En los pagos de Gualiama

Por Argentina Mónico

“Quisiera estar en Gualiama allá por el mes de enero,
alojiando y meta baile en lo de Rosa Lucero”

A. Mónico Saravia

Los invito a recorrer Gualiama, una zona con historia, que guarda en su geografía las vivencias de los gauchos de La Frontera que supieron resguardar con su vida, las fronteras de nuestra Patria.

¿Qué significa Gualiama?

Por comentarios de mi padre, un gran estudioso de nuestra cultura, me comentó que el término proviene de la lengua Tonocote o de los grandes Lules, indios que habitaban el lugar en épocas de la colonia, que eran muy guerreros y nómades. Se afincaron a orillas del río Horcones para dedicarse a la pesca, la caza y la recolección de frutos. Según cuentan que una vez hubo un gran diluvio, por lo que el cacique con su familia se refugió en el cerro Colorado. Pasado un tiempo, envió a su hija Gualiama con un grupo de indios para ver cómo estaba el lugar, quedándose ella en la zona, y de allí derivaría el nombre de este lugar.

Si miramos el mapa, Gualiama corresponde a una zona que se ubica en el Dpto. de Rosario de la Frontera 2° Sección, en la banda norte del Río Horcones, la que abarcaba en sus orígenes una extensión aproximada de 630.000 has., limitando al Oeste con el camino real al Alto Perú, al Naciente con el cerro Colorado y las Lomas de la Almona, al Sur con el río Horcones y  al norte con el río de las Cañas, el río Medina y su confluencia con el río Pasaje.

Esta zona fue propiedad de la familia Gorriti, una de las familias más adineradas e influyentes de Salta, que formaban parte de la aristocracia del norte y que por sus acciones militares, le fuera asignada por la Merced Real del Rey Carlos III de España, de cuya ascendencia proviene Juana Manuela Gorriti, y también mi bisabuela Eduviges Gorriti casada con Don Giovanni (Juan) Mónico, inmigrante italiano que compró en un remate Miraflores y las estancias de Gualiama para ser entregada como dote y poder casarse con mi bisabuela.

Para poder llegar a Gualiama, se va por la ruta 34 hasta la altura de Horcones, luego se accede a la ruta provincial N° 3, por camino de tierra, unos 40 km, hasta llegar a la finca Media Luna y desde ahí se accede unos 8 km aproximadamente hasta la casa.

El acceso no es muy bueno, ya que hay que pasar por medio de cercos, con una cantidad de puertas para abrir, pero es tan grande el deseo de llegar, que cuando se llega a la última puerta de hierro, hasta el paisaje cambia, dado que es el último bastión de vegetación natural que queda; alrededor sólo se observan sembradíos. Será por eso que cuando se accede a Gualiama, la biodiversidad se manifiesta en plantas y animales salvajes.

Se observa una vegetación agreste, con una gran cantidad de plantas con espinas entre los matorrales, pero también se pueden observar árboles de gran porte como Guayacanes, Algarrobos, Quebrachos y Tipas. Entre los cactus observamos, quimiles, tunas, uluas entre otras.

Esta vegetación se corresponde con su clima, con una temperatura media anual de 25°, teniendo veranos calurosos e inviernos fríos de madrugada y de noche, pero al mediodía es templado. El promedio de lluvias de 500 mm anuales repartidos en tres meses (verano y otoño), pero el clima ha ido cambiando con el tiempo, por la erosión de los suelos y los desmontes.

Una vez que pasamos una gran arboleda de Guayacanes, giramos a la derecha y se visualiza la Casona de Gualiama, que se destaca por su tamaño.

La Casona de Gualiama ha sido construida a fines del 1700 por lo que tiene una edad de más de 300 años, calculada en base a las antiguas escrituras de partición de la herencia de Don Wenselau Gorriti, donde se le adjudica a Doña Josefa Gorriti de Ávila (tía bisabuela de Abel Mónico Saravia), la casa  actual de Gualiama y por ello se le descuenta de su hijuela 530 cabezas de ganado y 150 yeguarizos. Su construcción fue realizada por la misma persona que construyó la casa de Juana Manuela Gorriti, ubicada en el paraje de Horcones, de la cuál hoy sólo hay vestigios entre las malezas de un campo.

