocer, su cultura, sus hábitos diarios, su gastronomía su forma de vivir.

Como muchas otras colectividades, formaron sus familias, instalaron negocios, sus hijos estudiaron en escuelas argentinas pudiendo de esa manera integrarse a nuestra sociedad.

En zonas rurales pequeños grupos de origen japonés han llegado a establecer granjas y criaderos de aves.

Actualmente la comunidad japonesa se halla representada en un gran número de asociaciones tanto en el Área Metropolitana de Buenos Aires, como en el interior del país. Recientemente además de las asociaciones han surgido gran variedad de institutos que difunden diferentes manifestaciones de la cultura japonesa y su idioma, principalmente debido al interés creciente de argentinos, no descendientes de japoneses, que se ven atraídos hacia a ella.

Donde podemos conocer y disfrutar de todo lo que nos ofrece esta comunidad, es en la FIESTA NACIONAL DE LOS INMIGRANTES, que se realiza todos los años, en el mes de Setiembre, en Oberá, Misiones.

Fue en 1980 en Oberá cuando un grupo de vecinos inmigrantes decidieron reunirse para compartir sus comidas y costumbres típicas, traídas de sus países de origen.
Si bien al principio eran pocas las familias participantes, año tras año comenzaron a sumarse integrantes a este festejo que fue bautizado como Fiesta del Inmigrante, hasta que obtuvo el carácter de Nacional por ser declarado de interés cultural para todo el país.
La fiesta pasó así a ser un clásico del mes de Septiembre. Año a año, las colectividades se forman y se suman a la iniciativa de compartir sus tradiciones y orígenes en esta particular fiesta, que paso de ser provincial a Nacional, siendo  permanente en la ciudad  Misionera de Oberá.

La gastronomía japonesa tiene una gran historia, te contamos un poco de ella

Japón es un país fascinante, con una gran historia llena de crecimiento, arte, economía, religión y política, pero que también se ha caracterizado por toda la gastronomía que le ha regalado al mundo, cómo esta se transformó a partir de los hallazgos chinos y cómo ha conquistado al mundo con platillos llenos de identidad.

La historia de la comida típica de Japón está íntimamente ligada a la de China. En los siglos V y VI, los chinos llegaron al territorio japonés a través de Corea e introdujeron caligrafía, religión y gastronomía. La gastronomía se definió por la reducción del consumo de carne, e introdujo el consumo de tofu, miso y otros ingredientes  vegetales, eso, aunado a la presencia del arroz, sentó las bases para una variedad importante de platillos derivados de las influencias y de lo que Japón ya presentaba por sí solo.

El arroz, por su parte, fue un ingrediente muy fácil de cultivar gracias a las condiciones climáticas del país, y también en parte gracias a eso fue que se convirtió en el ingrediente principal de todo. Con el arroz se elaboran los platos más típicos, el arroz es el gohan, el sustento, lo que da vida a los alimentos, y se come incluso en el desayuno. La cosecha y las estaciones del año son muy importantes al momento de preparar comida típica, pues usan ingredientes frescos y de temporada en sus recetas.

Las costas japonesas también tuvieron un papel primordial en el desarrollo de la cocina japonesa. La pesca se convirtió en una de las técnicas imprescindibles para la supervivencia de las culturas antiguas y gracias a ella, se logró la creación de uno de los platillos más importantes de la comida típica de Japón: el sushi.

Con la llegada de los portugueses a Japón, la cocina volvió a introducir la carne de cerdo y la de pollo a sus recetas, y también se dio origen a platillos y preparaciones famosas, como la tempura. En el siglo XIX, Japón se abrió más al mundo e introdujo parte de la cocina occidental a su propia comida, y viceversa.

La gastronomía típica de Japón es milenaria, ligera, elegante y deliciosa. Y ha conquistado al mundo gracias a estas características.

Una receta japonesa…

Pollo Karaage

Ingredientes

  • 4 contra muslos de pollo (unos 600 g)
  • Aceite vegetal
  • 50 g de harina de trigo
  • 50 g de maicena
  • 1 huevo
  • 1 centímetro de jengibre rallado
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de salsa de soja 
  • 3 cucharadas de sake
  • Pimienta blanca

Elaboración

  • Corta los contra muslos en trozos grandes.
  • Pela los dientes de ajo y rállalos.
  • Pon el pollo en un bol, añádele el ajo y el jengibre rallados, la salsa de soja, el sake, una pizca de pimienta blanca, el huevo y mezcla muy bien.
  • Tapa y deja marinar en la nevera 30 minutos o algo más.
  • En un plato mezcla la harina de trigo y la maicena y enharina el pollo por ambos lados.
  • Fríe los trozos de pollo en una sartén con abundante aceite vegetal a fuego medio hasta que queden dorados, de 3 a 4 minutos, dependiendo del tamaño.
  • Retira los trozos de pollo a una rejilla o un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y deja enfriar.
  • Sube el fuego y cuando el aceite esté más caliente, fríe el pollo por segunda vez hasta que quede bien dorado y crujiente. Deja reposar sobre papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite.
  • Acompaña con una ensalada a base de repollo (rojo o verde) cortada en tiras finas o pepino rallado.

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