Originalmente la casa era a dos aguas, con cuatro ambientes y  dos galerías (al naciente y al poniente), realizada en ladrillos cosidos de 20*45*15, con grandes puertas labradas a azuela de algarrobo con herrajes antiguos, tirantería y columnas de quebracho colorado, tenía unas pequeñas ventanas con rejas, ya que originalmente fue usada como Fuerte de los Gorriti y Güemes.

            Su galería estaba protegida por unos palos a manera de cerca, llena de piedras, porque permitía alertar, cuándo los indios se acercaban al lugar y así podían defenderse.

            Posteriormente se le agregó otra galería, se construyó el baño, la cocina y el fogón. Un poco más actual es el estar que se construyó en la parte trasera de la casona, aprovechando que había una pequeña puerta, y de esta manera no tener que derribar el adobe que mide de ancho más de medio metro. También se ampliaron las ventanas y se colocaron dos estufas para hacerla más confortable.

Es una finca netamente ganadera, se siembra pasturas y se realiza un desbajerado para mantener el ecosistema y no perjudicar la geografía natural.

Lo mejor de la finca es su río, tenemos la suerte de contar con agua, que para esta zona en particular es esencial, sobre todo por los calores de verano. Para llegar al río, podemos acceder por la bajada, un camino ancho que en épocas cuando no llegaba el agua a la casa, se debía ir en zorra para traer en tachos el agua del río. Pero gracias a la tecnología, hoy tenemos un tanque australiano, con un sistema de cañerías, podemos tener agua corriente.

Transitando por ese camino, entre medio de una pendiente, se llega al río Horcones, que nos ofrece a la vista un verdadero oasis. Si bien no es un río caudaloso en invierno, cuando viene la creciente de verano, se llena de punta a punta, llevando todo a su alrededor, ganado, troncos, etc. Sabemos que está creciendo cuando se comienza a sentir olor a tierra mojada y se observan pequeños trozos de madera que hacen subir la corriente.

            En ese río se pesca sábalo, bagres, mojarras, el cuál es asediado en el verano por pescadores que, con sus redes, hacen estragos.

Entre los animales característicos, está el chancho rosillo que vive en cuevas en las peñas del río, también hay pumas, gatos del monte, osos hormigueros, quirquinchos, y una vez encontramos un tatú carreta. Entre las aves, hay torcazas, perdices, charatas, pájaros carpinteros, picaflores, suris y charatas.

            Sin duda Gualiama sigue siendo un vergel de naturaleza, y pensamos que es necesaria conservarla, porque cada vez mas, se va atacando nuestras reservas naturales.

            Como decía nuestra querida Juana Manuela, en su libro Lo íntimo:

Orcones! hogar paterno, montón uniforme de ruinas, habitado solo por los chacales y las culebras, ¿qué ha quedado de tu antiguo esplendor? Tus muros yacen desmoronados, los pilares de tus galerías se han hundido, cual si hubieran sido edificados sobre un abismo. Apenas si las raíces sinuosas de una higuera y el bronceado tronco de un naranjo, señalan el sitio de tus vergeles. A las ruidosas turbulencias de tus fiestas, han sucedido el silencio y la soledad. Tus avenidas están desiertas, y la yerba del olvido crece sobre tus umbrales abandonados. Un día la fatalidad penetró en tu alegre recinto, arrebató a tus huéspedes desprevenidos, los espacios a los cuatro vientos del Cielo. ¿Qué fue de ellos?”

J.M. Gorriti

Ella ya había sentido el avance del tiempo y la pérdida del terruño natural, pues no quisiera que suceda lo mismo con lo que queda de nuestra Gualiama, tierra agreste, de historia y cultura salteña.

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

7 comentarios sobre “En los pagos de Gualiama

  1. Hermoso relato ,flora y fauna debemos cuidarla y defenderla Gualiama es un lugar histórico y toda la zona muy importante.Pueden convivir cultivos y naturaleza todo depende del hombre.

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    1. Me alegro que te haya gustado y ciertamente tenemos que cuidar nuestra tierra porque es el lugar donde habitamos, nuestra casa y bien podemos lograr un equilibrio en el ecosistema

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  2. Hermoso y melancólico relato Juana. Me encantó! Quisiera algun dia conocer la tierra que cita esa chacarera, donde puedo imaginarme la tierra y la vegetación de un caluroso enero. Paisaje que no me es extraño ya que recuerdo mis años de niño vacacionar en enero en la finca que tenia mi familia (San Juan) a unos 4 km de Copo Quile.

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